El Comienzo del Final

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Todo comenzó cuando aun era una niña, mi madre solía cantarme una canción antes de dormir, aun la recuerdo como si hubiera sido ayer, sus grandes ojos color carmesí, su hermoso cabello negro como la noche mas ocura.

-¡¡Vaya!! una reina digna de admirar-

Y sus canciones eran como un suave susurro que podía calmar hasta a la bestia mas salvaje, aun recuerdo su letra y su voz resuena en mi cabeza "duerme mi pequeña niña, duerme mi pequeña princesa, aquí estaré cuidando tus sueños hasta que amanezca... duerme mi dulce tesoro, duerme risitos de oro, pues tu mami aquí esta y no se ira jamas" esa canción es todo lo que me queda de ella su recuerdo cada día se hace mas borroso en mi mente.

Fue hace mucho tiempo desde aquel día donde todo dejo de ser como era, para convertirse en este infierno en donde vivo encerrada en estas 4 paredes detrás de estos barrotes.

-Si tan solo tuviera la fuerza suficiente, si tan solo tuviera la magia de mi madre ya estaría lejos-

Pero no pude heredar sus dones, vaya desgracia, una princesa sin encanto es como un espejo sin reflejo.

Mañana se cumplen 13 años de estar aquí encerrada, sin esperanza, desde que fui secuestrada por Digin rey de las Salamandras, el gran señor Emperador, dominante del elemento Fuego, yo solo era una niña cuando ataco el reino, mi padre lucho junto a sus tropas, pero la fuerza descomunal de las salamandras pudieron ganarles fácilmente. Mi madre estaba protegiéndole con su gran magia, su conjuro de protección, era el mas poderoso de todo el reino pero no pudo con tantos a la vez y murió, yo fui tomada y encerrada en este calabozo por todos estos años.

Mañana cumplo 18 y sera cuando seré presentada al Emperador para ser su esposa.

Pero algo muy curioso estaba por pasar esa misma noche....

-Que linda mariposa, eres tan hermosa, de un color azul eléctrico casi como el rayo- digo asombrada por tan bello ser.

-Se llama Lili-, escuche decir desde las sombras, en cuanto la mariposa se transforma en una mujer hermosa, alta, de cabello negro como la noche mas oscura, de ojos azules como los mares y de piel blanca como la luna.

-Un placer conocerla su alteza - dice aquella mujer, estaba vestida con un gran atuendo blanco, era hermosa.

-¿Es hermosa cierto?- dijo aquella voz desde las sombras, una silueta de un hombre no mucho mayor que yo salio haciendo una reverencia.

- Encantado de conocerla alteza - , un chico alto de cabello marrón claro y ojos de color avellana, me da una pequeña sonrisa.

-¿Quienes son ustedes?- digo con voz temblorosa.

 -Mi nombre es Aragon, rastreador, cazador y el mejor mago de toda la historia -, dice con voz de suficiencia, pero se le dibuja una pequeña sonrisa que me hace inevitable sonreír, ¿que se creerá este joven?.

- Yo me llamo Lili Guardiana de el mas grande mago de la historia-, la forma en que dice las ultimas palabras me hace saber que se llevan muy bien.

 -¿Por que están aquí? - pregunto, y espero que la respuesta no sea la que estoy pensando, pues, casarme con el Emperador Digin seria lo ultimo que quisiera hacer.

- Estamos aquí para rescatarla princesa - al escuchar esas palabras mis ojos se llenan de lágrimas, mi boca se seca y mis manos tiembla, ¿seré rescatada de este infierno?, seco mis lágrimas con mis manos temblorosas, quiero decir tantas cosas pero lo primero que sale de mi boca es: -¿Por que hasta ahora vienen a por mi?-, en eso se escuchan pasos de guardias bajando las escaleras.

-No tenemos tiempo princesa, hay que darnos prisa luego responderemos a todas sus preguntas- el chico dice unas palabras y su mano se convierte en un gran puño de metal con el que rompe los barrotes de las rejas.

 - Vaya forma de rescatarme- digo con asombro.

-Lo siento princesa, no suelo ser muy cuidadoso-, sonríe con suficiencia, me toma de la mano y me jala fuera de la celda, pensar en que sere libre me hace alucinar.

-Concentrate princesa hay que salir rápido de aquí-, silenciosamente nos escabullimos por los pasillos del castillo, no recordaba que fuera tan grande, la primera vez que llegue aquí aun era pequeño.

Una vez que llegamos a una puerta de madera, Lili la Guardiana hizo un hechizo para que la pudiéramos pasar, salimos a un gran patio lleno de flores de fuego y arboles en llamas que extrañamente no se quemaban.

Nos escondimos hasta que unos guardias pasaran, aun sigo muy agitada, no creo que lo logremos.

-Calma princesa lo lograremos-, Aragon aprieta mi mano y responde a mis pensamientos como si los hubiera leído, se le dibuja una sonrisa en cuanto ponemos marcha.

Llegamos a un acantilado, abajo hay un mar de lava.

-No tenemos escapatoria- digo tratando de ocultar el miedo en mi voz, no quiero volver a esa celda, en eso Aragon me toma en sus brazos y pronuncia las palabras mas sinceras que había escuchado en muchos años.

-Confía en mi princesa, seras libre- saltamos hacia el mar de lava, cierro los ojos y me dejo llevar, confiando en las palabras de aquel joven mago.

La Princesa De Ojos LunaresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora