Decidiste Dejarme. (DD 1)

Capítulo 18

(Àlex)
Mi princesa tiene ya dos añitos. Crece tan rápido. Caleb me recuerda a mi con su edad. O quizás un poco a Marc. Está muy emocionado con su moto y no se le da nada mal para tener sólo 5 años. Mi queridísimo hermano no deja de decirle al sobrino lo que tiene o no tiene que hacer. Lo peor es que el niño está empezando a preferir al tío Marc que a mí para enseñarle. Laia intenta siempre que me tranquilice pero no es fácil ver como tu hijo corre hacia tu hermano en vez de hacía ti cada vez que llegas de una carrera. Ni fácil ni soportable. Pero tendré que acostumbrarme a que Caleb prefiera a Marc. En esto que aparece mi pequeña Danna con la equipación del... ¿Eso es el Atleti?

-¡¡LELI!!- Décimos Laia y yo a la vez.

No puede haber sido otra. Las peleas entre Marc y ella por hacer del equipo suyo a los niños son únicas. Finalmente parece que se han quedado cada uno con uno. Marc ha convertido a Carla del Barça a muerte. Y Leli a Borja del Atleti. Pero una cosa es mi sobrino y otra muy distinta mi hija. Danna va a ser del Barça como que me llamo Àlex.

-¿Que pasa?
-Ya le puedes estar quitando eso a mi hija que me la vas a volver loca.
-Ni que fuera del Madrid.
-Menos mal que no. Pero no me cambies de tema cuñada.
-Ya voy. Vamos Danna.
-Voy tita.

Mi princesa sigue torpemente a su tía y nos quedamos solos en el salón de casa nuevamente Laia y yo. Mi niña está rara últimamente. No sé que le pasa a mi chiquitina. Ya lo descubriré. Ahora no es momento de intentar que me cuente nada con los niños correteando por casa y los mismos Marc y Leli por aquí. Está como cansada. No sé que le pasa. Cada vez la veo más cansada más rápido. Más me vale descubrir que le pasa pronto o voy a tener que esperar a cuando vuelva del próximo gran premio para sonsacarselo.

-Princesa vete a acostarte.
-No. Estoy bien.
-Estás que te caes de cansancio. Vete a descansar anda.
-Vale amor.

Se acerca a mí y me da un casto beso en los labios. No puedo evitar soltar un quejido cuando se levanta y se va. Sé que la he mandado yo mismo a acostarse, pero quiero estar con ella. Se merece que la atienda. Pasa mucho tiempo sola con los niños. Mi pequeña. Cierro los ojos y me relajo. Pero no tardó en notar algo saltándose encima. Abro los ojos y veo a mi hija saltandome encima. Esta monisima. Mi castañita de ojos marrones verdosos. La verdad que no puede negar ser mi hija. Además la pequeña me tiene mucho aprecio. Me mira como triste. Le sonrio para que este más tranquila y se ríe.

-¿Papi que te pasa?
-Nada Danna.
-Te veo triste.
-No es nada princesa. Estoy preocupado por mamá.
-¿Le pasa algo?
-No. Claro que no.
-Vale.
-Vete a jugar con los primos peque.
-Vale papi.

Mi niña desaparece corriendo en busca de sus primos. Y entonces aparece Marc.

-¿Qué te pasa?
-Nada Marc.
-¿Es por Laia?
-¿Tú también lo has notado?
-Habla con ella hermano.
-Quiero hacerlo, pero siempre está cansada. Y los niños no ayudan tampoco.
-Leli y yo nos encargamos de los niños. Vete con ella Àlex.
-Gracias Marc.
-No las des.

Me levanto y voy lo más rápido que puedo a la habitación con Laia. Cuando entro la encuentro tumbada en la cama. Y dormida como un angelito. Se le ve tan tranquilita. Es pena despertarla. Así que me meto con ella en la cama sin más. Empieza a quejarse cuando voy dejando besos por donde pillo. Hasta que termina de despertarse y se da la vuelta para mirarme. Me mira atentamente y luego se pega a mi lo máximo posible para acurrucarse y cerrar los ojos de nuevo.

-Amor tenemos que hablar.
-Ahora no Àlex.
-Sí. Ahora nena.
-No. Quiero dormir.
-No hasta que me cuentes que pasa.
-No me pasa nada.
-Eso no te lo crees ni tú. ¿Me lo vas a contar?
-No es nada nene.
-Dímelo Laia.
-Vale. Pero no te enfades.
-No lo haré.
-Tengo un pequeño retraso...

¿Qué acaba de decir? Está de coña, ¿verdad? ¿Enserio? ¿Otro hijo? Àlex eres idiota. No sé que decir.

-Amor, ¿estas bien?
-¿Vamos a tener otro hijo?
-No lo sé. Es posible.

Otro hijo... Joder, si que soy bueno.

-¿Se lo has contado a alguien más?
-A Leli. No me quedo de otra. El otro día me desmaye y no puede ocultarselo. Era lo de menos cuando cuido de los niños cuando yo estaba mal.
-Vale amor. Ahora deberíamos asegurarnos de que realmente vamos a ser padres de nuevo.
-Supongo que sí.

No me lo pienso dos veces y nos saco a los dos de la cama. Laia no se lo espera y mete un grito. Pero eso no me detiene para bajar con ella a la pela hasta abajo. Marc y Leli nos miran con cara de locos pero no preguntan. Ni falta que hace. Salgo fuera y bajo a Laia de mi hombro justo al lado del coche. Le digo que entre y me subo yo también. No puedo estar más tiempo sin saber la verdad. Arrancó camino al hospital y en cuanto llegamos le doy prisa a Laia para que se baje. Estoy muy nervioso. Y más nervioso me tiene tener que esperar para que nos atiendan. Media hora después ya estamos dentro. Estoy tan nervioso. No quiero ni mirar a la pantalla. No hasta que oigo al médico hablarnos.

-Felicidades, van a tener un pequeño. Está embarazada de 5 semanas.

Entonces lo veo. Nuestro pequeñín. De repente se me han ido todos los nervios y estoy muy feliz. Laia me mira a mí y luego a la pantalla. No me lo pienso dos veces antes de mandarle a Marc una foto. Seguido a un:

"No le digas nada a los niños. Pero vas a ser tío de nuevo."

Me responde al instante con un:

"Estás loco Àlex pero felicidades hermanito"

Estaré loco, pero soy un poco muy feliz. Cuando volvemos a casa ya están ahí mis padres y el tío de Laia a los que no dudamos en darles la noticia nada más llegar. Caleb parece no muy feliz con la noticia de volver a ser hermano mayor. Se esconde detrás de Marc. Pero no princesa se vuelve loca de alegría y se me tira a los brazos dándome las gracias y preguntándome que si es un niño. Que ella quiere un hermanito. Me encantaría que fuera un niño y hacer feliz a mi princesa. Pero de momento toca esperar.