Capítulo 12: Una tormenta se acerca

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PDV Marion.

En cuanto Connor desapareció tras la puerta empecé a buscar de inmediato alguna mordida en el cuerpo de mi amigo.

Cuando había salido del baño y me encontré con él en su forma lobuna sobre el cuerpo inmóvil de Jason, creí que lo había matado. Y esa pesadilla que había tenido hace tiempo que no había logrado olvidar del todo se había sentido más real que nunca; instalando puro terror en mi corazón.

Pero ahora comprobé con alivio que no había llegado a atacarlo, el pobre estaba muerto de miedo, pero ileso.

-Eso...un lobo...él... -balbuceaba, mirándome con total incomprensión. Suponía que yo también hubiera reaccionado así de haberme enterado de esa manera tan abrupta.

-Connor es...puede transformarse en un lobo -expliqué, acariciando su hombro para intentar calmarlo, este temblaba bajo mi mano. No había podido decir las palabras "hombre lobo", sonaba ridículo frente a mi amigo, como si me hubiera habituado a dos mundos completamente diferentes, uno de fantasía y otro normal, y ahora los estuviera juntando forzosamente.

Pareció finalmente recuperar el habla.

-Eso no tiene ningún sentido, me estoy volviendo loco...-masculló, levantándose y llevándose una mano a la cara. Se frotó los ojos detrás de los lentes y empezó a caminar de un lado a otro- ¿Me habrán drogado con algo? Quizás cuando tomé el autobús, escuché que hay una especie de polvo que a veces dejan...

Suspiré, sentándome en el sillón y observándolo moverse de aquí para allá.

-Jason... -llamé, y esperé a que se detuviera y me mirara- Es real, todo eso fue real -afirmé, intentando que viera que estaba siendo completamente honesta. Le mantuve la mirada hasta que me creyó.

Su respiración estaba agitada y sus ojos abiertos como platos cuando se sentó a mi lado.

-Marion...¡¿entonces estuviste viviendo con esa cosa todo este tiempo?! Sabía que había algo raro en él, pero no pensé que... tenemos que ir a la policía o algo, ¿qué se hace en estas situaciones? -se preguntó con desesperación.

-No, no, nada de eso -aclaré rápidamente, ahora tenía que limpiar el desastre que Connor había dejado- Deja que yo me encargue de esto, ¿sí? Sólo...vuelve a casa y trata de pretender que nada pasó, ¿puedes hacerlo?

Me miró fijamente por largo rato, como si mil pensamientos estuvieran dando vueltas en su cabeza.

-Sí, sí... está bien... -dijo lentamente, había algo extraño en sus ojos y su tono que no alcanzaba a descifrar. Luego, sin decir palabra, se levantó, se dio la vuelta y se fue de la casa, caminando con aire ausente.

Su inusual comportamiento me dejó preocupada, pero después de lo que había vivido no podía esperar que actuara normal. Después iría a verlo, para asegurarme de que estuviera bien, pero por ahora tenía otras cosas con las que lidiar.

Me acurruqué en el sofá y abracé un almohadón. Mi vista estaba fija en la mesa cuya base de vidrio habíamos reparado hace poco, pero mi mente estaba llena de Connor.

Un sentimiento de culpa se abrió paso en mi pecho. No debería haberle gritado de esa manera, era claro que él no tenía idea de qué estaba pasando. Y era por mí, y sólo por mí, que había dejado la carne humana; y tan firmemente además, luego de haberse alimentado de ella toda su vida.

Estreché la almohada con aún más fuerza, por un lado esperaba que volviera pronto, pero a la vez no tenía idea de qué decirle. "¿Sigue intentando controlarte?" Era inútil, episodios como este sólo se repetirían, y probablemente terminarían de manera mucho más trágica. "¿Vuelve a matar?" Eso ni siquiera era una opción. Me hubiera gustado poder decirle que matara sólo a las personas malas como los anti-héroes de las películas, pero difícilmente funcionaría, no es que te encuentras asesinos y criminales parecidos todos los días cuando sales a caminar.

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