Prologo

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Él tiene que tomar una decisión, no puede seguir engañándose así mismo. Sabe lo que siente, aunque debe aceptarse a sí mismo que al principio le aterraba, el gran Capitán América no estaba más que aterrado por los sentimientos que sentía hacia una mujer, de nuevo. Decidió recorrer sus recuerdos, recuerdos vistos desde los ojos de todos los demás, el museo a su honor. Todo lo que había allí él lo vivió, lo vio con sus propios ojos y ahora solo eran memorias fugaces, todos esos rostros. Era increíble para él creer que toda esa gente le admiraba, que niñas y mujeres suspiraban por él, que niños querían ser como él, que hombres de todas las edades lo admiraban, tanta gente interesada en toda su historia. Se dio cuenta una inocente mirada posada en él, un niño de no más de 8 años lo miraba con sus ojos abiertos, sorprendido por haberlo visto y darse cuenta quien era. Steve Rogers sonrió con dulzura al menor y le pidió silencio, nadie debía enterarse que estaba allí. El niño con su boca abierta por la sorpresa aun sin creer lo que sus ojos miraban asintió y guardaría aquello para siempre solo para él.

Aquella moto, aquellos héroes que lucharon junto a él, estaban plasmados allí pero no vivos, no para explicarle a Steve o para compartir sus hazañas, se había perdido de siete décadas en las cuales todos los que conoció y lucharon con el ya no estaban. Incluido Bucky, cuanto habían soñado ambos con salvar al mundo, ahora los dos eran parte de un museo que citaba su biografía. Era tan irreal ver a su mejor amigo junto a él en esos vídeos en blanco y negro, verse así mismo como en un espejo pero ver que ahora a su lado, su mejor amigo ya no está. Quería decir que se sentía solo, pero no se podía mentir, desde hacía casi un año, ya no había vuelto a sentirse solo nunca más desde que fue encontrado, desde incluso hace 70 años y eso lo había llevado allí. Sintiéndose culpable por seguir adelante con una vida que le fue arrebatada hace décadas. Esa culpa era mayor cuando vio el vídeo de Peggy, su querida Peggy que hablaba de él en aquel vídeo.

- Steve, El Capitán Rogers, salvo miles de vidas, incluida la del hombre que se convertiría en mi esposo. Aún muerto, Steve siguió cambiando mi vida.

Sabía a donde tenía que ir, sabía lo que quería escuchar y hablar. Necesitaba continuar pero antes tenía que hacerlo y lo hizo. Steve Rogers estaba preparado para reencontrarse con su primera chica, con Margaret Carter, le informaron que padecía Alzheimer. De la misma manera que podría recordarlo podría no hacerlo, su memoria no se mantenía en el mismo lugar por tiempo indefinido. Allí estaba ella, teniendo la misma belleza en su mirada aun con su edad, tal vez eso él siempre se fijaba en una mujer y en la que amaría, en ojos que le robaban el aliento. Cuando los ojos de Peggy se fijaron en él, lo reconoció enseguida, ella nunca de los nunca lo olvidaría.

-¿Steve?

- Soy yo

Peggy comenzó a llorar y se acercó a ella. Le conto todo, todo lo que el sabia de cuando despertó, todo cuanto ha podido saber y Peggy recordaba, recordaba todo. Le conto ella misma lo que paso después de que se dio por desaparecido, de que se le dio por muerto y ella recordaba cada parte de esos momentos, de esos recuerdos. Después de un largo rato Steve miro en la pequeña mesa de lado derecho fotos de Peggy junto a sus hijos cuando eran niños, ella había continuado, formo una familia, tuvo un futuro.

- Debes estar orgullosa de ti misma - dijo sonriendo mirando las fotos, ella siguió su mirada

- Aprendí a vivir la vida, tuve que vivir, viví mi propia vida - ella sonrió a él de manera maternal, sonrió al chico que una vez amo tanto y por el que en secreto lloro tantas noches al creerlo muerto - Ahora mi única petición es que tú puedas vivir tu propia vida.

Wherever you will go. (Donde quiera que vayas). Capitán América.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora