Narra Mariela
Logramos rastrear la patente del auto que vimos en el video de vigilancia de la farmacia.
Llegamos a la casa de este chico, Simón.
Parece vivir bastante bien. Esa casa no disimula nada. No creo dudar de que mis niños estén acá con las niñas de Juan.
Intento no desesperarme al ver que el oficial Benitez está esperando una respuesta del joven.
No aguanto más y le pido a Juan que se acerque conmigo hasta donde se encuentran. Al ver que el chico contesta y se va solo no dudo ni un segundo en que va a intentar esconder algo. Se va básicamente corriendo.
Lo escuchamos gritarle a su gente que deje de hacer lo que están haciendo y que se preparen que vamos a entrar.
Los tres minutos se le acabaron y decidimos entrar directamente antes de esperar a que él venga y nos diga que lo hagamos.
Entramos y nos encontramos con toda su servidumbre en fila. De un lado los hombres y del otro lado las mujeres.
Al final de ellos vemos a los amigos de nuestros hijos.
Juan: ¿Ustedes qué hacen acá? - pregunta sorprendido
Golden: Simón es amigo mio. Después de nuestras vacaciones él nos "prestó" su casa para estar unos días más de descanso antes de volver a nuestros trabajos.
Juan duda si creerle o no. Le hago una mueca para que no se preocupe.
A lo mejor Simón le pidió a ellos para que mintieran.
Mariela: Está bien. ¿Y el joven Simón?
Simón: Acá estoy. Quería asegurarme de que no quedaba nadie más arriba. Esta casa es bastante grande y si grito no en todos lados se me escucha - asegura mientras baja las escaleras tranquilo y con una sonrisa - ¿Todo bien?
Oficial: Sí, todo en orden. Pero de igual manera necesitamos subir y seguir indagando todas y cada una de las habitaciones.
Simón: Me parece perfecto. Si quiere lo acompaño y se las muestro. No tengo problema.
Mariela: No, está bien. Nosotros vamos, no creo que nos perdamos - intento decirle con una sonrisa obviamente falsa a lo que él me contesta con otra sonrisa. La de él no creo que sea falsa, parece estar calmado. Eso me irrita.
...
Narra Mangle
Todo esto es muy extraño. Me estoy sintiendo realmente mal.
Mis padres están allá abajo intentando buscarnos. Sabía que esto iba a pasar en algún momento, pero no ahora.
Bonnie: Yo sabía que nos iban a encontrar. ¡Pero no en estas condiciones y no en esta casa! - gritó
Foxy: Basta nene. No grites. ¿Queres que nos encuentren? - habló en voz baja
Bonnie: A mi ya no me importa - dijo mirando a mi hermana con el ceño fruncido. ¿Qué tiene contra ella? ¿Y por qué está enojado?
Mangle: ¿No eras vos el que específicamente no quería que nos encuentren? - le pregunto ya un poco alterada. Intentando no levantar la voz. Estas cosas así hacen que me vuelva histérica y grite.
Bonnie: Acabo de decir que ya no me importa - se sienta en el suelo - Tu hermana tiene otro novio y no necesariamente tengo que ser el novio de mi hermanastra - dice triste, escondiendo su rostro entre sus rodillas.
Mangle: ¿Bonbon? - la miro y ella no hace más que mirar por una ventana.
Foxy: Eso lo confirma.
