- ¿Como vas con tu don? .- Pregunta Ethan, el cual se encuentra sentado al otro lado de la mesa de este lujoso restaurante. - Bien, pero necesito comunicarme con Calipso. Hace apenas unos días que las runas están completas, ya las tengo todas. - ¿Y como se siente? - Es... Raro .- Contesto extrañada, riéndome un poco .- Es realmente extraño, me siento poderosa, mágica. - Siempre has sido mágica, sobretodo en cuanto a tu mirada .- Asegura mi mate, acariciándome el rostro .- La primera vez que vi esos ojos, supe que estaba perdido. - Lo cierto es que no se si quiero que alguien se pierda por mi. - No es como tu piensas, no estuve confuso en ningún momento. Fue como... Si llevase perdido toda mi vida sin saberlo, llegando a acostumbrarme a ello, y, de repente, llegaste tú y con solo una mirada cambiaste todos mis planes. Cambiaste mi vida. - Ethan- - No ha terminado preciosa .- Murmura el con su hermosa sonrisa, mientras el camarero llega con unas nuevas copas de vino y un plato con unas galletitas de la suerte .- Te seré sincero, hay veces en las que sigo mirando tus ojos, intentando descifrar todos tus misterios, pero sólo logro perderme aún más. Nena eres mi perdición .- Termina esa frase mientras deja la galleta de la suerte en mis manos .- Abrela.
Extrañada parto la galleta por la mitad, encontrando el tradicional papelito que debe contarte tu futuro, encontrando un mensaje muy inusual:
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¿Quieres casarte conmigo?
Levanto la vista rápidamente, con lágrimas en los ojos. En ese momento me percato de que Ethan esta apoyado sobre una rodilla, sujetando un hermoso anillo con una sonrisa llena de cariño adornándole la cara.
