CAPITULO 3

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Los rayos del sol entraron entre mis persianas, dejandome ver la claridad del día, voltee a ver mi reloj y eran las 7:30am... ¿7:30am?... ¡Grandísima mier.da! Bajé corriendo las escaleras, la señorita llegaría a las 8am a su trabajo, nadie estaba despierto, volví a subir y corrí hasta la habitación donde estaban mis papas, los desperté gritando, lo que hizo que los demás se despertaran exaltados, corrí de regreso a la habitación y desperté a Alston, ella también se había quedado dormida, eso era nuevo.

ALS: ¡¿7:40am?!- tarde 10 minutos en hacerla reaccionar bien.

YO: ¡Si Alston! ¡Ahora corre!- lo dije tratando de hacerla entender que teníamos que movernos.

Corrí al baño de la habitación y tomé una ducha corta, al sentir el agua fría tocar mi piel, hizo que me dieran escalofríos, la cabeza me dolía, aquella música seguía resonando en mi cabeza, realmente había sido una buena fiesta, tragos, ambiente... aquél chico... claro, aquél chico, ¿quién rayos era? No tengo idea, pero tan si quiera ya no lo volveré a ver, bueno, eso esperó, será duro que no me reconozca o yo no lo haga con él.

Salí de la ducha y ya los demás estaban listos, nos subímos corriendo al coche, 7:55am, eran 10 minutos para llegar, mi papá iba lo más rápido que podía, pero el tráfico matutino se hizo presente, ya eran las 8am y no íbamos ni a la mitad del camino.

YO: mier.da.- dije en voz baja.

ALS: ¡Esto es tu culpa Skyland!- lo dijo molesta.

YO: ¡¿Por qué mi culpa?!- lo dije exaltada.

ALS: si no hubieramos ido a esa estúpida fiesta, no estaríamos aquí sufriendo.- lo dijo algo más tranquila.

YO: tranquila, tú confía.- lo dije tratando de sonar tranquila.

ALS: ¡Siempre dices "tú sólo confia"!- lo dijo algo molesta.

YO: y jamás te he fallado.- no contestó ante mi respuesta.

Llegamos a las oficinas y entramos casi corriendo, encontramos a una señorita que lucía muy similar a la del día anterior, pero está, tenía una sonrisa más grande y amigable.

PAPÁ: buenos días, señorita.- lo dijo cordialmente.

SEÑORITA: buen día señor, ¿en qué le podemos ayudar?- lo dijo sin quitar su sonrisa.

PAPÁ: verá, estás señoritas quisieran obtener una cita con el señor Henderson para una entrevista.- lo dijo algo nervioso.

YO: se nos hizo algo tarde, pero...

SEÑORITA: ¿Cuál es su nombre señorita?- lo dijo entrecerrando los ojos, como si me conociera de algún lado.

YO: Skyland...- lo dije extrañada.

SEÑORITA: ¿Skyland Allen?- lo dijo sería.

YO: así es...- lo dije algo preocupada al ver como había cambiado su expresión.

SEÑORITA: usted tiene una cita con el señor Henderson a las 8am en su oficina.- lo dijo volteando a ver el reloj de pared que había de tras de mi, ¡eran las 8:15am!

YO: ¡¿Qué?!- lo dije impresionada, no sabía como ni porque, pero ya tenía una cita, y lo peor, no sabía que la tenía.

ALS: ¿cómo que ya tienes una cita?- lo dijo extrañada y algo molesta.

YO: yo no hice ninguna cita...- lo dije algo preocupada.

SEÑORITA: no, no fue usted.- lo dijo tratando de sonreír de nuevo.

ALS: ¿Quién lo hizo?- lo dijo curiosa.

SEÑORITA: creó que ya es algo tarde para su cita señorita, permitame llevarla al elevador.- lo dijo levantándose de su asiento y caminando hacía unas grandes puertas de madera, las cuales se abrieron al oprimir un botón.

PAPÁ: gracias.- lo dijo cordial, como siempre.

SEÑORITA: en cuando lleguen al piso, habra otra señorita esperandolos.- sonrió y las puertas se cerraron justo después de eso.

ALS: esto da algo de miedo.- lo dijo nerviosa.

YO: ¿Por qué lo dices? Yo sigo sin poder creer que hayamos conseguido una cita.- lo dije emocionada.

ALS: no, no lo hicimos nosotras, no sabemos quien lo hizo.- lo dijo mirandome casi casi matandome.

YO: quizá fue Max, me dijo que me ayudaría con esto.- lo dije relajandola.

Llegamos al piso, era el último, no estaba segura de cuantos habían, no puse atención, pero eran demasiados, aun así bajamos, la sala era casi igual a la que acabábamos de dejar hace un par de minutos.

SEÑORITA: ¿Señorita Allen?- lo dijo curiosa.

YO: sí.- lo dije sonriendo.

SEÑORITA: siganme.- lo dijo sonriendo y guiándonos hacía otras puertas de madera.

Las puertas de madera se abrieron de par en par, dejando ver el interior de la oficina, realmente era encantadora, era de un color vino oscuro, con una gran ventana que dejaba ver la mayor parte de LA, había un escritorio en medio, y de tras de el una gran silla negra de cuero volteada, imagino que ahí esta sentado el gran señor Henderson.

Entramos, escuchamos a alguien hablar del otro lado de la silla, así que no dijimos nada.

XXX: ¡Quiero que eso quede para hoy! ¡¿Me entiendes?!- lo dijo molesto, la voz sonaba gruesa, pero no mucho.

Colgó la llamada y esperó un momento, luego, la silla se volteo despacio dejandonos ver al hombre que estaba sentado ahí... ¿tú?

Un hombre de negocios... (con Logan Henderson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora