CAPITULO 35: Hermanos de sangre

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Pov Normal:

Dos figuras caminan por el denso bosque, una arrastra a la otra por el camino con brusquedad. El cabello rubio de ella se encuentra suelto, y le llega a la cintura, viste unos ajustados jeans negros junto a una camiseta térmica también negra, sus pies calzan botas militares del mismo color. En cambio el chico que la sigue a trompicones tiene el cabello rojo y despeinado, sus ojos de color chocolate, como los de ella. Viste unos pantalones anchos beige junto a una camiseta ajustada blanca, también lleva botas militares negras.

Llegan a un prado desierto y la chica lanza a su acompañante contra el tronco de un enorme tronco, sin piedad, sus ojos lo observan con frialdad, y el se estremece.

-Lucy...- comienza pero una bofetada lo hace callar

- Te voy a hacer unas preguntitas muy sencillas- dice acuclillándose delante de el, ella sabe que algo raro le ocurre al chico, pero lo ignora por el momento-  primera ¿que coño hacías en mi gremio?

- E- estaba buscándote- murmura, su actitud sorprende a Lucy

- Ya no te controla ¿verdad?- asegura mas que pregunta la rubia, con expresión sombría

Shun niega con la cabeza lentamente, Lucy se deja caer al suelo suspirando y mira mas relajada a su hermano.

- Oh, Shun, ¿porque te ha pasado todo esto? ¿porque ahora? ¿porque no antes de que la mataras?- pregunta Lucy con un tono de voz menos frío y mas dolido- ¿porque te dejaste llevar por él?

Shun se sorprende del repentino cambio de humos de su hermana.

- Lucy, era pequeño, y quería conocer a mi padre, encontré la piedra en un estuche en el desván, junto a otras, pero esa fue la única que brilló y se me incrustó en la frente- del lugar nombrado aparece la piedra del bien y el mal, era una especie de espiral de color negro y blanco- me dijo que el sabia donde se encontraba mi verdadero padre y que si me lo llevaba podría guiarme, yo obviamente le dije que si. Pero no sabía lo que eso ocasionaría.

Lagrimas comienzan a salir de los ojos de Shun.

- M- me controló por completo, mi personalidad estuvo a punto de desaparecer, si no me hubiera puesta la pulsera ahora el controlaría mi cuerpo- explica entre lagrimas él- debes creerme, Lucy, nunca quise matar a mamá y tampoco quise herirte de ninguna forma.

-Podías haberlo evitado- acusa la rubia con el ceño fruncido- solo debías inclinarte hacia el lado de Ying-Yan

Shun la mira extrañado con lágrimas aun en los ojos

-¿El que?

Lucy le mira con los ojos abiertos, sorprendida

-¿Cual es tu piedra, Shun?- pregunta la rubia empezando a comprender algunas cosas.

Ya nada volverá a ser igual ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora