Capitulo 8: Todo arruinado

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Mientras Hikari y yo seguíamos a Zen casi de cerca los guardias detuvieron los caballos y él ave se detuvo, ¿algo iba a pasar?. Los guardias se pusieron en fila dejando un camino y de allí estaba pasando Annabet, la verdad creí que ella era más alta pero parecía una niña de 12 años y tenia la misma apariencia que la pintura que estaban haciendo esos muchachos, todos la observaban acercarse a la pintura, ella lo toco pero esperaba que pasara algo hermoso pero se dio vuelta mirando a todos.

-Mis ciudadanos, es un honor decirles que este bosque por fin estará a salvo de las invasiones de nuestros enemigos y también gracias por esta hermosa pintura, se los agradezco tanto. Ustedes son parte de mi corazón- formo un corazón con las manos extendiendo sus brazos hacia todos-.

La gente gritaba su nombre y otras cosas pero...sentía que algo iba a pasar, observe él cielo, estaba bien hasta que una nube oscura tapó la luna y todo fue oscuridad en la ciudad, seguí observando. De la nada veo unos pequeños brillos cayendo del cielo, al darme cuenta eran flechas dirigiéndose a la gente, decidí gritar para que me escucharon pero no pude, había muchos gritos así que decidí ir hacia Zen y explicarle, era él momento de que se acerque a Annabet y le diga.

Zen fue corriendo hacia ella, quise ir con él por si algo malo pasaba.

-Diosa Annabet, debemos irnos, una lluvia de flechas se aproxima-.

-¿Lluvia de flechas? Un momento..tu no eres uno de mis guardias, mis guardias me llaman por mi nombre, eres un maldito impostor...¡guardias llevense a este impostor!-.

-¡Espera Annabet!- Me acerque a ella antes de que los guardias se acercaran- estas en peligro..una lluvia de flechas se dirige hacia aqui, creeme, mira él cielo-.

Ella me hizo caso y al verlo lo primero que hizo fue gritarles a todos que estaban siendo atacados, la gente corría hacia todos lados buscando refugio pero las flechas ya estaban cayendo y clavándose en él suelo. Hikari se acercó y me miro, le hice señas de que debíamos ayudar, así que nos separamos y comenzamos a pelear contra estos tipos que en serio daban mucho miedo, toda su vestimenta era negra y montaban murciélagos gigantes, observe a Annabet que también estaba luchando así que me dirigí a ella y la tome del brazo.

-¿¡Oye que haces?! ¡Debo proteger a mi gente!- su voz era de una niña y su cara también- ¡Vete de aquí!-.

-¡Aqua!- grita Hikari- ¡la nube es él peligro, atrae a todos estos tipos, debemos hacerla desaparecer!-.

Lo que dijo Hikari me dejo pensando y era una gran idea pero ¿como íbamos a llegar hasta él cielo? Hikari tiene las alas rotas y no puede volar. Observe al ave de Annabet y luego a ella.

-¡Annabet, monta tu ave, la nube los esta atrayendo! ¡Lleva a esa chica hasta arriba y todo pasara...creeme!-.

-¡Es un fénix tonta!-.

-¡Lo que sea, solo llevala y todo pasara!

Annabet dio un suspiro y fue corriendo hacia su fénix, Hikari la siguio y las dos subieron y se fueron al cielo, me detuve y fui a por Zen, pobre, me estoy olvidando de el, cuando llegue él estaba escapando de un murciélago y le tire un chorro de agua, Zen me vio y vino corriendo hacia mi.

-No me dejes más solo...casi muero- dijo mientras recuperaba aire- ¿Donde esta Hikari?-.

-Esta con Annabet allí arriba, tenemos que esperar a que hagan desaparecer la nube-.

Observe la silueta del fénix que estaba siendo iluminado por la luna, lo habían conseguido, al desaparecer toda la nube los murciélagos comenzaron a irse y otros morían quemados. Él fénix descendió de a poco y al tocar él piso las dos se bajaron pero la cara de Annabet era de enojo y tristeza al mismo tiempo.

-Mi ciudad...mi gente...mi todo...- cayo de rodillas y se tapó la cara, pude notar unas lágrimas cayendo- no sirvo para nada...solo soy una niña....-.

-Diosa Annabet- me acerque a ella y me agache para verla mejor- eres una buena diosa, defendiste tu ciudad por lo menos- le acaricie la cabeza- además, recibiste la ayuda de dos diosas-.

-¿Diosas....?- levanto su mirada y me observó- ¿Quienes son ustedes....?-.

-Mi nombre es Aquarion, diosa del agua- le dije sonriendo- y ella es Hikari, diosa del aire. Viniste a buscarte a ti para que nos ayudes en algo muy importante...tud poderes corren peligro-.

-¿Mis...mis poderes....?¿Qué les va a pasar....? Dímelo de inmediato...- me agarro de mi ropa- quiero saberlo de inmediato....-.

-Vayamos a un lugar más secreto, vayamos a tu castillo- me levante y le ofrecí la mano- es mucho lo que hay que contar-.

Aquarion IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora