3. Alex

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Narrador

Mientras el millonario mencionaba las ideas que tenia para las nuevas ideas de la torre que llevaría por nombre vengadores, Ana se encontraba perdida en sus pensamientos y sumida en si misma sin prestar la más mínima atención a el multimillonario frente a ella.

Stark hablaba y hablaba de las posibles mejoras de toda la torre, la seguridad, los nuevos equipamientos, las salas de entrenamientos que podían tener, un área para crear pequeñas misiones. Se notaba la emoción en el héroe en su voz y en todo su esplendor. Aun así, la chica seguía sumida en sí misma.

Las imágenes de la noche habían llegado a la memoria de Ana nuevamente, sus recuerdos aún seguían latente y recientes. Anhelaba con todas sus fuerzas poder enterrar los malos momentos y esos recuerdos que estaban con ella siempre. Deseaba que en alguna misión su cabeza se golpeara tan duro contra algo para así perder la memoria y no recordar todo su oscuro pasado, el cual cargaba desde aquel día.

Ana luchaba contra ella misma cada día que pasaba, cada mañana que abría los ojos y miraba ese techo color blanco se preguntaba ¿cuál era su misión en esta vida y por qué aún pisaba la tierra? Después de todo por lo que había pasado, ella aun seguía en la tierra. Había vivido décadas, años asesinado a diestra y siniestra, todo hubiera sido más fácil si ella no fuera tan buena en su trabajo y tan solo le hubieran disparado en la cabeza en alguna ocasión todo sería más fácil para todos.

El mundo estaría mucho mejor sin ella, de eso no había duda. Pero, por otra parte, ahora no quería desaparecer del todo, había algo que le importaba. Aunque Ana en el fondo quisiera ser la persona más egoísta del mundo, simplemente no estaba en su naturaleza.

—¡Ana! —la voz alta de Stark sobresalto el cuerpo de Ana de la silla donde se encontraba.

—Lo siento. ¿Me decías? —la chica miro con vergüenza a su jefe que la observaba con un deje de seriedad.

—Hablé con Steve y me conto sobre... —ella se puso de pie de la silla avanzando hacia la mesa por un vaso de agua.

—No paso nada —aseguró.

—Negarlo no logra que no haya pasado —Tony se encogió de hombros. Ana dejó salir un suspiro pesado, pues el idiota tenía razón.

—Aceptarlo tampoco ayudara de nada.

—O si lo hará —aseguró Tony. — Hablarlo ayuda Ana, tú sabes eso.

—No quiero recordarlo más de lo necesario, Tony —la chica tomó asiento nuevamente en la silla de manera rendida. Tenía razón, no quería que aquellas memorias aparecieran de nueva cuenta. — No quiero atormentarme más de la cuenta.

—Solo necesitas ser escuchada —su mejor amigo colocó ambas manos en los hombros de la chica dándole su apoyo incondicional. — Ya no estás en esa burbuja, ahora hay personas que se preocupan por ti. Recuerda eso —la joven agente de Shield asintió con un movimiento de cabeza. — Ahora ve a descansar, yo me encargaré de todo este papeleo —ordenó Stark poniendo de pie a quien era a pesar de todo su trabajadora y la cual debía obedecer su orden.

—Tony no me quites mi distracción para...

—Esto no es distracción —interrumpió Stark. — Esto es trabajo y te agotará más. Tomate el día libre. Ve hacer lo que te dé en gana. Pero no vengas hasta que te sientas mejor. Y es una orden.

—Si señor.

Stark cerró la puerta a sus espaldas sin esperar la respuesta de la chica, aunque ella había aceptado después de todo y es que ambos eran igual de obstinados, sabía que no le a ganar a Stark en quedarse en su lugar de trabajo.

Libre - Segunda TemporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora