4.¿Salón...manga? ¿Qué es eso?

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—Me gustaría...—Dice Dalas. —Bueno, nos gustaría que viniéses al salón manga este Sábado con nosotros.

Puedo ver el rubor en las mejillas de Tobias y los demás.

—¿Salón de manga? ¿qué es eso?

He oído hablar alguna vez de ese evento pero no sé a ciencia cierta lo que es. Siempre he pensado que tenía que ver con el mundo friki.

—¿No sabes lo que es? —Jay pregunta, aún en estado de shock.

—Sí, pero no sé como es. No sé mucho, la verdad. ¿Sóis frikis?

A Dereck le parece molestar.

—Pues sí. —Aclara él. —Aunque no nos gusta ese término.

Respeto su opinión y mantengo mi boca cerrada. Asiento ante la propuesta y todos sonríen. El resto del día me estuvieron lanzando miradas raras, y preguntándome acerca del por qué no sabía nada del salón del manga. Parece que les moleste el hecho de no gustarme el manga. O simplemente el hecho de no ser friki de nada.

Pero lo ignoro.

* * *

Llega el Sábado. El sol entra por mi ventana, atravesando con fuerza el cristal inpenetrable. Llama a mis ojos y mis pestañas alzan el vuelo.

Hoy es el día. Hoy, sé, que va a ser un día movido. El manga no me llama mucho la atención, y personalmente, nunca lo he visto. Vivo rodeada de frikis. Pero molan, por que son mis frikis, y los quiero, ya que, son las únicas personas que en una semana y media me han demostrado lo que muchas personas en años no me han demostrado nunca. La amistad.

Tobias: Am, dinos donde queda tu casa, vamos para allá.

Río a carcajadas; Son las doce, y ya están despiertos. Soy una dormilona, eso no lo niego.

Les indico donde vivo. En menos de diez minutos ya están aquí.

—Heeeey Amanda. —Saluda Tobias, divertido, más de lo habitual.

Seguido de él, me saludan Dereck, Dalas y Jay.

—¡Vámonos! —Grita Tobi. —¡Salón del manga, allá vamos, bebé!

Su apodo me parece gracioso.

—Sí, —Interviene Jay. —Seguro que él no tendrá novia nunca.

Todos estallamos a carcajadas. Excepto Jay. Él parece tener una leve risa atractiva que le haría caer la baba a cualquiera.

—No, nena. —Dice Jay. —Tú no irás vestida así.

Ellos se quitan la chaqueta, van vestidos cada uno de un pokémon.

Saca de su mochila un disfraz de pikachu.

—¿Es enserio? —Río entre dientes.

—Te lo compramos adrede para ti.

No tengo más remedio que aceptar la propuesta. Entro a casa y me cambio. Finalmente salgo.

Y ahí nos véis, cinco amigos, disfrazados cada uno de un pokémon. Aunque tengo que admitir, que me veo sexy así. Parece un pijama con capucha.

Todos me miran de arriba a abajo.

—Wow. —Dice Tobias. —¡Estás genial! —Me da un fuerte abrazo.

Jay pone sus manos en sus bolsillos y me lanza una dulce sonrisa. -Sí, estás preciosa.

Dereck ríe descaradamente junto a Dalas. Vaya dos.

Nos dirigimos hacia aquel sitio. Mientras me pregunto...¿como será?

*Foto modelo del disfraz en multimedia*

Equipo de...¿frikis? ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora