69. Barahúnda - pov. Donghae- (+18)

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Me senté en la cama indeciso, doblando mis piernas en un nudo y poniendo el portátil sobre ellas con una taza de leche con chocolate al lado. El invierno se estaba cercando y el vivir en Seúl era bastante incomodo, era acabar el verano y ya hacia un frío horrible, tifones, lluvias, nieve... echaba de menos Mokpo, ahí el calor tardaba más en irse.

Entré en las redes sociales que solía frecuentar diariamente: Cyword, Weibo y Fancafe, para ver las nuevas noticias, sobre nosotros, y sobre los demás grupos. Debíamos estar al día de las agendas del resto de ídolos, de sus actuaciones, de la ropa que llevaban. Es un mundo donde la competencia es dura, casi semanalmente debutan idols más jóvenes, más guapos y con mejor físico que nosotros, y eso nos daba fuerzas para aun ser mejores y no dejar terreno libre a los que habían recién llegado a lo que Heechul llamaba "la jungla"

"La jungla" era el detrás de los escenarios de las promociones. Aunque todos tuviésemos camerinos propios, y a pesar de que algunos éramos amigos entre nosotros- los grupos- siempre había miradas de rivalidad, pequeños empujones, risas y comentarios indecorosos a la espalda... era difícil vivir algo así, pero que más daba? La selva era un lugar grade y peligroso, pero nosotros, éramos los leones que la controlábamos.

Comencé a mirar fotografías de las últimas presentaciones, de Bonamana. Estábamos a punto de hacer el repackage, por lo que no estábamos juntos últimamente, ya que entre gym, ir a grabar y ensayar el baile estábamos bastante ocupados

Miraba las fotografías atentamente. Realmente yo era un chico guapo que quedaba bien sin ni tan si quiera posar- reí a mi pensamiento- Pero no podía apartar la mirada de Eunhyuk, el si era guapo, era... es que por más que lo pensara, lo veía perfecto, no hay nada de él que sobrase, ni que quisiese cambiar, lo quería tal cual a pesar de lo que dijese la gente. No había cosa que me enfadase más que dijesen que era feo, que era como un mono, que era pequeño, delgaducho y escuálido, que "el bulto de la mandíbula" lo hacía feo, que sus ojos eran feos, que el fuese el miembro más feo de todo el grupo, que oliese mal... me rabiaba, conseguía que me hirviese la sangre ya que no era ni feo, ni olía mal nunca.

Cerré la pantalla del portátil con un golpe. Pensar y leer estas cosas me rabiaban de veras, así que no quería leer más tonterías sobre mi chico. Eche el portátil a un lado y me tumbe en la cama, estirando mi cabello hacia atrás con fuerza soltando un gruñido de aburrimiento. Ahora que iba a hacer?

Entonces comencé a pensar en tonterías. En el nuevo concepto del MV, en el baile, pensé en mi chico, en su sonrisa, en su gran y preciosa sonrisa y entonces... me vino a la cabeza aquella mañana, hará un par de días, cuando me empotro contra la pared y el mismo actuó a mis órdenes de arrodillarse. En mi piel note de nuevo ese escalofrió de cuando mi polla estaba en la boca de eunhyuk, note de nuevo ese lugar caliente y húmedo, su lengua recorriendo todo mi pene, sus dientes que con sutileza mordían lo más caliente de mi ser... Joder. Comenzaron a brotar gotas de sudor de mi frente, mi respiración se volvió agitada solo por pensar en Eunhyuk entre mis piernas. Era algo tan, tan, pero tan excitante que solo el pensarlo hacia a mi cuerpo reaccionar.

Quería que eso volviese a ocurrir cuanto antes, quería que me lo volviese a hacer y yo poder hacérselo, quería ponerme a cuatro patas y que él me embistiese con fuera por detrás mientras me hacía morder almohada, quería oír su voz en mi oído, sus gemidos. Esa voz grave que emergía de el cuándo estaba cachondo, quería oírla, necesitaba oírla. Mi cuerpo pedía su contacto y para mi era imposible aguantar más.

Recordé el como este, agarrando mis muñecas con fuerza, me masturbaba con bruteza para que me corriese, y automáticamente mi mano, fue bajando por mi pecho con delicadeza, tanteando mis abdominales de la misma manera que lo haría él. Cerré los ojos y trague saliva con gusto. Mi mano comenzó a deslizarse sobre los pantalones del pijama, sobre ese bulto que sobresalía queriendo salir de él. Al principio comencé a rozar con la palma, hasta que decidí auto agarrármela por encima de los pantalones.

Dreams Fulfilled (Parte 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora