Dreams Fulfilled (Parte 2)

86. Confiad en mi

La habitación era pequeña, muy pequeña, toda pintada de blanco y sin ventanas. La cama estaba postrada al final de la habitación justo en medio, y a su lado había una tímida mesita y un sillón, supongo que para los invitados. Parecía la habitación de un psiquiátrico.

Alce la vista y la vi, pálida como un fantasma y delgada como un enfermo terminal. Esta estaba sentada en la cama, apoyada sobre un tumulto de cojines, y tapada con modestia hasta la cadera.

Era la viva imagen de la tristeza y la pena.

- HanNa- pronuncie su nombre como si lo cantara.

Esta con la mirada fija en un punto incierto de la habitación, poso sus grandes ojos sobre mi, y seguido, sin ni tan si quiera darme cuenta, de esos grandes y enormes ojos que en su día me enamoraron, comenzaron a tener un aspecto destelleante, vidriosos y al segundo, ellos comenzaron a emanar grandes lagrimas, que con seguridad, caían por su huesuda mejilla empapandola entera.

- HanNa!- dije a voces corriendo hacia ella- HanNa, HanNa no llores por favor- la agarre de los hombros doblando mi cuerpo para poder estar cara a cara con ella.

- Lo siento mucho...- balbuceo esta llorando- yo no quería, en serio, lo siento yo...- se mordió el labio inferior con fuerza- yo no quería hacerte todo este daño, yo...- los mocos comenzaron a descender por el surco narsolabial cayéndole por los labios.

- HanNa...- cogí rápidamente unos clinex de la mesilla y comencé a limpiarle la cara- HanNa por favor tranquilizate...

- Me duele mucho... todo...

- Eso tal vez sea por la medicación que te están dando...

- No...me duele mucho el brazo...- dicho esto, le mire el antebrazo, el cual se abrió en canal en el fanmeeting. Ya no tenia los puntos, pero si las marcas de ellos, y a la vista conté 12. Por no decir que la herida era profunda, y que le quedaría cicatriz de por vida- Me duele la cabeza, me duele el pecho, las piernas, me duele la conciencia y siento tantos remordimientos...

- HanNa no tienes por que...

- Tu eras feliz antes de encontrarte conmigo de nuevo!- chillo en desesperación esta llorando aun con mas fuerza- soy una maldición para la gente Hyukjae, no lo entiendes? Nací y mi padre comenzó a tener amantes, y se suicido. Deje a mi madre de lado y cuando volví con ella, comenzó a tener problemas con los tumores y ahora un cáncer, por mi culpa tu carrera ha llegado a depender de un hilo, y a DongHa le acaban de despedir... No solo soy una mierda de persona, sino que ademas mi vida hace que las de los demás también lo sean.

- HanNa- la zarandee- HanNa!- chille para calmarla.

Esta no paraba de llorar. Y esta vez no eran "lagrimas de cocodrilo" lo que salían de sus ojos. Esta vez lloraba sin conciencia, lloraba por que necesitaba sacar todas las cosas malas de dentro de ella. Por que necesitaba confesarse ante alguien y dejar de sentirse culpable.

Así que, inocente yo, no supe mejor manera de calmarla. Con el principio de mi manga limpie sus labios, alce levemente su mandíbula y la bese. Esta ceso su llanto enseguida.

- Que haces?- me miro con el entrecejo fruncido.

- No pongas esa cara, pareces fea- dije riendo a sabiendas que mi actitud despreocupada, como solía ser antes, iba a relajara.

- Eunhyuk...

- HanNa, se que la presión que debes sentir en el pecho debe ser inaguantable a estas alturas. Pero aunque tu me debas una disculpa, yo también te la debo. No fui correcto contigo.

- Si lo fuistes, estoy loca...

- Pero estas loca por que viviste rodeada de lunáticos- le interrumpí- no quiero que acabes así, de esta manera, encerrada en un lugar como este. No voy a permitir que acabes así, por que no estas loca, me entiendes? Estaba loco tu padre, no tu. La diferencia es obvia entre los dos.