Capitulo 5: El bosque mágico

36 2 0
                                    

Nos preparamos para ir hasta él bosque de la siguiente diosa, Zen, Hikari y yo ya estábamos listos así que nos dirigimos al patio de la casa, Hikari se adelanto y extendío su brazo hacia adelante, él cielo comenzó a ponerse gris y un fuerte viento soplaba, un portal se abrió y se podía ver un bosque así que todos entramos y él portal se cerro. Mire hacia adelante y él bosque parecía uno de un cuento de hadas, se notaban como pequeñas partículas flotando por todo él lugar como si fuesen luciérnagas, los árboles eran muy altos y unas lianas colgaban de ellos y él cielo era tan hermoso, con tanta estrellas y se podía notar a la luna bien grande. Todos nos miramos asombrados de lo hermoso que era ese lugar.

-Este bosque es hermoso..y pensar que aquí viven en paz- dijo Hikari asombrada- debemos buscar la ciudad y encontrar a la diosa-.

-¿Pero...saben donde esta la ciudad?- dijo Zen mirandono a las dos-.

-No creo que deba ser lejos, habrá que caminar para encontrarlo- dije muy confiada-.

Comenzamos a caminar por una cuantas horas pero no encontrábamos la ciudad, él bosque es muy grande que casi nos perdemos. Nos sentamos en la orilla de un lago iluminado por unas flores que flotaban, me levante y camine por encima del agua, empece a dar pequeños saltos. Hace mucho no hacia esto.

-Aqua, ¿no crees que debamos seguir caminando? Tal vez haya monstruos por la noche- dijo Zen preocupado-.

-Tranquilo amor, no creo que haya monstruos, hemos caminado por horas y no vimos nada- lo mire y le sonrei- además caminamos mucho y debemos descansar-.

-Estoy de acuerdo con Aqua, caminamos mucho..a mi me duelen las piernas. Debemos esperar a que se haga de día para seguir-.

Los tres nos acostamos en él pasto y nos dormimos. A la mañana siguiente un rayo del sol me despertó, al abrir los ojos pude ver a Hikari con los brazos levantados y controlando él sol. Me levante y me acerque a ella.

-Oye....¿qué haces?- me rasque un ojo del sueño que tenia-.

-Oh, lo siento Aqua...solo estoy controlando los rayos del sol para que no nos den en la cara-.

-Ya uno me dio y me despertó- bostece y me estire- ¿a donde tendríamos que ir?-.

-No tengo idea pero...ella les había dicho algo a mis padres, era de que los animales de aquí se dirigen cerca de la ciudad para buscar alimento-.

-Yo digo que debemos encontrar un animal y seguirlo hasta la ciudad, sera más fácil si hacemos eso- dijo Zen mientras nos miraba sentado- ¿tengo o no razón?-.

-Si la tienes...entonces busquemos a uno y sigamoslo-.

Nos pusimos en marcha en busca de un animal, estuvimos hací por un buen rato pero no encontramos nada así que nos sentamos para ver si alguno pasaba por ahí. De la nada comenzamos a sentir que él suelo se iba moviendo de a poco y cada vez se hacia más fuerte, nos levantamos y comenzamos a mirar para todos lados, Zen nos grito y miramos hacia donde él señalo, era un animal gigante que casi llegaba a los árboles, con dos cuernos en su cara y tenia flores, ramas y lianas colgando de su cuerpo, era tan hermoso. Lo seguimos pero decidimos mejor montarnos en él, les dije a los dos que se pusieran a mi lado, entonces hice un remolino y llegamos a la espalda del animal, nos sentamos y miramos todo.

-Parece una especie de rinoceronte pero gigante, este bosque si que es genial- dijo Zen, se le notaba muy feliz- me gusta este tipo de aventuras chicas-.

Las dos le sonreímos. Él animal llamado rinoceronte caminaba un poco rápido pero nos daba tiempo para descansar un poco más.

Aquarion IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora