XXI

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-¿Hola?
-Hola, madre, me gustaría saber si nos podemos ver de nuevo.
-Eso nos agradaría, a tu padre y a mí. ¿Por qué no vienes a la casa mañana? Espero que no tengas ningún compromiso este sábado.
-No, claro que no. Gracias y nos vemos mañana, los quiero... A ambos.
Siempre se me ha dificultado expresar mi afecto con esas palabras. "Te amo" o "te quiero", es difícil para mí.
Al finalizar la llamada, Bifimglich me mira extrañando.
-¿Cuanto tiempo me espiaste antes de ofrecerme el trato?
-Mmmmm, veamos... Oh, sí, desde que te mudaste. En ese entonces había adoptado la forma de un vago. Estaba demasiado débil como para buscar alimento. Después te vi y, por tu expresión facial, y tu comportamiento al viajar en tu coche barato, me di cuenta de que eres un chico "desafortunado", o, ¿cómo decirlo? Una persona con dificultades sociales, un chico solitario que aún sufría de la pérdida de un amigo.
>>Después de hacer que varias personas me satisficieran con su dolor, te vi por la ventana de tu cuarto, y me di cuenta de que tenias otro problema: Tus terrores nocturnos.
-¿Y lo del trato fue para...?
-Para que me alimentaras de mejor manera. Una manera de asegurarme con vida.
-¿No que eres inmortal?
-Soy inmortal en cuestión de edad. Puedo ser más viejo que el Sistema Solar y seguir vivo, pero no puedo seguir vivo después de 105 años sin comer.
Silencio.
No sabía cuánto podría preguntarle sin que me hiciera daño.
-¿Puedo preguntarte otra cosa?
-Claro- responde el demonio.
-Hay muchos demonios en el pensamiento de muchos creyentes. ¿Hay alguno de tu especie que se haya involucrado? A lo que me refiero es si alguno ha aparecido y ha dicho que es un demonio/dios.
Bifimglich sé quedó pensando un tiempo, para luego recordar.
-Si, ya recuerdo.
>>Una vez, caminando por la ciudad filistea de Ecrón, en la forma de una mosca grotesca , volaba a lado de las personas, una, de las cuales, era un loco, alguien a quien te le puedes aparecer y nadie le creería si se los contase. Era perfecto.
>>en ese entonces usaba el nombre de Belcebú, de seguro el nombre te suena.
>>Escribí en varios lugares (donde estaba seguro que lo vería) la forma para "invocarme". Me aproveché de las creencias de los humanos como parte de la manipulación, para que hicieran lo que quisiese.
>>La forma de invocación era un ritual (algo en plan satánico). Después les proponía el trato, pero era un alto precio por conocimiento. Me daban de su carne y, en cambio, le daba respuestas.
>>Al poco tiempo, investigadores reunieron los datos que le daba al pobre loco y muchos otros me invocaban desde diferentes lugares del mundo.
Después de eso, el demonio comenzó a reírse desquiciadamente, y con justa razón, es hilarante. Me uní a su risa y seguimos charlando.
-En fin- digo, comenzando un nuevo tema- ¿Cómo me piensas acompañar a casa de mis padres?
-¿Cómo una mosca, quizá?
-Pfff, una mosca, eso pasó de moda hace cientos de años.
-Bueno, no sé si ya te lo había dicho antes, pero me puedo fusionar contigo como un pensamiento.
-¿Quieres decir que estarás en mi mente?
-Sip.
-Bien, me agrada. Hazlo.
Me dirigí a la habitación para poder descansar, pero fracaso, porque mi insomnio se acabó y mi miseria volvió.
Olvidé cómo era, y, como recordé como era no tener terrores nocturnos, se agravó mi problema.
Podría comerme unos ojos...
Sigo durmiendo.
Estoy en la casa de mis padres, es sábado, toco la puerta y nadie contesta. Abro la puerta y me adentro a lo que solía ser mi hogar. No encuentro a mis padres ni a mi hermana.
No me dijiste que tenías una hermana.
¿Qué fue eso? No importa, debe ser mi mente reaccionando así porque casi nunca la menciono.
Camino por los pasillos del segundo piso. Me dirijo a lo que solía ser mi habitación y veo a Gwen, mi hermanita de tan sólo 16 años tirada en el suelo y cubierta de sangre.
Qué horror, ¿no crees?
Mi estómago se contrae de frustración e impotencia, mientras mis ojos se llenan de lágrimas.
Voy al cuarto de mis padres y veo que discuten acaloradamente. Mi padre le da una bofetada a mi madre, mientras que esta le dispara a él. Mi madre me mira y me sonríe, luego se dispara.
Ojos.
¿Qué?
Ojos, Scott, ojos.
Me doy la vuelta y veo que Sally y Charles me ven, ¿pero cómo pueden hacerlo, si no tienen ojos?
Sally se acerca hacia mi, me muestra una sonrisa coqueta digna de ella y me besa, no me puedo quejar, es igual de delicioso que en el otro sueño,
Patético.
y siento que ella es sólo una distracción para lo que sigue. En el momento menos esperado, me someten a la tortura de sacarme los
Ojos.
ojos.
Me despierto súbitamente, sudando, y , con mi mala fortuna, solo me dormí una hora.
Salgo de mi departamento  corriendo con unas tijeras. ¡No lo soporto! ¡Al diablo! ¡Me comeré los jodidos ojos! ¡Complaceré a Bifimglich!
Veo a un vago cerca, corro hacia él y lo atraigo hacia un callejón con la promesa de comida.
¡No es mentira, para nada! Le clavo las tijeras en cada ojo, los extraigo de sus cuencas y me los como.
Delicioso, no lo niegues.
-¡Cállate!
Apuñalo al pobre hombre en el corazón para que se muera de una vez. Lo abandono ahí mismo y me voy a mi departamento, lavo las tijeras y me vuelvo a dormir, aliviado, porque pude soñar por primera vez desde hace años.

Un simple tratoWhere stories live. Discover now