22. Soy humana

1.3K 104 14
                                    

—Yo no hice nada —aseguró Tony dándome una mirada rápida—. ¿Qué hacen aquí? —cuestionó él, no de la mejor manera—. Creí que vendrían más tarde. No los esperaba aún.

—A Fury le urge los modelos —la voz de Alice me hizo enfurecer de manera inigualable.

—Me voy, Tony —me puse de pie—. Te veo después.

—¿Cómo? —preguntó Stark—. ¿Ya te marchas?

—Gracias por entender —deje un beso en su mejilla—. Me pondré en contacto contigo, por eso no te preocupes. Nos vemos —la última sonrisa y me di la media vuelta para salir de aquella asfixiante habitación.

—Tenemos que hablar —Steve tomó mi brazo impidiéndome salir. Aquel agarre me puso tan incomoda y molesta a la misma vez.

—He hablado contigo más de lo que deseaba —me solté bruscamente—. Fuimos muy claros los dos la última vez —avancé hacía la salida y como aquella mujer no se movió, la moví a mi manera.

~~~

—¡Ana! —escuché llamar mi nombre, por lo que baje los escalones más rápido para ir a mi auto—. ¡Por favor! —él llego hasta mi colocándose frente mío—. Tenemos que hablar.

—No hay nada de qué hablar Capitán Rogers —aseguré manteniéndome firme en mi posición—. Me voy —di un paso a la derecha, lo que el dio ese paso al contrario quedando nuevamente frente a mí.

—Renunciaste a S.H.I.E.L.D. —habló.

—¿Cómo sabes eso? —cuestioné—. ¿Fury te lo dijo? —él no respondió—. No, él no te lo dijo. Nick sabe guardar secretos, fue ella ¿no es así?. Claro que fue ella —sonreí cínicamente—. Pues que te siga manteniendo informado.

—¿También renunciaste aquí? —cuestionó él volviéndose a interponer en mi camino—. ¿Stark te lo permitió?

—Stark no es mi puto dueño —aclaré—. Y no tengo a ti que darte alaguna explicación.

—Por supuesto que no me explicaras sobre los expedientes que sacaste de S.H.I.E.L.D supongo.

—¿En serio crees que lo haré? —cuestioné con una sonrisa—. Me da ternura que creas que me conoces.

—Es porque te conozco que sé que no lo harás. Pero, porque lo sé, sé que es algo importante para ti, si no Fury no hubiera aceptado. ¿Acaso es tu expediente? ¿Tal vez el mío? No, ya sé. El de Alice —solté una risa.

—No eres un buen espía —aseguré—. Dejare de perder mi tiempo contigo, que tengo cosas más importes que hacer.

—¿Cómo hundirte en la miseria? —levante mis ojos para verlo a él—. No eres la única. ¿Crees que yo no sufro por tu partida? ¿Acaso te has puesto en mi lugar una sola vez?

—¿Y tú lo has hecho? —contraataque—. No Steve, no eres la víctima. ¿Quieres saber cómo es que me siento? Bien, te lo mostrare —mi puño derecho se impactó en la boca de su estómago—. Multiplícalo por mil, idiota —susurre en su oreja para por fin pasar sobre él y largarme de una vez por todas.

***

Toque el timbre de la casa, según el gps esta era la dirección correcta, más el taxista me trajo a este lugar diciendo que era aquí la dirección que le había proporcionado.

—¿Ana? —el rostro de mamá quedo perfecto con su voz de desconcierto.

—Hola familia —sonreí.

—¡Ana! —mi pequeño hermano menor apareció dándome un fuerte abrazo.

—Enano —lo cargué entre mis brazos—. Te extrañé mucho ¿sabes? —dejé un par de besos en su rostro.

Libre - Segunda TemporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora