Libre - Segunda Temporada

9. Nuevo comienzo.

—Y listo —mencioné colocando el último globo de decoración—. ¿Qué tal quedó? —miré la pequeña obra que habíamos realizado juntos.

—Se ve muy bien —Jason se colocó a mi lado mirando nuestra obra de arte.

—Ya casi llegan —informé mirando la hora en mi reloj—. ¿Me veo bien? ¿Parezco hermana responsable? —le pregunté a Steve alisando mi ropa. Esta vez y por petición de mi madre use un vestido.

—Te ves hermosa —aseguró Steve con una sonrisa divertida y dejando un beso en mi frente—. Yo me voy

—¿Qué? —pregunté asustada—. Oh no. No, tú te quedas.

—Es un asunto de familia amor.

—Y tú eres de la familia ahora, así que quédate por favor —pedí rogando internamente que aceptara hacerlo—. Steve no soy buena con los niños...

—Claro que lo eres —aseguró de inmediato—. ¿Recuerdas a la pequeña de la feria? De hecho, eres mejor con los niños que con los adultos.

—Los niños son inocentes, los adultos jamás lo son.

—¡Ya vienen! —gritó Kate desde la puerta llamando mi atención.

Miré a Steve entrando en nerviosismo, pero este sólo me dedico una sonrisa y tomó mi mano entre la suya dándome el apoyo que ocupaba.

—Bienvenido —mencionamos al unísono cuando nuestros padres cruzaron por la puerta junto al nuevo integrante de la familia.

Aquel pequeño, no era tan pequeño. Era un niño de aproximadamente unos 8 u 9 años, por mi mente pasó que mis padres adoptarían a un niño de 4 o 5 años, pero estaba muy equivocada. Aquel nervioso e incómodo pequeño tenía su cabello castaño, con pequeñas pecas que adornaban su rostro y unos bonitos ojos color azul.

—Hola —la primera en saludar fue mi hermana—. Soy Kate ¿Como te llamas?

—Ho...hola —hablo tímidamente. El observo a mis padres y estos sólo asintieron en respuesta—. Soy Matthew

—Hola Matthew, yo soy Jason —el mayor de los tres se presentó dándole una sonrisa al pequeño—. Y es un placer conocerte por fin.

—Hola Jason —su voz a penas y lograba escucharse. Realmente estaba muy nervioso y tímido.

—Hola —saludé colocándome a su altura—. Soy Ana. Es un placer conocerte Matthew. Quiero contarte un secreto —susurré a manera de decirle uno—. Yo también soy adoptada. Estás en el mejor lugar que te puedes imaginar. Sé que será un poco difícil al inicio, pero nosotros te tendremos paciencia y te ayudaremos en todo lo que necesites.

—¿Él también va a ser mi hermano? —preguntó mirando tras de mí. Aquel pequeño señaló con sus ojos a el rubio.

—Oh no —negué con una pequeña sonrisa, poniéndome de pie nuevamente me coloqué junto a Steve—. Él es Steve. Steve es mi novio —tomé la mano de Rogers entrelazando sus dedos con los míos.

—Un gusto conocerte. Soy Steve —se presentó con una sonrisa.

—¿Ustedes son los súper héroes que salvaron el mundo? —preguntó un poco más entusiasta.

—Si. Somos nosotros —respondí con una sonrisa—. Steve y yo, somos un poco diferentes, solo un poco —hice una seña con mi mano y sonrió.

—Hicimos algo para ti —informó mi hermana—. Acompáñame —Kate lo tomo de la mano guiándolo por la casa.

—Gracias —mencionó mi madre regalándonos una sonrisa.

—No hay porque mamá —habló mi hermano—. Él no tiene la culpa.