La necesidad de demostrarle mi apoyo en ese momento le ganaron a todas mis ganas de marcharme ya de ese lugar, pero existe una voz dentro de mí diciendo que puedo confiar en él. Y me lo ha confirmado cuando me mostró su único secreto mejor guardado... Tal vez tenga que hacer lo mismo. Tal vez tenga que contarle la historia de Mihael, tal vez ya sea hora de tirar al suelo ésta gran mochila llena de mierda y abrirme a alguien, confiar en alguien, como dijo Oliver.
El calor que me abarco cuando lo rodee con mis brazos fue tan tranquilizante, fue tan cálido, fue... como si de verdad lo quisiera. Ese maldito calor me recordó a ella claramente: sus abrazos y besos de todas las mañanas eran tan cálidos y llenos de amor que me daba repugnancia pero a la vez los necesitaba. Ahora los necesito y se me hace imposible de creer que haya encontrado esa calidez en.. él. No quería que terminara, quería sentir su calor por más tiempo, quería pensar en mi madre, quería hacer creer que eso brazos eran los de ella pero cuando lo logre sentí como recargaba su cabeza en mi hombro y al ver sus lagrimas junto a su insoportable sonrisa me hizo olvidar de todo, de todos los estúpidos problemas, me hizo pensar que a su lado todo iría por buen camino.
Y no sabía bien que significaba, pero una vez mi madre me dio un libro de poesías y una de ellas quedo marcada en mi por alguna razón que desconozco, en verdad esa llamo mi atención muchísimo más que la demás, por algo sera eso creo...
"Se enamoró... de quien no imaginaba, de quien no esperaba y de quien no estaba buscando.
Desde ese momento aprendió que el amor no se elige. Es él quien nos elige a nosotros."
Pero, claramente y obviamente, no es amor. Él es un chico y yo igual. No estoy en contra de los homosexuales pero yo no seguiría ese camino, no es mi destino que me den por el culo.
Es complicado y necesito olvidarlo.
Saque mi celular y marque su número. No existe mejor remedio que un buen polvo.
—¿Mello? —río.— Sabía que no lograrías olvidarme fácil.
Abby es, fue y será nada más que una vía de escape. Siempre recuro a entre medio de sus piernas para olvidar la mierda de éste mundo por al menos un rato. Estaría de más decir que es mi ex pero nunca sentí nada por ella, sólo amo sus movimientos en la cama. De eso si que no me quejo. Pero fuera de eso, es algo más que irritante y loca, por eso Nathan y yo decidimos nombrarla como Abby la Loca. Poco original pero sobra de realidad.
Suspire. —¿Estás sola?
—Claro que sí. —Claro, siempre lo estás, zorra. —Ya sabes, estaré en mi cuarto. Como siempre, mellow.
—Ya deja de decirme así, es Mello. —Me pone los pelos de punta está mujer y sus idioteces. —Nos vemos, Abby.
—¡Espera! —gritó a travez del celular, adiós tímpanos.
—¿Qué quieres?
—Tú te encargas de los condones, ¿verdad?
[...]
Mis parpados pesaban y me dolía la cabeza, aparte de cojer tome algunas cervezas de su padre pero no es momento de quejarme porque ahora mismo tengo que ir a mi casa. No pienso ir a la escuela, ya que es tarde de todos modos. Quite la sabana morada de encima mío y me pare, me vi al espero "Vaya que eres patético, Mihael." Escuche su voz, hace mucho tiempo que no aparecía en mi memoria y estaba bien. Él me atormento noche y día en el orfanato de mierda. Ahora mismo tengo una ganas de matarlo.
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Ayúdame.
FanfictionEllos sufren. Ellos aparentan ser cosas que no son. ¿Familia perfecta? ¿Chico frió? Son solo suposiciones. Muy dentro de ellos el sentimiento de calidez, el sentirse humano se ha desvanecido. El tiempo les enseño a no ilusionarse, y ser fuerte con l...