XVI

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-¿Por que trabajas aquí?- pregunta Sally.

-Como pasatiempo, ¿sabes? mi vida es muy aburrida y me divierte ver a las personas y hacer deducciones de lo que es de ellos.

Charles, intrigado por la confesión de Bifimglich, pregunta:

-¿como haces eso?

-Muy sencillo- le responde. Mira fijamente a mi amigo y comenta:

-¿ves esa mancha de café que hay en tu camisa? está también en tu manga y pantalón, y esas manchas parecen de café. Quiere decir que estabas muy apresurado por algo en pleno desayuno. ¿recuerdan lo que les dije sobre escuchar conversaciones ajenas?

-¡Que chismoso!- dice Sally sorprendida, y eso que no ha visto nada aún.

-Charles había mencionado que iba a ver al psicólogo. ¿pero a quien le gusta ir al psicólogo? sin ofender, Scott.

-No, yo te apoyo.- debo de admitirlo, a mi también me está intrigando esas deducciones.

-Bien. Y como a nadie le gusta a ir, suponiendo que Charles no es la excepción, estaba dudándolo, y sólo hasta el ultimo momento se decidió.- Bifimglich hace una pausa para observar a Charles y ve que sus pupilas se han dilatado y que se ha ruborizado.

Continúa.

-Al saber que ustedes dos no se habían vuelto a ver desde hace seis años y verlos aquí, uní los puntos y deduje que se habían topado por la calle o Charles fue paciente de Scott, y , conociendo a Scott como es de sentimental, se lo trajo para acá y no dejaría que se fuera por segunda vez.

-Acertó- dijo con un tono de sorpresa y confusión.- ¿Eres una especie de Sherlock Holmes o algo así?

-Digamos... que soy especial.

-"mi mami me dijo que era especial por haber sacado un 10 en Aritmética"- dije burlonamente con tono de niño mimado. Todos, incluyendo a Bifimglich, empezamos a reír.

Vino otro mesero a pedirnos la orden y se fue, pero antes, Bifimglich lo miró fijamente a los ojos y de inmediato lo reconoció; preguntándole cosas como "¿por qué estás aquí?", "¿renunciaste?". "¿por qué?". Raro.

-¿y como haces tus deducciones?- pregunta Sally.

-¿por que? ¿quieres que te deduzca?- le dió una mirada pícara.

-¡no! q-quiero decir, ¿cómo lo haces?

-bueno, sólo doy observador. y puedes estar tranquila, guardaré tu secreto- le guiña el ojo a Sally y ella sonríe. Hay veces en las que en serio lo odio.

-¡Bifimglich! ¿puedes venir un momento?- le pido.

Nos alejamos a un rincón un poco alejado y le pregunto.

-¿tienes alguna especie de auricular que me permita escuchar los pensamientos?

-¿que planeas?

-No importa, sólo lo quiero.

-bueno- me mira con desconfianza- tengo este collar...

Hurga en uno de los bolsillos de su saco, que, se me olvidó describir, es un saco azul casual combinado con un pantalón de mezclilla negro; y me entrega un collar con un colguije en forma de el modelo atómico más famoso. me lo da, Me mira y adivina mis intenciones.

-Ni intentes leer mi mente, no funciona con personas con mayor o igual coeficiente intelectual. Posiblemente ni puedas leer los pensamientos de Charles, si eso es lo que estabas pensando en hacer, el es más inteligente de lo que piensas.

Un simple tratoWhere stories live. Discover now