Capítulo 5

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Revancha.

Mi noche había terminado, pero la de él no. Él seguía siendo él, un apuesto y privilegiado actor que podía terminar su noche con cualquiera que deseara en ese momento. Yo solamente había añadido una pequeña variación y estoy segura que además de lastimarle el ego y jugar un poco con su seguridad, no le afectó en lo absoluto. Los actores suelen tener sentimientos subjetivos, la facilidad que le brinda su fama y su atractivo físico hace que la mayoría de las chicas esten dispuestas a sus píes, ¿por qué habría de robarle la calma una simple alternativa? Chicas mucho más atractivas estarían rondándolo en ese momento, esperando el momento indicado para conocer su cama y luego regresarse felices a casa, cada uno por su cuenta. No era mi caso, yo quería que mi sueño durara un poco más. Había aterrizado demasiado rápido, había acabado todo, no era así como debería de pasar, se suponía que en esos momentos él estaría justo a mis espaldas, intentando detenerme y rescatando la noche, salvando un poco del sueño que se desmoronaba entre mis manos. Esperé un poco con la esperanza de verlo atravesar el umbral con la mirada aliviada luego de verme, pero no fue así. Di el último suspiro y decidí llamar a Henry.  Aunque su voz denotaba una preocupación alarmante, no me exigió explicaciones y colgó la llamada en cuanto antes. Mientas lo esperaba, un cúmulo de sentimientos jugueteaba en mi garganta de manera violenta. Debo admitir que el alcohol colaboró un poco. Y la imagen de la colorida bebida apareció en mi mente como un reproche. Había tomado hasta el último trago y venía el arrepentimiento, una clase de arrepentimiento que se esfumaba de inmediato al recordar el exquisito sabor que me satisfizo lo que duraba la lucidez de mi sueño. Apuesto a que del mismo modo se hubiese querido sentir Leo con mi presencia, quería saciarse de mi cuerpo hasta el cansancio para luego sentir un breve arrepentimiento, un instántaneo remordimiento que se esfumaría al sentirse tentado a probarme otra vez, una y otra vez hasta terminar con algún problema cardiovascular. Quería saber que significaba yo para él y lo supe desde el momento que ordenó esa bebida azucarada para mí, lo supe pero decidí darle credibilidad a ese dos porciento de falla en mi análisis. ¿De verdad creía que tenía un lugar en su realizada vida? ¡Por Dios Amanda! son actores, es díficil cumplir con todas sus expectativas, la mayoría de las celebridades llevan una vida superficial e indiscernible.

La obscuridad de la noche me abrazaba con fríaldad y me recriminaba con crudeza el lugar donde me encontraba, la inclemencia de una realidad que no podía ser modificada con quimera. Una luz parpadeante pasó al lado de mí y logré ver un rostro afable, mi ángel estaba nuevamente ahí para rescatarme de las tinieblas. Me apresuré a tomar lugar en su automóvil y apenas cerré la puerta un halo de sosiego me estrechó.

—¿Estás bien?—preguntó al mismo tiempo que echó el móvil a andar. Asentí y mi silencio le advirtió los detalles al llegar a casa. Fue un recorrido circunspecto y reflexivo, hasta que llegamos a mi habitación, por suerte Casie y Sam no notaron nuestros pasos en la madrugada. Henry se aseguró de cerrar la puerta y mientras me deshacía del maquillaje de mi rostro, él se encargó de desanudar mi cabello. Esa simple operación me colmaba de paz y acogimiento, me recordaba que no estaba sola y que esa noche como muchas otras lo tenía a él para mitigar la obscuridad de mis conmociones.

—¿Y bien?

—Fui una tonta. ¿Sabes? es increíble la manera que mi mente merodeo con esta noche. —El movimiento oscilante de la escobilla sobre mi cabeza me hacía entrecerrar los ojos. —Idealicé tanto esta noche a su lado, que no me di cuenta de lo que realmente estaba pasando. Yo pensé que sería como en las películas, como en los libros de amor. Creía que al conocer al hombre de mi sueños tan pronto como me viera se iba a enamorar de mí y no sé. —ahogué un sollozo.—Él solo me veía como un bocadillo que debía consumir despues de la cena.

—No trato de justificarlo, pero trata de entender. Tú eres una mujer hermosa, increíblemente atractiva. Era obvio que se iba a encandilar con tu apariencia pero pues le faltó darse el tiempo de conocerte. Estoy seguro que si hubiera empezado por ahí, todo sería distinto. Pero igual, llevas una vida muy diferente a la de él, estrellita. Es cierto, León es un cuerazo y yo en tu lugar ahorita estaría dando vueltas en su cama, pero es mejor así, él no puede darte lo que tú esperas y ya mejor mira, siéntete satisfecha por haberlo conocido. Eso querías ¿no?—Sentí su barbilla apoyada en mi testa y la envoltura de sus brazos sobre mis hombros. Le correspondí acariciando su antebrazo.

Te Encontré(Chris Evans)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora