Ella

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Una habitación iluminada, era su casa. Minho estaba recostado sobre su cama; rápidamente se incorporó y salió de su habitación. Recorría la casa con la vista, miraba todos los cuadros que había pintado Francesco colgados en las paredes, como antes. Siguió caminando hasta que llegó al estudio de pintura y vio a Francesco pintando con óleo, mientras escuchaba canon en D, esa canción que según él le daba inspiración. Minho miraba como él se encontraba al fondo de la habitación, pintando como siempre, con las ventanas abiertas para que la habitación tuviera iluminación, y una taza de café a un lado de los tubos de pintura al óleo como siempre.

-Francesco...

Minho lo llamó y este se volteó, le sonrió ladeando un poco la cabeza, gesto tan característico de él el cual hacía que sus largos cabellos castaños colgaran por un lado. Francesco se paró de la silla en la que se encontraba, Minho corrió a su lado y lo estrechó fuertemente.

-Francesco, he tenido un sueño horrible, tú no estabas a mi lado...

-Minho, mi amor...

Francesco colocó sus dos manos sobre las mejillas de Minho y conecto sus ojos llenos de ternura y ese bello color verde esmeralda con los de él.

-Ya has encontrado a alguien más para amar...

Minho vio como de los ojos de Francesco caían lágrimas y recordó la noche anterior; él había estado con Taemin, esto lo hacía sentir culpable, como si le hubiera sido infiel a Francesco.

-Fran...yo...

-cállate Minho. –le dijo Francesco con una sonrisa en sus labios.

Minho vio como Francesco se limpiaba las lágrimas con el dorso de la mano, y le sonreía.

-No voy a reclamarte, al contrario, me alegra ver que estés con alguien más. Minho, te amé lo más que pude en cuerpo y alma y deseo que alguien más sepa lo maravilloso que eres y por qué me iba a casar contigo...

En ese momento Minho comenzó a llorar. Francesco no estaba más a su lado y esto era sólo una ilusión.

-Minho, no llores. Taemin me encanta para ti. Creo que será excelente compañero, prométeme que no lo vas a dejar ir.

-yo...

-Hace cinco años me prometiste que ibas a encontrar a alguien, y ahora que lo has encontrado, quiero asegurarme que lo vas a mantener a tu lado. Prométemelo.

-Te lo prometo.

-¡ah! y por favor, más te vale enamorar a Taemin como lo hiciste conmigo; yo fui fácil pero él no lo es tanto, ¡recuerda regalarle rosas no margaritas!

Minho rio, tenía tanto de no ver a su Francesco; pero tenía que reconocer que ahora dolía menos, ahora cuando pensaba en él, una risa se formaba en sus labios.

-Bien, me voy, te estaré vigilando Choi, siempre voy a cuidarte.

Francesco se acercó a él y le dio un pequeño beso en los labios.

-No olvides que te amo. Se feliz.

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Minho despertó. Su mano estaba extendida hacia el cielo, como si hubiera intentado agarrar algo que saldría por el techo y no lo consiguió. Una sonrisa se formó en sus labios. Había soñado con Francesco pero no dolía en lo más mínimo, se sentía maravilloso. Volteó a su izquierda y Taemin dormí a su lado, estaba con el torso desnudo, los labios entreabiertos y era posible escuchar su respiración. Cuando lo vio, sonrió.

Volviendo a amar [2MIN] EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora