Libre - Segunda Temporada

30. Tu no tienes a nadie

—Hola, ¿cómo estás? —sentí una mano posarse en mi espalda para tomar asiento a mi lado.

—No muy bien —respondí de manera sincera dejando caer un poco mi cuerpo en el respaldo de la silla.

—¿No hay nada aun? —preguntó Alex mirando los papeles que tenía sobre la mesa. Negue sin mencionar palabra alguna—. La encontraremos, ya lo veras. Su familia también la está buscando con ayuda del FBI, la CIA e incluso la Interpol, su papá a pedido todos los recursos del gobierno que ha podido. En SHIELD Nick junto con Maria no dejan de buscarla y es obvio que Tony está moviendo cada satélite y metiéndose en cada cámara de video y celular que puede, pero parece que se la trago la tierra.

—Si ellos lo tienen la deben tener en una cueva —el coraje e impotencia se habían hecho presente—. Debí hacer algo en ese momento. Yo debí enfrentarlos y

—Y lo primero que habrían hecho era matarla a ella en cuanto te vieran.

—A menos estaría a salvo de ellos —comente.

—Pero no la volveríamos a ver jamás. Steve, tenemos la esperanza de que vuela, hay que sujetarnos y no soltarla. Porque si la perdemos ya no nos quedara nada con que luchar. Sé que no la esta pasando nada bien donde sea que este, que ellos ya la deben de estar haciendo una y mil cosas, pero cuando vulva a nosotros la ayudaremos a volver hacer ella misma. Tengo miedo, realmente estoy aterrada, pero quiero a mi mejor amiga de vuelta conmigo y no me rendiré hasta que esté de nuevo a mi lado. Ana es alguien muy importante para mí, es alguien que estuvo conmigo en todo momento de mi vida, en las buenas en las malas, en los días tristes y en los días felices. Así yo estaré para ella, no importa que pase o si me tengo que ensuciar las manos, lo hare porque ella lo haría por mí, porque ella lo hace por los que ama. No la decepcionare.

—La amo —asegure—. Y todo esto es mi culpa, ella siempre me advirtió sobre Alice y yo nunca quise creer porque parecía una buena chica. Era alguien agradable, pensaba que eran celos tontos, porque yo solo la amaba a ella, no había nadie en mi corazón que no fuera Ana, ella es quien siempre está mi corazón, por eso era que me molestaba, porque no confiaba en mí y en mis sentimientos por ella, pero veo que el equivocado soy yo y que por mi culpa está en ese horrible lugar y yo pude haber hecho tanto para evitarlo, pero solo me quede sentad. Y no sabes cuánto me odio por ello.

—Usa ese coraje para pensar como el Capitán América, no Steve Rogers, no el hombre que perdió a la mujer que ama, si no el Capitán que termino con una guerra. Eres el único que conoce esa organización como nadie más. Toma esa ventaja a tu favor, esa solamente la tienes tu.

Narrador

En una explanada el aire libre se encontraba el cuerpo de la joven Ana el cual yacía en el suelo, sus labios morados ocultando su cabeza entre el cuerpo hecho un ovillo, su cabello completamente mojado dejando caer gotas frías a su alrededor ocasionando que temblara un más gracias al frío extremo que sentía en sí. Sus dientes titiritaban, movimientos involuntarios a causa del congelamiento y pequeños gemidos era lo que se podía apreciar de ella.

Ella se encontraba luchando por su vida, aunque sabía que una pulmonía no la mataría, en ese momento deseaba que lo hiciera, que su sufrimiento acabara en ese instante, que todo se volviera negro de una vez por todas y llegara a su fin. Una parte de ella quería volver a renacer y vivir de nuevo la vida que hubiera deseado, la que no pudo vivir en esta, pero su lado maduro quería que no hubiera un mañana, un nuevo comienzo ni otra oportunidad, no quería llegar de nuevo a este mundo que lo único que sabe hacer y dar a las personas es el sufrimiento. Ya lo había hecho lo suficiente, no había necesidad de uno nuevo.

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Los días pasaban y nadie encontraba alguna pista de Ana, era como si de verdad la tierra se la hubiera comido entera en un segundo, ni con toda la tecnología de Stark pudieron rastrearla y es que HYDRA no usaría tecnología en ella, no querían perderla de nueva cuenta, cometieron ese error una vez, no lo harán dos veces, era fácil, esconderla de todo y de todos.