Éxtasis [COMPLETA] [Borrador Sin Editar]

Día 74: Rastros y ¾ de Pastel de Sandía 🍉

Profundidad...

Calmada y serena profundidad

Mi cuerpo flota hacia la tempestad de la vacía superficie

Divago y de un momento a otro sucumbo, la lluvia me arropa mientras floto en este mar embravecido donde solo soy testigo de una sola cosa.

Mi verdad, las lagrimas del cielo me ahogan, mi frágil y sosegado cuerpo se enfría, la calma no parece llegar, el agua... embiste todo a su paso y su cuerpo flota junto al mío.

¿Quién es esta chica?

Porque parece ser dueña de su propia tempestad violenta como un alud

El agua espumosa la trae más y más a mí como polos opuestos hasta que su rostro se asoma y me saluda en un acto de cuerpo inconsciente flotando a la deriva

¡Roxanne!

—Diego, despierta ¿te sientes bien? —dijo la voz de alguien que sonaba algo asustada.

Últimamente estos sueños se han vuelto mucho más constantes como si la tempestad se acercara...

—Tu ritmo cardiaco comenzó a acelerarse más y más estaba muy asustada —dijo Roxanne mientras empezaba vislumbrar lo que podría ser la primera muestra de humanidad que he visto en ella en años.

Sonreí como lucido porque me causo mucha ternura. Sobre la mesa estaba aquella lasaña de la que tanto me prometido.

Roxanne se enojo un poco al observar que la estaba timando un poco así que me dio un suave golpe sobre el hombro.

—Eres insoportable cuando te lo propones, que se te peguen cosas buenas de Mike no su obscenas muletillas — dijo ella acomodando un poco la sabana que me semi arropaba en el momento.

La puerta de la habitación sonó indicándome la hora del cambio de turno mi prima atravesó la habitación tomo su abrigo y la bandeja vacía de ese delicioso pasticho que me había traído la noche anterior donde pude visualizar su perfil cansado pero que sin embargo tiene un aire de felicidad, el descubrir quién era realmente. Le sentó un cambio para bien en su vida, ahora ella no era una piedra petrificada en el desconcierto... ahora ella era la propia medusa, empoderada e indetenible como una bravata.

—Cariño ya me tengo que ir pero... —dijo ella pausando sus palabras en el aire mientras su dedo se alzaba a la altura de su pecho.

—Te traje una flamante enfermera para suplantarme —dijo ella guiñándome el ojo y abriendo la puerta.

Era Mike vestido de enfermera haciendo poses sexis en la puerta sosteniendo un wisky con un uniforme blanco ceñido al cuerpo y tan corto que casi se le ve las pelotas.

—Que horrible quítate eso y aléjate jajajaja —dije mientras no paraba de reír.

La habitación se lleno de risas menos de las de Mike que estaba muy comprometido con su papel.

—Que flamante versión de Betty la fea —dijo Roxanne haciendo un reverencia llena de sarcasmo absoluto.

—Pero ven acá cariñito —dijo Mike acercándose a Roxanne.

—Oh no te me hechas para allá hallowen adelantado —dijo ella.

Causo tanto revuelo que todas las enfermeras cercanas a mi habitación intentaban asomarse con el rabillo del ojo. Incluso lo único que interrumpió el acto de Mike fue la directora del hospital quien con el rubor subido al rostro de la pena entro a mi habitación sin hacer contacto visual con Mike.