¿Sé lo digo?

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-Mari... -escuchó una voz en un tono muy bajo pero tierno- Marinnette -es Adrien-. Vamos despierta -me levanto con rapidez.

Busco con la mirada por toda mi habitación.

-¿Adrien? -digo dudando que sólo haya sido mi mente mientras dormía.

-¿Cómo? -escucho una voz nerviosa en mi espalda me giro y lo miro.

- Lo siento, Chat -niego con la cabeza-. No se que me está pasando, creí que eras Adrien -el traga con fuerza, que raro.

- Bueno, no te preocupes... Debo de irme, pero quería pedirte algo... -afirmo con la cabeza confirmando que puede seguir hablando.

- Crees que puedas... -se detiene un momento y se levanta le miro confundida-. Tu quieres... ¿quieres? -arrugo la frente demostrando mi confusión-. ¿Tendrías una cita conmigo? -me quedo sin palabras.

-¿E-eh? -sale de mi boca aun sin creerlo.

-¿Irías a una cita conmigo? -pregunta de nuevo, está vez toma mi mano y me mira a los ojos, no pude evitar perderme en su mirada y afirmar con mi cabeza, se ve seguro, él sonríe y me abraza para mi sorpresa.

-Gracias, bueno, tengo que irme, quiero darte una sorpresa así que no podré venir a recogerte, pero quiero que estés a las siete de la noche, hoy, en el restaurante: "Le Torre Eifell" . ¿Esta bien? -dice muy animado.

-Claro -dijo y sonreí de lado-. Oye pero... ¿qué ocurre con Ladybug?.

¿Sera que ya la olvido? O mejor dicho me olvidó, ya no siente lo mismo ¿Perdí a Chat? Lo perdí... Lo perdí contra ¿mi misma?

- Ya lo entenderás, princesa -me besa la frente-. Te veo pronto -dice y se va por la ventana.

Estaba confundida, pero con una gran sonrisa, era una cita, bueno le dejaré toda la ropa a Nathalie para que se la entregue al Sr. Agreste, volveré y me alistare para la noche.