9

5K 241 45
                                    

Aunque el viaje era con fines educativos, habían momentos de diversión planeados específicamente para que aceptáramos el viaje desde un principio, de lo contrario muchos no lo hubiesen hecho pues había que pagarlo con nuestro dinero, o más bien el de nuestros padres y para ser sinceros no muchos quieren gastar dinero en la escuela.

Ya habíamos conocido los alrededores, ya nos habían dado una clase sobre la fauna y la flora de la zona, ya habíamos probado las comidas típicas, ya habíamos realizado una excursión, ya habíamos hecho todo lo que el programa del viaje planteaba pero aún faltaba realizar una actividad fuera de lo curricular.

Habían organizado una salida a un lugar llamado "escape room" que quedaba no muy lejos del hotel. El lugar, en pocas palabras, nos ofrecía salas acondicionadas con distintos elementos en las que los jugadores debían hacer uso de la cabeza, básicamente, para encontrar la forma de escapar, todo con un límite de tiempo.

Ya habíamos llegado al lugar y estábamos esperando que organizaran todo para comenzar el juego.

—¿Tienes chicle? —me preguntó Jack.

—No ¿Para qué quieres?

—El chicle me ayuda a pensar mejor.

—Deberías comer chicle todos los días durante todo el día.

—Voy a ignorar tu comentario y me voy a ir a buscar chicle —se giró y comenzó a preguntarle a cualquiera con quien se cruzaba si tenía chicle.

Seguí mirando a todos a mi alrededor, estaban felices pero impacientes, muy buena combinación.

—Conseguí —dijo Jack interponiéndose en mi panorama.

Hice cara de asco cuando él comenzó a masticar el chicle con la boca abierta justo en frente de mi cara para que lo viera.

—Sí, sí, que ya lo vi —solté empujándolo suavemente.

—Ahora estoy listo para ganar.

—¿Cómo nos agrupan? —pregunté.

—Escuché que íbamos a pasar en parejas pero como somos muchos vamos a tener que hacer grupos de cuatro —me explicó —. Te vienes conmigo, eso seguro —soltó.

—¿Lo haces porque somos amigos o porque me quieres utilizar para ganar?

—Un poco de esto, un poco de aquello —dijo sonriendo —. Si somos el mejor tiempo nos ganamos unas mochilas que están tremendas. Las vi —agregó.

—¿Cómo haces para estar en todos lados y enterarte de todo? —pregunté.

—Es un don querida Brooke y tienes suerte que lo comparta contigo.

La fila fue avanzando y de apoco comenzaban a entrar los primeros grupos mientras los otros esperábamos.

—Por fin te encuentro —soltó Thomas al verme.

—¿A mí? —pregunté confusa.

—Ajá ¿pasamos juntos? —preguntó directo —. Escuché que hay que pasar en pareja y vengo a ofrecerme como tu compañero.

—¿A ofrecerte? —pregunté —¿No será que vienes a PEDIRME que pase contigo?

—No sé si la palabra sea pedir...

—Ya tengo pareja, es Jack —lo interrumpí.

Omitiría que los grupos para ingresar eran de cuatro y no de solo dos personas. Él no lo sabía y yo podía aprovecharme de eso.

—Lo puedes cambiar, todavía no entran —contestó —. Además conmigo tienes más posibilidades de ganar que con Jack.

—Pídemelo bien y paso contigo — dije.

¡NO TE SIENTES CONMIGO!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora