CAPITULO 4

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  Cuando abro los ojos lo primero que hago es ir a la habitación de Cris y aun sigue dormido  le acarició el pelo y lo dejó dormir. Me dirijo a la cocina y me sirvo algo de café aun sigo con algo de sueño.
Me quede sin animos de nada al ver la reacción de Alan de verdad se a sentido mal, espero que se le pase.
Con mi taza de café voy al baño me quito la ropa me meto a la ducha abro la llave del agua. Espero debajo a que mi cuerpo se empape y luego cierro el chorro, cojo el champú, me lo aplico y lo vuelvo a dejar en su lugar.

Después de ducharme salgo en toalla y cuando me dirijo a mi habitación hay esta el, si el Alan sentado en mi cama como si fuera de él.. me sorprendo al verlo aqui en mi casa, en mi cama y a esta hora de la mañana.

- ¿que haces aqui?

- vine a ver a Cris y de paso ati tambien.

- ¿el esta dormido cierto? puedo ir a verlo?

- si no tienes que preguntarme es tu hijo, y tienes todo el derecho - digo mientras le pongo una sonrisa en la cara, aun creo que sigue molesto y lo entiendo.  Nos dirigimos a su  cuarto y lo dejo a solas con el mientras voy y me cambio de ropa. me cambio lentamente para poder darle mas tiempo a sola con su hijo. cuando termino de vestirme me quedo recostada en la cama mirando hacia el techo. Cuando tocan a la puerta.

- ¿se puede?

- por supuesto?

- es hermoso nuestro hijo.

- ni me lo digas es guapísimo, salió a su padre - susurro

-sonrie mientra apoya su cuerpo contra la cama quedando justamente a mi lado. Empezamos a platicar cuando estamos en la secundaria.

- ¿no se porque me gustabas Alan? si éramos totalmente diferentes. No teníamos mucho en común, nuestras edades eran distintas, nuestra manera de caminar no coincidían. Mucho menos la estatura nunca llegamos ni a pensar igual, teníamos ideas diferentes. - dejame decirte que tu te creias dueño de ti mismo. Pues y yo una niña insegura de si misma, no hablaba con nadie siempre estaba a un lado sentía que no encajaba en ningún lado, todo lo contrario a ti.

 -  ¿alguna vez has querido escapar? - dejar de todo atrás y simplemente irte, a un lugar donde nadie sepa tu nombre y empezar de nuevo... Eso era lo único que yo quería anhelaba. Pero solo era una niña dependiente que le faltaba dos años para cumplir la mayoría de edad. 

- ¿pero eso era antes cierto, ya tenemos que pensar por nuestro hijo? si quieres irte de aquí nos vamos los tres ¿Cierto?

- cierto, sonrió.

- me encanta tu sonrisa Leila.

- Alan quisiera pedirte disculpas si, esque estaba muy enojada.

-Leila ya te entiendo creeme que yo aria lo mismo, ya no me pidas mas disculpas.

- Está bien - respondo dándole un pequeño abrazo. y con sus brazos me aprieta suavemente cubriendome haciendome mas y mas pequeña en sus brazos, ,e encanta estar en  sus brazos siento una paz en mi interior.

-¿quieres tomar café?

-Si por favor.

Lo dejo en la cama y me dirijo a la cosina a calentar el café antes de llegar a la cocina me paso por la habitación de Cris, todo esta bien duerme mucho. Le sirvo el café en una taza y nos sentamos en la mesa.

-¿no has pensado volver a trabajar?

- no es que, eh estado muy ocupada atendiendo a Cris y todas esas cosas.

- bien porque ya no quiero que trabajes.

-¿porque no?

- porque quiero que estés para Cris cuando yo esté trabajando, tu no te preocupes por nada yo le daré todo lo que Cris y tu necesiten. Solo encargate por ti y el, que de lo otro me encargo yo.

- pero yo quiero trabajar.

-ya hable.

- si que eres mandon. 















Una ZORRA En Chicago (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora