XVIII

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-¿Qué me pueden decir acerca de la física cuántica?
El salón en completo silencio.
-Física... Cuántica. ¡Vamos, que no es tan difícil!
Cuanto estaba a punto de rendirme y de pedirle a Bifimglich que respondiera, una chica de unos 18 años alza la mano.
-La física cuántica , o La mecánica cuántica, es una rama de la física que se ocupa de los fenómenos físicos a escalas microscópicas.
-¡Sin buscar en Wikipedia!
Escucho que se ríe Bifimglich.
-N-no, profesor. No busqué en Wikipedia.
-¿Cuál es tu nombre?- pregunto.
-Amy, profesor.
-De acuerdo, Amy, tu respuesta es correcta.
Ubico a Bifimglich entre las personas, y me percato de que está mirando fijamente a Amy, me doy la vuelta y me vuelvo a poner el collar, intento leerle la mente a aquella chica y, sorprendentemente, si pude, pero algo me dice que por muy poco.
Seguimos con la clase y Amy se quedó callada durante este lapso, es curioso, porque su cabeza es muy ruidosa.
A las 10 a.m. Todos se salen del aula, ella se queda hasta el último, y cuando está a punto de irse, Bifimglich, o mejor dicho, Andrew se le acerca y se van juntos. ¿Acaso soy el único que lo ve raro?
Salgo del salón y los veo acercándose hacia una banca, se sientan y siguen platicando, aprovecho la oportunidad y me voy.
Veo a Charles a lo lejos y se percata de que lo miro, así que se acerca a mi.
-¿Qué tal tu día?- me pregunta Charles.
-Bien, ya sabes, enseñando.
-Repíteme de nuevo, ¿De qué eres profesor?
-De física- respondo- ¿quieres hacer algo hoy en la tarde?
-Si, si es que me da tiempo. ¿Te parece a las 4?
-De acuerdo, ¿En "Demian"?
-Si, es que tengo que planear lo que enseñaré mañana. Bueno, nos vemos.
Se va y yo me quedo esperando a Bifimglich, quien regresa con una enorme sonrisa.
-¿Qué?
-¿Qué de que?-pregunta el Demonio.
-De lo de Amy, ¿Qué hiciste con ella?
-Oh, tú sabes, ella es una chica bastante inteligente; hoy en tu clase intenté leerle la mente, obviamente pude, pero un poco más y no. En fin, creo que una relación no sería sospechoso, digo, tú y yo nos vamos a ir juntos a tu casa, ¿No? Tener una "novia"- hace comillas con los dedos- te convendría más a ti que a mí. Tómalo como un favor.
-De acuerdo, en fin, hoy me voy a ver con Charles, ya sabes, una plática amigo-amigo. Lo que quiero decir es que no te entrometas.
-Ya entendí, sabes que soy más listo que tú, sólo seré tu sombra de nuevo. ¿Nos vamos?
-Si.
Tomamos el Metro, o, de una manera más elegante, el tren subterráneo. Es genial cuando está vacío. Bifimglich- ya con el aspecto restaurado- y yo nos sentamos en los asientos vacíos.
-Hey, Scott.- dice el Demonio.
-¿qué quieres?
-No te haz comido a alguien.
-Si, ¿Y eso?
-Que, bueno, ya sabes, me da curiosidad a quien te comerías.
-Es que no le he puesto el ojo a alguien. No hay alguien que valga la pena.
-¿Qué es lo que te gustaría tener de alguna persona? Digo, las antiguas civilizaciones de Mesoamérica (México) tenían la creencia de que al consumir la sangre de un guerrero poderoso, conseguirían sus "fortalezas", por así llamarlo; eso no les funcionó, obviamente, pero tú sí puedes. Aprovecha- Me alza las cejas.
-Me gustaría ser hábil, en cualquier aspecto. Me gustaría poder descansar una noche sin terrores nocturnos, me gustaría...
Bifimglich me interrumpe.
-Hay una manera de no tener los terrores nocturnos de la forma que te dije, pero te tendrías que comer los ojos, porque este es el "transporte" con los que puedes observar el exterior, y este es la base de las pesadillas.
-¿De cualquier persona?
-De cualquier persona que no sufra lo mismo que tú.

Un simple tratoWhere stories live. Discover now