Capítulo 6 Mensajes, Pesadilla

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Después de ese beso, separaron sus labios, zafiros miel y zafiros azul verdoso quedaron fijos entre sí, ninguno decía algo, el único ruido que se escuchaba era el de sus agitadas respiraciones, ambos tenían sus mejillas sonrojadas, no querían verse, pero a la vez si, era como un debate en sus mentes «quiero pero no quiero verte»

- Eh... - Alec fue el primero en romper el silencio. - Yo.. - Se alejó y paso una de sus manos por su cabello, haciendo que sus músculos se tensaran. Stacy quedó embelesada al ver sus brazos, eran enormes, bajó su cabeza y también se alejó.

- Tengo que irme, mi padre se preocupará. - No dejó que Alec hablará, se levantó y caminó directo a la puerta, ya llegaba cuando unas manos rodearon su codo, esas mismas manos la hicieron girarse.

- Olvidaste algo. - Dijo el, sonriendo, de esas sonrisas que cautivan a muchas chicas, Stacy no quería ser de esas chicas, pero fue inevitable, era hermosa.

- ¿Que-que olvidé? - Preguntó ella, llevaba su bolso, también su celular.

- Esto. - Acercó su cara con su mano y la besó, ahora mucho más feroz, de nuevo sus labios se tocaban, dos veces en un día. La soltó y guiñó un ojo. - Descansa.. Ángel. - No pudo contenerse, las mejillas de Stacy se tornaron rosa, siempre amó esa palabra, esas cinco letras, leyó en muchos libros donde el protagonista le decía así a su chica, nunca pensó que a ella le dirían así.

Salió sin decir nada, no quería arruinar ese momento, sonrío, y se fue a casa, no olvidaría jamás este día, ese beso.

******

- Cheyenne.. ¿Tienes algo que decirme? - Al sólo salir Stacy, Alec le habló a su hermana. Ella rió nerviosamente.

- ¿Yo? No ¿Porque? ¿Que tendría que decirte? - Pausó. - Ah, si, que te amo Ac.

- Yo también te amo Cheyn.. Pero no es eso a lo que me refiero. Tu dijiste a Stacy que viniera a mi apartamento, no soy tonto hermanita.

- Agh lo se.. Ahoraaaaa, dime, ¿Que pasó? ¿Se besaron? ¿Se dijeron algo? ¡DIMEEE! - El tuvo que alejar el celular de su oído para no reventar su oído.

- Si me dejarás hablar, te diría ¡PERO NO ME DEJAS HABLAR! - El rió.

- Vale vale, no grites, casi me dejas sorda.

- Tu a mi primero.

- Ñee ¿Que hicieron?

- Hablar.

- ¿Solo eso?

- Si. - Dudó en decirle, seria mejor decírselo en persona.. O.. Podría decirlo ahorita y...si, eso haría.

- ¿Nada más?

- Ah y nós besamos.

- ¿QUEEEEEEE? ¿COMO DIJISTEEEEEEEE? ¿COMOOOOOOO? JODEEEEEEEEEEER.. CUÉNTAME TODOOOO. - Sin más, colgó la llamada, su hermana lo odiaría, y por supuesto, lo llamaría sin parar, pero no contestaría, quería dejarla con la duda, si, era muy malo.

Al día siguiente, unos gritos lo despertaron, enojado salió de su cama y bajó a ver quien era la persona que lo despertó, al darse cuenta de quien provenía esos escandalosos gritos, se enojó más, es que acaso ¿No podía dormir tranquilamente? Bufó y abrió la puerta.

- Tienes llave.. ¿Porque coño no la usaste? - Dijo mostrando su enojo.

- La dejé en casa. - Peinó su cabello. - Tu y yo debemos de hablar.

No Te Enamores De Mi. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora