Día 35: Azul más Brillante (II)

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Las horas se han hecho minúsculas delante de la euforia que nos ha causado esta noche, en la orilla del mar, donde rompen las olas y descansa aquel letrero de la entrada que rememora la esperanza como algo tan puro y sutil creado solo para aquellos saben esperar.

No pretendo dormirme, quiero avivar más esto que denominan juventud, esta es mi propia noche estrellada, mi propio retrato de Vincent.

Junto a Mike, avivamos haciendo una enorme fogata de esas que arden con tanta pasión que difuminan sus colores mientras bailan rítmicamente al movimiento de su propia silueta jugando con las sombras y glorificando las luces reflejándose en la salina mar, aquella noche náutica navegando en nuestros pensamientos, frente a la costa este, en el lugar correcto, con las personas Correctas porque lo único que realmente sobra en el mar es la impaciencia.

Todos nos sentamos alrededor de las llamas como si orbitáramos alrededor del sol, no te negare que tomamos un poco, entre las risas y las circunstancias el tiempo se encargo de brindarnos un verdadero momento de sinceridad en medio de la serenidad nocturna.

Mi mundo interior se debate si este, es el justo momento y el lugar adecuado para contarles sobre aquellos que hemos guardado celosamente entre mis padres y tu yo, debo decirles, debo decir que fallece la inmensidad en mi ser.

—AGUARDA —grito mi conciencia dentro de mí

—¿Y si pierdes a tus amigos? ¿Y si solo se quedan aquí por lastima? —replicó ella misma en una lluvia de dudas transformadas en inseguridad.

El eco de sus interrogantes invadían toda mi mente mientras una voz apacible derribo su esquema trazando un mar de luz ante la negación

—No puede ser así, las personas que te quieren de verdad nunca se van, porque aunque todas las cosas tienen cambios y las flores caigan; ese cariño siempre perdura —dijo la razón lanzando por una noble pendiente todas la inquietudes que arropaban mi mente.

—Eh, Diego, ¿te sientes bien? —dijo Teddy mientras todos me miraban espabilándose de mis pensamientos que me consumían en aquel momento, mientras sostenía una especie de vara con muchos colores.

En ese momento reaccione y aunque en un primer instante mi silencio fue el protagonista de mi respuesta, tuve que responder pues no sería un buen argumento para una noche tan especial como era esta echar todo a perder con mis incongruencias.

—Si, estoy bien, no te preocupes, ¿de qué hablábamos? —y todos se rieron un poco a lo que ellos denominan "mis epifanías" internas.

—Cariño que te parece si continuamos —dijo Roxane mientras sostenía un cigarrillo entres los dedos de su mano derecha.

—ok, si creo que ya podemos continuar, Roxane —dijo Teddy.

—Les cuento, esto es algo que utilizamos en el centro de ayuda donde soy voluntaria —dijo continuo ella.

—Básicamente es un juego que se utiliza para que liberes tus tormentos o situaciones de total agobio, saca el verdadero (Yo) de tu interior y al final si ya lograste desahogarte y poder contar al mundo que no te permite avanzar para que luego el líder del circulo te pregunte, si ahora eres una persona libre o no; es un terapia de sanación que denominamos como exhalar, cuando tienes la voz, que es este vara colorida que representa todos y cada uno de las matices simbólicas de las emociones, entonces tienes el derecho de hablar, si por el contrario no puedes por qué no te sientes listo, cedes tu palabra a la siguiente persona a tu derecha, hasta que un día seas capaz de hablar de ti mismo sin poderte causar daño —dijo Teddy, explicando fijamente, lo que parecía mas bien ser una terapia de shock, más que un juego.

Éxtasis [COMPLETA] [Borrador Sin Editar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora