¿Sé lo digo?

-4-

Marinnette abraza a Nathaniel y él le corresponde el abrazo, durante dos años estuvieron en algunas clases iguales, en ese tiempo su amistad se volvió muy fuerte y también el amor de pelirrojo, pero él tuvo que ir a otro país, eso si, mantuvieron el contacto un poco.

Marinette se separa de Nathaniel y luego dice:

- No puedo creerlo me has tomado de sorpresa -dice Marinnette.

-¿Y es una sorpresa buena o mala? -sonríe levemente.

-Buena, claro, pasa -Nathaniel toma la mano de Marinnette y le da las flores con mucho cuidado-. Son para ti, elegí la más bellas, aunque no encontré ninguna que se comparara a tu belleza.

Marinnete se sonroja y toma las flores.

- Gra...gracias, Nath -cierra la puerta y luego van a la que es la sala del departamento, Nath ve todo lo que hay a su alrededor y se sienta en el sillón-. ¿Quieres comer algo o tomar algo? -pregunto Marinnette acomodando las flores en un florero con agua.

-Humm, ¿tienes agua? -Nathaniel se da una cachetada mental al notar lo que preguntó, Marinnette le sonrió divertida.

-Sí, estoy segura de que me queda un poco, buscare -Nathaniel ríe rascándose la nuca.

Luego de unos segundos Marinnette se sienta al lado de Nath y le da el vaso con agua.

-Estaré unas semanas en la ciudad por vacaciones luego volveré para terminar mi estudios, pero en Navidad llegare, deberás cuidarte del muérdago, Mari -Marinnette vuelve a sentir el ardor en sus mejillas. NO te tenses, es una broma -Nath sonrie-. ¿Vamos a caminar? Quiero visitar mi ciudad, seguro ya olvide hasta donde vivía.

-Esta bien, iré por mi bolso -se va a su habitación y luego de unos segundos vuelve.

Ya luego de unos horas.

-Siempre me he preguntado, ¿que llevas en ese bolso? -Marinnette se tensa un poco.

-Sólo mi celular y la billetera -lo mira de reojo.

- Está bien, tal vez pienses que soy raro, pero tenía la duda, ¿quieres un batido? -Claro-. Responde Marinnette.- Bien, espérame aquí -cruza la calle y entra a la tienda.

Marinnette recibe una llamada y contesta
- Alo?

-Alo, ¿Marinnette? -era Adrien quien le había llamado-

-Si, ¿quien es? -pregunta confundida-

-Soy Adrien, aún no tomas las medias y fui a tu departamento, pero bueno no estas.

-Oh perdona es que salí con un amigo a caminar -dice mientras sonrie por escuchar la voz del rubio.

-Ah... -quejido-. Un amigo -dice en un tono seco-. Y... ¿qué hacían? -dice en un tono desinteresado.

La sonrisa de Marinnette se extiende de oreja a oreja pensando en Adrien celoso pero luego agita la cabeza, mientras pensaba que Adrien no tenía razón por la cual estar celoso

- Solo hablar.

-Oh, está bien... ¿qué...? -la voz de Adrien se corta.

Marinette mira el celular y frunce el ceño confundiéndose.

- Que extraño -susurra la chica.

Nathaniel vuelve con los batidos, Adrien ya esta cerca mientras el auto conduce él ve por la ventana, cuando Marinnette voltea a ver a Nathaniel, cual esta a unos metros de ella, una persona en bicicleta aparece con rapidez casi golpeando a Marinnette esta retricede rápido pero tropieza apunto de caer, Nathaniel bota los batidos y corre hacia ella, para atraparla pero su intento falla, se van directo al suelo y al caer sus labios chocaron, Marinnette se sonroja a más no poder y Nathaniel queda del mismo color de su cabello, en ese momento el auto del rubio frena y de este sale Adrien, Nathaniel se levanta y cuando estaba por ayudar a Marinnette, Adrien llega y se puso frente a ella.

-¿Estas bien? -pregunta Adrien ignorando a Nathaniel.

-Yo...yo si -dice Marinnette.

-¿Tu quien eres? -pregunta Nathaniel mirándolo serio.

-Soy Adrien, Adrien Agreste y tu... eres el... ¿novio de Marinnette? -pregunta Adrien, en un tono molesto.

-No, pero si lo fuera eso no debería importarte, princeso -Nathaniel se cruza de brazos.

-¿Como me has dicho? -se acerca a él.

- Te he dicho princeso, rubiesito, por que no vuelves a tu castillo, por si no lo notas ella está ocupada conmigo.

- ¿Y tu por qué no te vas a una ensalada, tomatito?

-Te crees mucho Agreste, pero eres solo un niño mimado -dice Nathaniel y sonrie, se nota la confianza en sus ojos.

-No me interesa lo que diga un pedazo de tomate, me llevaré a Marinnete -dice Adrien dirigiéndose hacia la chica.

-Y a ti quien te dio el derecho, ella se ira conmigo -exclama Nath.

- Ey basta, dejen de pelear -Marinnette se levanta pero vuelve a caer, dejando escapar un quejido de sus labios.

-Marinnette -dicen al unísono y la agarran de los brazos para que no se lastime.

-¿Qué te duele? -pregunta Adrien-

-Es mi pierna -susurra Marinnette y cierra los ojos con fuerza.

-Te llevare al hospital -Nathaniel la alza estilo princesa causando la molestia de Adrien.

-Vamos en mi auto, será más rápido -suguiere Adrien dirigiéndose al auto.

Nathaniel rueda los ojos, soltando un sonoro bufido pero le hace caso solo para que Marinnette estuviera mejor lo más pronto posible.