26. Ellos volverán.

1.4K 112 26
                                    

—De verdad muchas gracias a todos por todo lo que estas haciendo por mi —agradecí una vez más.

—Es porque creemos en tu inocencia, que estamos aquí —aseguró Fury.

Sonreí agradecida para volver a guardar silencio en mi lugar. Había muchos sentimientos encontrados en mi ser, y es que estaba en una montaña rusa de emociones, en segundos me encontraba en los más alto y en otros momentos en lo más bajo. Sentía que el tiempo pasaba tan lento como ir en una subida eterna y aquello me hacía sentirme más nerviosa cada vez.

Estaba orgullosa de mi misma por mantener la postura ante la situación pues quería gritar, quería romper todo, quería llorar, pedía ayuda a gritos en mi interior porque realmente no era tan fuerte cómo me estaba dejando ver.

Había una tensión en el aire, una incomodidad en la habitación y es que Rogers y yo estábamos en el mismo lugar, a tan sólo unos metros de distancia. No había estado tan cerca de él desde hace ya mucho tiempo. Ambos sólo nos dedicábamos miradas cortas en ocasiones, pero ninguno nos dirigimos la palabra nuevamente, pues el que estuviera aquí no significaba que estuviéramos bien.

—¿Por qué no está en su lugar? —una furiosa Alice entró por las puertas con voz autoritaria.

—Yo la he cambiado de habitación —respondió Fury seguro de, poniéndose de pie.

—Le pediré de la manera más atenta, que no se meta en mi investigación —aclaró Alice hacia el moreno dejándonos a todos atónitos—. Ella —me señaló—, es mi asunto. Es mi detenida y yo digo lo que se hace con ella.

—Pues ella —Nick usó el mismo tono que había usado ella—: es mi agente, mi problema, y no dejare que violen sus derechos. Y te recuerdo que soy tu jefe.

—Parece que no —respondió ella—. Ya no sigo sus órdenes. Y es mejor para todos que se mantengan al margen de la situación, de lo contrario serán cómplices.

—¿De que? —cuestionó Steve a mis espaldas.

—De esto —Alice lanzó a la mesa unas carpetas con documentación en ella—. Hay, pequeñas compañías que cuentan con tecnología avanzada y alienígena. ¿Y quien es quien tuvo que hacer servicio comunitario por los desastres que dejó el hermano de Thor? ¿Quién se encargó de gran parte de la limpieza de la ciudad? Ahí claramente se ve cómo los archivos y prototipos de armas que S.H.I.E.L.D tenía para pruebas a futuro y nuevas amenazas se encuentran en las manos de alguien más. Te mande a esa misión en España, porque aquel hombre me dio tu nombre, fui a revisar y tu clave estaba más de una vez en los registros de los archivos. No tuviste la decencia de borrar el historial. Claro, cómo eres la pobre de Ana, no hay nadie quien te pueda cuestionar. Aparte de que en tu casa encontramos esto —Alice colocó una lista con los nombres y direcciones de a quienes había asesinado—. Uno por cada día —en la pantalla se encontraban los cuerpos sin vida de los hombres—. No sé cómo encontraste sus nombres y direcciones, pero todo lo tenemos ahora nosotros y te advierto que sus pertenencias serán procesadas, así como toda la evidencia encontrada en tu casa.

—¿De que hablas? —cuestioné.

—De lo que escondías. Bajo la cama y el closet es el lugar menos indicado para esconder algo.

—No entiendo lo que estás diciendo —aclaré—. Yo no he vendido información a nadie, ni siquiera había visto esos planos en mi vida. Mi número de acceso lo usé una sola vez y fue bajo la supervisión de Fury. Nada de lo que estás diciendo tiene sentido alguno. Tú me quieres aquí por una razón, me estás encerrando sin ninguna prueba convincente.

—¿Qué más pruebas quieres que todo esto? —señaló todos los documentos—. Te estás hundiendo tu sola Ana. Todos lo están viendo menos tú. Se acabo tu juego, te quite la máscara.

Libre - Segunda TemporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora