62. Mil perdones

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Mañana, mañana seria el gran día, y para que mentir, estaba muy entusiasmado.

Nunca llegue a pensar que algo así debía planearse, ciertamente, el hecho de practicar sexo debía ser algo natural, algo llevadero, algo del momento y el planearlo, el contar los días, y ya ni pensar en mañana, el contar las horas, el por fin poder estar a solas, el comenzar, y el hacerlo.... Ahhh, todos los pelos de mi cuerpo se me erizaban solo de pensar que tendría a mi Donghae entre mis brazos completamente vulnerable, y que sería todo mío, sin interrupciones, sin miembros que abren la puerta sin llamar de ante mano, sin teléfonos móviles que suenen en el momento menos adecuado, sin inseguridades, con todo ya hablado... hubiese preferido hacerlo de una manera más esporádica, más natural, un " aquí te pillo, aquí te mato", pero igualmente así, me valía.

Me eche en el sofá satisfecho con mi vida, con un bol de palomitas entre mis piernas e iba cogiendo de vez en cuando, mientras miraba con entusiasmo una película que Siwon nos había recomendado ver, esta se llamaba " El perfume".

Siwon nos habló del libro, nos dijo que se lo había leído en ingles ya que muy pocos libros están traducidos al coreano. Que era una gran obra maestra, que el mismo escritor te hace oler lo mismos olores que el protagonista huele, que te hace sentir, pensar... Aunque a mí la película me aburría bastante, y ya ni hablásemos si me tuviese que leer el libro.

La verdad, es que la escenografía, Viena, Europa.... Como deseaba ir a Europa de una vez. La historia nunca me había gustado la verdad, en sí, el estudiar cualquier materia no me interesaba, pero por una extraña razón, la arquitectura que poseía toda Europa me fascinaba.

Entonces volví a prestarle atención a la película. En resumidas cuentas, era un lunático que se dedicaba a matar prostitutas embadurnarlas de algo pringoso y cintarlas alrededor de todo el cuerpo, para así guardar su olor en tarros y crear "el perfume".

Suspire y eche la cabeza hacia atrás. Era todo tan aburrido. Ladeé la cabeza y mire a Donghae. Este estaba con Kyuhyun sentados en el sofá del al lado, mirando la película con atención mientras comían sándwiches de habas picadas.

En ese momento pensé, que tanto el argumento como el protagonista de la película no era una locura. Yo también si pudiese guardaría el olor de Donghae en un pequeño bote y lo abriría siempre que me hiciese falta. Oler ese champú a vainilla cada mañana aun con los ojos cerrados, ese olor a kimchi y a pollo rebozado de las comidas, el olor de su ropa.... Podría guardar todos esos olores recelosamente y solo olerlos cuando estuviese mal, cuando nos separásemos por las promociones o cuando, en el peor de los casos, nuestra relación tuviese fecha de caducidad.

Entonces, añore de golpe todas esas cosas, su calor, y lo que mi cuerpo sentía cuando su piel rozaba la mía con cuidado. Me levante del sofá, me acurruque a su lado, y apoye mi cabeza en su hombro.

- Todo bien?- me cogió la mano acariciándomela.

- Si..., solo me duele la cabeza- mentí.

Este sonrió levemente y me agarro la mano con fuerza mientras la acariciaba. Entonces olí. Ese maldito y demoniaco olor a vainilla que emanaba su cuello y su pelo, el olor del kimchi que había comido a la mañana y ese olor a ropa limpia tan característica de Donghae.

Podría vivir solo con eso, solo con la sensación de que él estaba a mi lado, solo con esos olores, sin comida, sin agua, sin aire, solo con esa sensación de confort y tranquilidad.

- Chicos!- nos gritó Ryeowook desde la cocina- han tocado a la puerta, abro?

- Ya voy yo- me alce descalzo corriendo.

Dreams Fulfilled (Parte 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora