Clase de patinaje.

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Me encontraba alarmada e inmediatamente, ante el pánico, comencé a buscar excusas, pero resultó que mi mente no estaba funcionando al cien por ciento.

—¿No piensas que mi idea fue increíble, genial, maravillosa…?— empezó Leila mientras terminábamos de subir los escalones hacía mi habitación. No era solo el hecho de que me sentía obligada a ir a aquella salida, sino también me habían recomendado subir y cambiarme de ropa por ropa de abrigo, porque tenía una amiga anormal que, en los últimos días antes del invierno, en vez de organizar una salida al parque, decidió llevarnos a una pista de patinaje sobre hielo. Dónde es más que seguro que no salga viva o en una sola pieza.

—Claro, magnifica idea, Leila—dije sarcástica.

— ¿Acaso no quieres ir? Está mas que claro que yo no aceptaría un no como respuesta—dijo, haciendo un puchero ridículo. Desde que empezó a salir con Zayn, su personalidad cambió. Digamos que Zayn sacó su parte más extravagante, sacó a la luz a una Leila distinta y total y perdidamente enamorada. Sé que si la vieja Leila se viese en este preciso momento, se auto-abofetearía. Y yo lo hubiera hecho también si es que no la hubiese visto tan feliz.

—No es eso. Por empezar, allí afuera está Melanie. ¿Has visto lo que ocurrió esta mañana? ¡Casi me mata! —chillé horrorizada, recordé aquella escena y hice el mayor esfuerzo por no estallar a carcajadas o llorar de lástima y miedo; pero no tan solo fue aquel escenario el que cruzó por mi mente, la repugnante imagen de Melanie y Zack besándose en el bosque detrás del colegio me causó escalofríos. No solo debía lidiar con la idea de que allá abajo me esperaba la rubia teñida Sparks, sino también, se encontraba Niall Horan esperándome tan solo a un piso. Y el corazón comenzó a achicarse. Me acobardé. No tenía idea si la razón era tan solo por su presencia, o era la culpa de haber sido público de aquel beso y no habérselo dicho. Quería borrarlo, quería restaurar mi chip de memoria y eliminar aquellas espantosas imágenes y no caminar con el peso de saber aquel secreto, que conociendo a Melanie, estaba más que segura que Niall no estaba para nada enterado de esa situación. —Además, hay algo de lo que no te conté.

 —¿De qué hablas?

—Bueno, esta mañana salí al patio trasero a buscar a Juliet, pero no la encontré, entonces decidí ir a caminar al bosque y en el camino…

— ¿Al bosque? ¿Qué harías en el bosque? —interrumpió.

—Nada malo, por Dios. Solo caminaba, y fue cuándo escuché un ruido, me acerqué a ver de dónde provenía y encontré a Melanie y Zack besándose. Fue espeluznante.

Y me sentí con una carga menos, bueno, no era exactamente esa sensación. Se sentía mas bien como cuándo te logras sentir un poco mejor, pero sabes que lo que estás haciendo, no te ayudará a terminar con aquel problema. Es como una ayuda.

Luego de colocarme mi chaleco, observé a Leila. Estaba sentada en mi cama y parecía transitar una especie de transición de incredibilidad.

—¿No me lo crees? —pregunté, alzando las cejas.

—Bueno, no me sorprende. Esa zorra…pero es comprensible, anda de aquí para allí regalando besos y regalando más que eso, pero lo dejaré a tu criterio.

—Y, ¿no piensas en Niall? Me siento mal por él, digo, es su novia ¿no? Lo está engañando.

—Espera ¿qué? —comenzó a reír. —Melanie y Niall no son novios, ¿de dónde has sacado esa idea?

Leila debía estar jugando. Sí, estaba tan solo bromeando conmigo. Es qué, ¡yo los había visto besándose! Bueno, había evitado ver aquella escena, pero estuve presente, que es casi lo mismo. Y si bien “besarse” no significa convertirse en la pareja de la otra persona —lo aprendí con el mismísimo Harry Styles—, estaba convencida de que no era así. O tal vez, yo había exagerado (como siempre) y había llevado mis pensamientos al extremo. Quizá, era lo que me convenía. Imaginar que Niall estaba con Melanie, me dejaba libre y otra vez, mi cabeza sacaba humo de tanto pensar.

Its Gotta Be YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora