La Familia Perfecta. // Jos canela & Tu.

estoy jodido.

Hace unos días le tuve que contar a mi madre lo que sucedió con ___ y Rebeca. El mismo día de hecho.
Es la primera vez en días que la veo.

-tienes que arreglar las cosas con ella Jos.

-lo se mamá, pero todo mundo esta enojado conmigo.

-y también yo.-agite los brazos en el aire y los solté chocando con mis piernas.

-¿puedo quedarme aquí? No me gusta estar solo en esa casa.

Suspiró y asintió.

-no me vendrá mal un poco de compañía.-me iba a ir a mi antigua habitación y comentó algo que hizo que parara de caminar.-llama a ___, necesito verla y a mis nietos.

-Está bien.

Le mandé unos textos los cuales no respondió al instante.
"Para: ___.
De: Jos.

¿Donde están? Quiero ver a mis hijos".

"Para: ___.
De: Jos.

Mi mamá me pidió que llevara a los niños su casa, ¿puedo ir por ellos?".

En la noche recibí un mensaje de ella.

"Para: Jos.
De: ___.

Los niños están conmigo, mañana los llevaré a casa de Mariana.".

Muy temprano fui a casa, me duche muy rápido, me rasure y me puse ropa limpia.
No tiene el aromatizante peculiar que ___ le pone a la ropa. Tuve que mandar mi ropa a la lavandería, ya que la lavadora la descompuse al pensar que podría lavar mis pantalones pero me equivoque.

Partí rápidamente a casa de mi madre, incluso llevé ropa me quedaría unos días ahí.

Llegamos al par a casa de mi mamá, nuestras miradas se cruzaron, sus mejillas tomaron un tono carmín.

Tomó a Chris en brazos, pero agitaba sus brazos al verme.
Rozó su brazo con el mío y sentí un escalofrío, hasta los vellos se me erizaron. Sofi e Ian corrieron a abrazarme.
Ella iba a irse, justo mi madre salió a recibirnos, así que ella ya no se fue.

Los niños estaban jugando en la sala, mientras los adultos en la cocina.

-¿Les pasa algo? Antes muy amorosos y ahora están muy serios.-nos sorprendió mi madre.

-no sucede nada mamá.-la tome de la cintura y la besé. La verdad, si extrañaba sus labios sobre todo a ella, su aroma, sus sonrisas, su cuerpo, todo.

-se lo estaban guardando verdad.-bromeo.

-Mamá! Mejor iré a ver que hacen mis pequeños traviesos.- me marché de la cocina, para dejarlas solas, espero no haber metido la pata.

Veía a mis hijos jugar, pensé en arreglar las cosas de una vez.
De nuevo regresé a la cocina.

¿necesitas algo?- habló fríamente.

-me gustaría hablar con ___, si es que se puede.

-¿quieres hacerlo?.- el tono de su voz cambio, paso de ser linda y dulce a un tono raro- bien, vallan afuera, los niños podrían escucharlos.

-gracias.-susurró.

-siempre me tendrás pequeña.-podía escuchar lo que ambas se decían.

Salimos al patio trasero, los niños estaban en la sala así que no escucharan nuestra plática.

Tomo asiento en una de las sillas, jale una silla la coloqué enfrenté de ella.

-¿podrías mirarme a los ojos?