Marinnette
Adrien, no, ¿es Chatnoir?
- ¿Adrien? -aclaro mi garganta-. Lo siento... -me muevo el cabello nerviosa- pensé que eras alguien más -le miro, pero vuelve la imagen de Chloe y él juntos.
Aparto mi mirada y me levanto de la silla para caminar hacia la baranda, fijando mi vista en lo bella que se ve Paris de noche, sintiendo como la brisa fria choca en mis mejillas como la noche que Chat me dio el collar, el cual agarro entre mis dedos con fuerza y suspiro tomando fuerza para poder ver a Adrien.
-Marinnette... -siento sus manos en mis hombros, ya me he quitado mi abrigo así que siento su tacto directo y es muy cálido, doblo mi cabeza levemente hasta que mi mejilla encuentra su mano, pienso en mi felino amigo y no puedo creer que haya hecho esto, creí que tendría una cita con él, soy tan torpe, es claro que él no ha superado a Ladybug, nisiquiera puedo ver a Adren y me encuentro en una batalla contra mi alterego, quiero irme a casa.
- Debo irme, lo siento Adrien pero no eres la persona que esperaba ver esta noche, tal vez me equivoque de dirección, de hora, de momento, pero no puedo... -me pongo mi abrigo y cuando me dispongo a agarrar mi cartera toma mi mano y me detiene.
- No te has equivocado, mi lady -me gira haciéndome quedar pegado a él, muy cerca de su rostro, aunque es más algo que yo, me pone nerviosa su cercanía-. No te has equivocado, princesa, yo soy ChatNoir.
Siento un revoltijo en el estomago, una explosión de emociones me envuelve y siento como si el aire me faltaba, no puedo pensar bien, no puedo creerle, no quiero, no puedo con tanto, es demasiado pronto, no, esto no tiene sentido.
- No, no me digas eso, no puedes decirme tu identidad, Chat, Adrien no... -él me interrumpe.
- Me parecía injusto que yo supiera tu identidad y que tu no supieses la mía, Ladybug -siento un fuerte impacto en el pecho, mi corazón se agita de forma rápida, nerviosa.
- ¿Qué?
- Digo que por fin he encontrado a mi bella, a mi princesa de los cuentos, mi lady, eres la rosa de mi planeta, la luz de mis mañanas, te he esperado toda mi vida -trago con fuerza.
- No es verdad -siento que me quiebro, mis ojos se cristalizan por las fuertes ganas de llorar.
- Lo es -toma mi rostro entre sus manos y cierro mis ojos, no puedo verlo, no, necesito aire-. te amo, mi error fue estar tan cegado por ver a Ladybug que nunca pensé que estuviera tan cerca de mí, jamás creí que fuera mi compañera, pero solo me cegaba ante mi ilusión, como no note antes su creatividad, inteligencia, agilidad.
- No -dejo que mis lagrimas caían mientras niego constantemente con la cabeza-. Tu te enamoraste de Ladybug, no sé como has descubierto mi identidad, ni desde cuando, solo sé que no me amas a mi, la amas a ella, a esa chica grandiosa que todos adoran y a sus talentos, yo soy demasiado torpe, mi suerte no existe, no tengo nada que tenga cuando uso ese traje, no soy...
- Eso es mentira, eres inteligente, talentosa, bella, piensas rápido, piensas en los demás sabes cuando y como actuar tanto como una heroína como la chica que eres, y aún cuando no es así no hay modo en que te rindas, pero si lo haces siempre estaré para ti, yo te amo -trago saliva tratando de quitar el nudo en mi garganta mientras el peso de muchas emociones se alivia, pero mis lagrimas no cesan-. Lo que es verdad es que la inicio creí que me gustabas por ser Ladybug pero en realidad yo amo a Ladybug porque eres tu, ella no es un personaje, ella solo es un nombre para descubrir todo lo que hay en tu interior, todo lo maravilloso que crees que no tienes y te cuesta mostrar a pesar de que es tan maravilloso y todos lo notan aunque tu jamás lo has visto, te amo, espero me estés escuchando -limpia mis mejillas-. pero me asegurare de que así sea - se separa de mi y da varios pasos hacia atrás -toma bastante aire y antes de que pueda captar lo que va a hacer, grita-. ¡TE AMO, MARINETTE! Y TODO PARIS PUEDE SABERLO, YO TE AMO -toma aire y vuelve a hacerlo mientras yo termino de limpiar mis mejillas y no puedo evitar sonreír-. ¡¡¡TE AMO!!! A TI MARINNETTE DUPAIN-CHENG, TE PERTENECE MI CORAZÓN. Espera -toma aire.
Sonrío amplia mente y mis mejillas se atoran, mis lagrimas dejan de salir y solo quiero reír, de nervios, felicidad, de todo.
-Bas-basta -tartamudeo-. N...no seas así -me sonrojo.
-Seguiré -me mira con una mirada que brilla- ¡¡¡TE A... -corro hacia él y lo cayo uniendo nuestros labios.
Siento que sonríe, yo cierro mis ojos y ambos seguimos el beso, él pone sus mano en mi cintura y yo pongo uno de mis brazos rodeando su cuello y el otro poniendo la mano en su hombro.
-Linda manera de callarme -dice en un susurro cuando nos separamos.
-Gato tonto... -susurro.
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¿Sé lo digo?
Fiksi PenggemarDespués de varios años nuestros héroes han tomado caminos diferentes, dispuestos a tomar su vida como siempre lo han deseado, pero sus sentimientos no cambiaron. Ellos necesitan verse, necesitan confesarse.