Más que un trabajo~ H.S~

Capítulo 37

Un suave toque en mi mejilla derecha me hizo fruncir el ceño, aún con los ojos cerrados. Me removí en mi sitio y respiré profundamente tratando de encontrar el sueño del que me habían despertado. El sueño con Harry.

Una nueva caricia fue sentida y ya no lo aguanté más. Con todo el esfuerzo que pude dar, abrí mis ojos, encontrándome unos ojos esmeralda demasiado cerca.
Solté un pequeño grito y me senté en la cama abruptamente. Soltó una pequeña risa y se echó en la cama con los brazos detrás de su cabeza.

— Buenos días.— Saludó con una sonrisa en su cara. Le miré sorprendida.

— Buenos.... días.— Murmuré algo tímida. Me miró sonriente y me sonrojé involuntariamente.

— Estás guapa por la mañana.— Comentó casualmente. Miré hacia mis manos con una pequeña sonrisa en la cara. No había sido un sueño. Harry se levantó de repente y envolvió sus brazos a mi alrededor tirando de mí en la cama abrazados.— Realmente había echado de menos esto.

Suspiré.— Yo también... Pero, ¿qué significa esto ahora?

— Pues....— Me miró profundamente a los ojos.— Supongo que volvemos a estar juntos.

— Oh.— Escondí mi cara en su cuello para que no notara mi sonrisa.— Ya veo.

Un pensamiento llegó repentinamente a mi mente, haciendo que jadeara.

— ¿Y qué pasará con la boda?— Pregunté. Cerró sus ojos con frustración y besó mi frente.

— No lo sé, Anny....

(....)

— Anny, ¿Puedes abrir tú la puerta por favor?— Preguntó Scarlett mientras retocaba su maquillaje en el espejo, cuando el timbre sonó.

— Claro.— Caminé hacia la puerta principal y la abrí tranquilamente, encontrando al repartidor de pizzas frente a mí.

— ¡Bienvenido Pa-!— Scarlett saltó desde mi espalda para saludar a alguien, pero se decepcionó al ver que no era quién esperaba. — Oh, disculpe.

El hombre, visiblemente incómodo, dijo:— No importa. Son diez dólares.

Scarlett sacó de su pequeño bolsito la cantidad pedida y sonrió falsamente.— Gracias.

— A usted.— Añadió el hombre por última vez antes de marcharse. Cerré la puerta y observé como Scarlett se sentaba en el sofá, claramente decepcionada.

— Scarlett.— Ella se giró a mirarme.— ¿Puede ser que estés esperando a alguien?

Asintió con la cabeza.— Alguien muy importante va a venir. Realmente quiero causarle buena impresión aunque ya me haya visto varias veces.— Asentí con la cabeza.— Bueno, voy a echarme una siesta. Si llaman al timbre avísame.

Me senté en el sofá cuando se marchó, quedándome sola en la sala de estar. Recordé a Tessa y Matt, por lo que rápidamente saqué un pequeño ordenador del mueble de la televisión.

Scarlett y Harry me habían permitido usar todos los aparatos electrónicos que quisiera, siempre y cuando no fueran los de trabajo, ya que contenían información que no me incumbía. Encendí el ordenador y rápidamente inicié sesión en mi cuenta de skype.
Llamé a Matt, y tardó unos segundos en contestar antes de que viera su cara.

— ¡Anny!— Saludó contento. — Tienes suerte de que justo ahora acababa de hablar con mi madre por aquí.

— Hola, Matt.— Saludé con una sonrisa también.— ¿Qué tal estás?

— Bien, el trabajo y todo me tienen algo ocupado, pero sin duda estoy bien. ¿Y tú que tal con.... Harry?— Preguntó lo último susurrando. Miré hacia la escalera comprobando que Scarlett no bajara.

— Han pasado muchas.... Cosas desde que te fuiste.— Suspiré.— Pero todo está bien ahora. Bueno....

— ¿Bueno?— Preguntó.

— Harry y Scarlett se casarán en tres semanas. — Murmuré. Oí su jadeo.

— ¿¡Qué demonios!? ¿Ese idiota te ha roto el corazón? Aunque sea mi amigo le puedo patear el trasero si quieres.— Solté una pequeña risa.

— Ya está bien, Matt. No hace falta que le patees el trasero a nadie. ¿Tessa qué tal está?— pregunté.

— Bueno, sobre es-...... — Una voz le interumpió.

— Cariño, ¿donde has metido el ambientador ahora?— Abrí mi boca sorprendida al ver a una chica rubia entrar a la habitación. Pero no una rubia cualquiera, Tessa.

— ¡Anny!— Me saludó emocionada. Se acercó a Matt y se sentó en su regazo mirando a la pantalla.— ¿Qué tal estás?

— Yo... Bien. Y veo que tú también.— Murmuré sorprendida. Tessa rió y besó la mejilla de Matt.

— Decidimos mudarnos juntos cuando nos enteremos de lo del bebé. Pensamos casarnos después de que nazca el bebé. Nuestros padres no estaban muy de acuerdo con eso, pero nosotros estamos felices.— Una sonrisa feliz apareció en mi cara, realmente estaban hechos para estar juntos.

— Me alegro tanto por vosotros, supongo que todavía no sabéis que es, ¿cierto?— Pregunté amigablemente.

— Exacto, pero en dos semanas iré a hacerme la ecografía. Estoy tan nerviosa, creo que es una niña.— Respondió la rubia con una sonrisa enorme.

— Bueno, esperemos una niña entonces.— Solté una pequeña risa enternecida, pero el sonido del timbre me sacó de mis pensamientos.— Tengo que irme, chicos. Hablamos la semana que viene.

— ¡Adiós, Anny!— Gritaron con una sonrisa. Imité su gesto y corté la conexión para apagar el ordenador. El timbre volvió a sonar.

— ¡Ya voy!— Grité apurada. Me levanté del sofá y prácticamente corrí hasta llegar a la puerta. La abrí sin fijarme siquiera en quién era, pero al ver a un hombre bastante familiar vestido con un traje elegante sentí mi mandíbula descomponerse.

— Volvemos a vernos, Anny.

— ¡Patrick!— Una voz detrás de mí se escuchó, y me sorprendió ver a Scarlett bajando rápidamente las escaleras, sin perder su elegancia. Llegó hasta Patrick y lo saludó con un cariñoso abrazo, pero los ojos de Patrick nunca se despegaron de los míos.— Que alegría volver a verte.

— Digo lo mismo, Scarlett. Siempre es un placer ver a una próxima integrante de la familia.— Dijo con una media sonrisa, que no parecía realmente sincera.

Espera, ¿integrante de la familia?

— Anny, te presento a Patrick, él es.....— Su presentación fue interrumpida por una voz grave.

— ¿Tío?

Me giré para ver a Harry con una mirada entre aterrorizada y fulminante. En ese momento fue cuando la respiración se me cortó.

Estaba frente a nada menos que Patrick Styles, el horrible tío de Harry.