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La chica de cabello oscuro se baja del transporte y camina hacia a su departamento, se encontraba muy cansada así que lo primero que hizo al llegar fue lanzarse a su cama y cerrar los ojos, no mucho después escuchó como su pequeña amiga empezó a darle una represalia pues debía empezar a un trabajo para la universidad, además de avisarle que tenía un mensaje de voz de la secretaria Nathalie, la chica tras tratar de ignorar los regaños de Tikki se levanto de golpe al escuchar lo último, causándole un susto a la contraria pues temía que se hubiese lastimado.

-Tikki, sabes que ya adelante parte del trabajo y me queda tiempo suficiente para terminarlo, pero gracias por avisarme -dice mientras camina a su telefono fijo y marca el boton de reproducción.

"Buenas tardes, Marinette Dupain-Cheng, Nathalie, la secretaria del señor Agreste, me ha pedido que le informe sobre el próximo desfile de modas de su colección de primavera, desea que usted este presente, sin embargo debo informarle más detalles al respecto, a más tardar mañana a las tres de la tarde presentarse en la mansión Agreste."

- Oh, ¿Tikki acaso escuchaste eso? -pregunto la azabache sumamente emocionada antes de empezar a saltar por todo su departamento.

- Mari, ten cuidado... -dijo antes de escuchar a su portadora caerse junto a un quejido de dolor, la ve frotándose la frente-. ¿Quieres que te traiga hielo?

- No te preocupes, estoy bien -dijo con una sonrisa-. Disculpa, es que no pude evitar emocionarme, es posible que vaya a ver un desfile de modas de la marca Agreste, con esto podré llevarle mis diseños nuevos y mostrarle algunos, tal vez para la próxima colección forme parte, espero su aprobación.

- Seguro que los aprobará. nunca ha negado uno de tus diseños -dice animandola aún más y ambas estrechan sus mejillas como un pequeño abrazo.

- Gracias Tikki -dice feliz mientras vuelven a la cama para dormir después de un largo día.

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*

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Al otro lado de Paris, Adrien al llegar a su habitación lo primero que recibió fue una queja de su kwuami de cuanta hambre tenía.

-Adrien te vas todo el día y no me dejas ni un pedazo de queso, tengo hambre, esto es un abuso animal, podría demandarte por eso -Plagg se cruza de brazos.

- Yo estoy de maravilla, Plagg, gracias por preguntar -respondió sarcástico-. Además, deje el refrigerador lleno de queso cuando me fui.

- Pues ya no hay nada -Plagg se deja caer al suelo dramáticamente como una hoja de árbol que va cayendo-. Moriré.

-Arg, esta bien -saca de su bolso una caja de queso-. Toma, de todas formas ya no hay akumas.

- Por fin, maravilloso queso -empieza a comer como si su existencia dependiera de ello-. POr cierto, tu padre te llamó, bueno en realidad su secretaria te dejo un mensaje.

- Bien, lo escucharé luego estoy demasiado cansado -dijo cerrando sus ojos mientras su pequeño amigo se acuesta en la otra almohada como un gato.

***

Ya al día siguiente Adrien se levantó para darse una ducha y desayunar mientras escucha el mensaje que le había dejado Nathalie, al parecer tenía que ver a su padre a las tres de la tarde como máximo para ese día.

- Seguro es para otro desfile, sé lo que tendré que haces, no entiendo para que quieren que vaya, pero hace semanas que no veo a mi padre así que esta bien -dice para luego ir hacía PLagg y pedirle que lo acompañe bajo su chaleco.

Su chofer ya lo esperaba afuera así que el rubio se subió en el transporte que partió rápidamente

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- Mari, son las doce de la tarde, ¿no crees que es un poco temprano?

- Sé que es temprano pero es lo mejor en la agenda del señor Agreste si tiene tiempo para hablar respecto a los diseños.

- Entiendo, es bueno verte tan emocionada y segura de ti -susurro Tikki feliz cuando estaban llegando frente a la mansión, así que se metio en el bolso de la chica.

Marinette toca el timbre y la voz de Nathalie se escucha por el comunicador preguntando quien es.

- ¿Quién?

- Marinette -respondio y un segundo después escucho el portón abrirse-. Gracias -cuando entra en la sala principal la secretaria ya la esta esperando ahí y la guía hasta la oficina del señor Gabriel.

Pocos minutos después frente al gran hogar del diseñador se estaciona un auto.

- Gracias -dijo Adrien amablemente  tras bajar del auto y entrar a su antigua casa.

- Buenas tardes, Adrien, por favir diríjase a la oficina de su padre pues ya se encuentra esperándolo.

- Esta bien -dijo suspirando aburrido para ir hasta donde él.

¿Sé lo digo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora