XI

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Bifimglich me mira con aspecto sombrío, con una mueca de disgusto, ¿Qué será lo que le pasó? Debe ser porque desde hace mucho que no me hace sufrir, y por ende, no ha comido. Al parecer una hamburguesa no es lo suficiente para un Demonio.
Llegamos al departamento en donde ambos vivimos, y se sienta en el sillón rojo de la sala.
-Me gusta este aspecto- Dice Bifimglich- un chico bastante bien parecido, quizá... Tú deberías hacer lo mismo.
-¿Qué? ¿Cambiar de forma como un Demonio?
-De seguro no te lo he contado. Verás... Hay una forma en la que un humano o cualquier otro animal pueda cambiar de forma como un Demonio. Obviamente no es de manera natural, pero podrías... No se, pedirme eso.
Una propuesta bastante tentadora, digo, todos en la niñez hemos querido cambiar de forma, hemos soñado con ser alguien más. ¿Cómo se sentiría? Estar en el cuerpo de alguien más... La tentación siempre es la que termina destruyendo las metas, hace que siempre queremos lo mejor a cambio de lo peor... Como yo, por ejemplo. Yo quería ser superior en cuestión intelectual, y lo logré ¡Vaya que lo logré! Pero a cambio de la locura, la falta de sentimientos, mi seguridad a casi todo, inclusive la locura.
-¿Qué me darías a cambio?- pregunto intrigado y un poco convencido de su propuesta.
-Sentir las "acciones fantasmas".
-Y eso es...
-Las "acciones fantasma", así las nombré, dado que puedes ver las acciones que las personas quisieron haber hecho, pero sin embargo, no las hacen. Esto te podría joder aún más el cerebro, ya que, Scott, muchas personas tienen tendencias homicidas, suicidas, perversas y...
Alguien tocó la puerta. Cuando la abrí, no hubo necesidad de que Bifimglich se ocultara, dada su forma humanoide; y al ver quien tocaba, Sally me miraba.
-Hola. Quería ver si podrías comer en mi departamento, pero veo que tienes compañía.
-Oh, él es...
-Mucho gusto... Sally, ¿No es así? Soy Bifimglich, mucho gusto.
-Igualmente Bifimglich.
-Pasa, por favor. Yo hago la cena.- Dice Bifimglich.
Quedé en estado de shock momentáneamente, por varias razones: la primera, es que Sally no le prestó atención al nombre de el Demonio; la segunda, porque Bifimglich ya se había comido dos hamburguesas, y, aunque no se hubiera llenado con eso, él sabía que yo también había comido; y la tercera, porque Bifimglich ya había tomado la confianza de Sally.
Oh Sally... Si supieras que el ser que te va a hacer de cenar es un Demonio, lo pensarías dos veces.
-¿Qué quiere comer usted, bella dama?- le pregunta Bifimglich a Sally, mientras nos sentamos en la barra de la cocina.
-Me gustaría comida japonesa.- dice sonrojada.
-Teriyaki será.- Bifimglich se retira a cocinar.
-¿De donde conoces a Bifimglich?- pregunta feliz.
-Lo conocí gracias a un paciente, era un niño de seis años; al parecer había desarrollado insomnio.- ¡Qué buena salida! Me merezco un aplauso imaginario *clap* *clap*.
-¿Quién tenía insomnio? ¿El Niño o Bifimglich?
-El niño, pero Bifimglich lo está padeciendo.
–¿Desde cuándo viven juntos?
-Desde hace un mes- contesta Bifimglich, haciendo su maravillosa entrada con él Teriyaki.- la cena está servida- dice mientras nos sirve a cada uno.
La cena estuvo magnífica, pero después de un rato, Sally se tuvo que ir, y la duda del comienzo, emerge:
-¿Cómo es que ella no se sorprendió al escuchar tu nombre?
-Fácilmente, he desarrollado una habilidad con el paso de los años: la habilidad de la confianza y de manipulación. Tú eres "inmune", dada tu súper inteligencia, igual a la mía.
-¿puedo hacerte una pregunta?
-adelante.
-¿Como puedo adquirir las habilidades de los demás?
-Puedes hacerlo con un producto químico, o bien, yo te lo puedo conceder. ¿Lo quieres? Tú sabes lo que tienes que hacer.
Después de pensarlo un rato, accedí.
-Bien, no te voy a hacer sufrir de otra manera, ya que la forma de adquirir las habilidades, ya es lo suficientemente sádico.
<<Es igual de simple, como psicótico: tienes que comerte al ser que tiene las habilidades que tú quieras, si no quieres, no es necesario todo el cuerpo, sino la parte que realice las acciones. Por ejemplo, quieres ser igual de veloz que una persona que viste en la calle, si quieres, puedes ir tras sus piernas, y te las comes. En pocas palabras, te volverías un canibal.
-No tengo problema con eso- respondo- técnicamente, la carne humana, es carne selecta. Creo que podría llegar a ser de mejor calidad que la de otro animal. Acepto.

Un simple tratoWhere stories live. Discover now