Jutsu De Tiempo y Espacio

Cap. 39 Equipo 7

Una vez en casa, los dos llegaron en la puerta allí Kurai fue a su rama se acurruco para dormir los dos como zombis fueron a la cocina allí estaban sentadas Hito y sus hermanas y Yazumo que los esperaban como espejos miraron sus relojes vieron que tardaron dos meses en regresar ella sirvió un poco de zumo de melocotón y él en un plato coloco dos bolas de arroz nadie de los que estaban viendo como actuaban se atrevía hablar solo se detuvieron a ver su cansancio físico no mucho pero emocional estaba menos diez puntos de lo normal.

Itachi tomo el vaso que estaba enfrente de Shin lo corrió junto Kagami movió un poco la silla libre y giro tomando a la niña sentándola en el lugar donde había preparado, el dejo el plato y Hotaru dejo en su lugar de él un vaso, el compartió una bola de arroz comieron. Shin en susurros se dirigió a Kagami y Yazumo.

–No creen, que actúan extraño.

–Los adultos solo acentuaron con la cabeza afirmándole. Después que comieron el se levanto los miro. –Shin busca a Kabuto dile que Hotaru fue envenenada otra vez por Ann, los presentes se levantaron asustabas. –Tranquilos el Kabuto de otro tiempo le dio el antídoto.

Aclaro acto seguido fue llevarla su habitación cargando lo que ella agradeció el viaje la dejo exhausta.

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Aldea de la luna una joven cabello corto hasta los hombros negro y una castaña paradas en las afueras de los terrenos de la familia Kronos se encontraban Ann y Áyame no podían ingresar a los límites de su hogar, las dos chicas de quince años molestas se dirigieron a investigar.

Logrando obtener un poco de información, con los aldeanos del lugar y vivían cerca las dos se mantenían con un rostro incauto pero internamente era un rio de odio repulsión por lo que veían, Áyame que era la que tenía el momento más fría la mente pensó que Renai estaba involucrada en que no pudieran ingresar, y eso era retirando al menos un pergamino de sello que era lógico estaban dispersos.

Esta misma mujer a lo lejos vio un grupo de niños jugar con su pelota lo que ella les llamo. –Hola chicos, como están. –Bien. Unisonó del grupo.

–Veo que no tienen canchas para su juego de pelota verán adentro en el patio se casa Hotaru tiene unas canchas pequeñas, si quieren pueden ir. –No, podemos la señora no está y se molestara si las tomamos.

–Mmm... pero les digo un secreto ella es su hermana ella les puede dar permiso de entrar. Los niños corrieron junto Ann, que fingiendo una sonrisa les dijo Tomen la llave solo les pediré a cambio un favor.

–SI, gritaron los niños emocionados por obtener las canchas.

–En una de las paredes hay un papel pegada en el patio arránquelo y me lo traen, ella entrego la llave al que parecía ser el líder del grupo. Vieron que los niños hacían lo pedido Ann dijo.

–Ahora ve y consigue las estúpidas canchas o eso niños nos provocaran problemas. Enseguida áyame desaprecio y vio que los niños corrían a su dirección con el pergamino ella dio con cuidado un paso descubriendo que ya no era repelida siguió caminando y tomo el pergamino roto. –Señorita disculpe al quitarlo se rompió. –No te preocupes eh visto que si tienes interés mi amiga ya se adelanto para sacar sus canchas. Miren de la puerta Áyame salía cargando unas pequeñas canchas. Posteriormente de dar una revisada a la casa decidieron retirarse esperando que pronto regresara.

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Shin corría entre los pasillos oscuros de la guarida de Orochimaru estos eran alumbrados por una serie de antorchas la niña al correr deslumbrada termino chocando con un Orochimaru molesto.