Dreams Fulfilled (Parte 2)

85. Culpable.

Odiaba los hospitales, odiaba las batas blancas, y mas que eso, odiaba el olor a desinfectante.

Mucha gente cree que un hospital es el lugar mas seguro del mundo. Si estas enfermo, automáticamente cuando entras en el, una sensación de paz te inunda el alma, provocando que tu cuerpo, involuntariamente, se sienta mejor. Pero mi reacción ante un hospital, era completamente diferente. Por que sentir paz en un lugar donde la gente agoniza de dolor? Un lugar donde ha muerto tanta gente, donde se han derramado tantas lagrimas por seres queridos?. Definitivamente, odiaba los hospitales, pero por contradicciones del destino, mi vida se veía siempre rodeada de accidentes que acababan en ellos.

Caminaba despacio por los pasillos, dirigiéndome a la zona de psiquiatría. Normalmente esas zonas están alejadas, tras una puerta que solo puede abrir el personal del hospital, y donde no se permiten ni teléfonos móviles ni ningún tipo de utensilio. La zona de psiquiatría era donde estaba toda esa gente que se había intentado suicidar, donde estaban todas las chicas con problemas de bulimia o anorexia, o donde simplemente estaban aquellos enfermos mentales, que por una cosa u otra, no podían ingresar en un psiquiátrico.

Un enfermero me palpo entero, de los pies a la cabeza en busca de algún artefacto que alguien de ahí dentro pudiese utilizar en mi contra, o en su propia contra, pero no saco mucho mas que las llaves del coche, el teléfono móvil y la cartera, así que mis pertenencias se metieron en una bolsa transparente hermética, con una pegatina que ponía mi nombre.

- Un familiar?- pregunto el enfermero buscando el motivo de mi visita.

- Una amiga- sonreí levemente.

- No debería dejarse ver por esta zona, los medios...

- Es simplemente una amiga.

- Bien, a quien desea ver?

- A Seung HanNa. Un amigo me ha llamado y me ha dicho que quería verme.

- A estado nombrando su nombre durante días- afirmo este en tono serio.

- Espero que no fuese a mal...

- Señor...- el enfermero entrelazo las manos- alguien con la enfermedad de esa chica, que ha llegado a hacer tal cosa en publico... nunca llegara a saber si dice su nombre a bien o a mal.

Mire a los ojos del enfermero y estos estaban bañados en sufrimiento. Quien no tendría una mirada así trabajando en un lugar como ese? Donde todas las personas desean su propia muerte?

Al fin entre en la sala, y por curiosidad, fui mirando las ventanillas que tenían las puertas de todas las habitaciones. Todo eran mujeres.

- A caso no hay hombres en esta sección?

- Señor... siento decir que cuando un hombre desea arrebatarse la vida lo hace, las mujeres por el contrario no. Al igual que el porcentaje de hombres con problemas de alimentación, es muy inferior al de las mujeres. Y si añadimos ademas, que los hombres con cierta demencia, acaban cometiendo algún crimen, las mujeres por el contrario no. El cerebro funciona de manera diferente, sabe la diferencia de genero. Igualmente señor, esta en la sección de mujeres. Separamos a los pacientes para prevenir.

- Claro, obvio- dije sin convicción.

El enfermero me hizo tomar asinto en una agrupación de sillas blancas de plástico que estaban a un lado del pasillo.

- Espera aquí, ahora mismo tiene visita.

- Claro.- asentí con una reverencia de 90 grados.

Estaba bastante nervioso, aun debía estar DongHa ahí dentro con ella?