Éxtasis [COMPLETA] [Borrador Sin Editar]

Día 33: Tonada

He vuelto de mi chequeo donde particularmente no muestro ninguna mejoría solo desgaste, mientras la puerta azotaba detrás de mí y el deshielo empezaba a hacer presencia para que las ramas marchitas pudieran volver a verdecer. Barto descendió por las escaleras tropezándose en aquel mismo lugar solo para venir a darme una fortuita bienvenida.

Roxanne estaba en la cocina de donde salía un aroma sabor a poesía, mi padre había salido y por alguna extraña razón mi madre estaba sentada ahí, frente a aquella pieza con vestido de polvo e historias, el piano familiar. Mi mamá mas nunca volvió a tocar luego que falleció el abuelo hace dos navidades, es como si la alegría hubiera empacado sus maletas y se hubiera ido para no volver.

Pero ahora está allí, como yo, intentándolo, resistiendo, expresándose.

Empecé a aplaudir liberándola de su consternada concentración

—Lo harás genial Eli —le dije a mamá mientras tomaba un puesto de espectador con Barto que se unía a las gradas de aquel teatro diseñado solo para mamá.

Eli era el apodo que le tenía mi abuelo a mama y se lo decía cada vez que ella iba a tocar para darle apoyo, es un diminutivo directo de su nombre Elizabeth, unos pasos se aproximaban desde la cocina, se trataba de nuestra huésped provisional, era Roxanne quien se quedara unos días con nosotros ya que la señora Carmen no estará en la ciudad por que asistirá a una seminario de bibliotecarias o algo así, fue lo que yo comprendí, a Roxanne quien ahora lucia un hermoso vestido con motivos de girasoles que combinaban con su piel fina que brilla en un tono canela, pues sencillamente no se le da muy bien lidiar con su mente, suele recurrir a la compañía para librarse de sus adicciones de donde está saliendo poco a poco gracias al grupo de ayuda donde la inscribió Teddy.

Los antiguos "amigos" de Roxanne, dos están en prisión los atraparon vendiéndole narcóticos a menores y la chica murió de sobredosis de sustancias ilícitas, pobre chica la noticia salió en la prensa local.

La vida es como un puente largo sobre el vació si seleccionas el camino corto puede que tu puente este lleno de baches y tablones podridos, todo se podría desplomar sobre tus pies arrastrándote hacia el vació eterno, en cambio si tomas el camino del esfuerzo tardaras mucho más en llegar a la meta pero la victoria sera extraordinaria.

Aquel ambiente frio del deshielo donde claramente la primavera estaba ganando la partida abatía en un punto quiebre contra la habitación llena de silencios que la hacía parecer enorme mientras que nosotros éramos minúsculos ante la espera de aquel pequeño paso que desate brillo, Roxanne se acerco silenciosamente hacia mí y se sentó en el mueble como fiel tercer espectador, mientras Eli luchaba sentada allí con su propio ser para recobrar a aquella jovencita que había dormido dentro de si durante mucho tiempo.

Ese silencio sórdido que nos acompañaba en la habitación nos ahogaba, no mostraba ninguna señal de existir en el electrocardiograma de la vida cuando un espasmo del cuerpo de Eli asesino aquel palpitante sonido de desaprobación para transformarlo en aplauso y bailes efímeros que estimulaba aquella tonada llena de vida, la habitación se sentía que se iluminaba poco a poco ahora no estábamos bañado en un feo ocre sino en un azul brillante.

Barto bailaba a dos patas cuando escuchamos el auto de papá estacionarse, entonces la balada se intensifico en un grito de verdadera euforia, Eli estaba en su propio momento de éxtasis musical, los rayos de luz que se colaban por la ventana hacían brillar el vestido de Roxanne como si los girasoles realmente voltearan al sol.

Mi papá se acercaba a la casa mientras el pelo de Eli se alzaba y giraba al compás de aquella melodía de piano. Las plantas del jardín reaccionaban a tal estimulo que el deshielo fue más evidente que nunca, el cielo ahora era despejado, la vida había continuado y los pájaros volvieron acampar.

Después de mucho tiempo, mamá había salido de invernar.

La perilla giro y aquella puerta abrió, el piano se detuvo y nosotros nos derrumbamos al sofá en un actuación inédita que expresaba monotonía. Mi padre dudo un momento al vernos a todos ahí, pero su curiosidad no le gano, solo sonrió y siguió al interior de la casa.

Todos nos reímos a carcajadas, Barto ladraba, convirtiendo ese efímero momento en nuestro propio secreto. Comprendiendo que él lo había entendido la luz había llegado a esta casa, la plantas habían florecido, la fauna había despertado, la primavera nos bañaba de esperanza con su llegada y Elizabeth había vuelto a ser Eli.