Epílogo.

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(Marc)
Ya hace 4 años de la muerte de mi hermano. Yo sigo corriendo en el mundial. Aunque no he vuelto a ganar desde entonces. Mi sobrino cada día se parace más a él. Ama el mundo del motor. Aún no ha pedido una moto pero no tardará en hacerlo. Veo como se le ilumina la cara cada vez que me ve correr. Caleb tiene 10 años ya. Es todo un hombrecito. Se me parece bastante. Danna y mis hijos Borja y Carla tienen 7 años. Danna tiene un parecido con Àlex pero cada vez se parece más a Laia. El pequeño Àlex es el chiquitín a la familia. 4 añitos. Laia no ha vuelto a salir con nadie. Y la entiendo. No quiere remplazar a mi hermano. Pero ha cambiado por completo. Ya no es la misma. La dulcura de mi cuñada a desaparecido. Estamos todos en casa. Laia y mis sobrinos se vinieron a vivir con nosotros después de la muerte de mi hermano. Àlex cada vez que ve la ocacion me pregunta por su padre. Su madre aún no puede hablar de él sin llorar. Y menos teniendo al Àlex en miniatura que la llama mamá.

-¿Mami cuando voy a poder hacer yo lo mismo que el tío? Yo también quiero una moto.

Laia lo mira y luego me mira a mi con cara de ni se te ocurra enseñarle. Se prometio a sí misma que Àlex no iba a subirse a una moto nunca.

-Yo me encargo cuñi.
-Más te vale.
-Ven campeón.
-Voy.
Mi sobrinito me sigue hasta su cuarto emocionado.
-Tío Marc yo quiero una moto.
-Àlex necesito que no le digas nada a mamá de lo que te voy a decir, ¿vale?
-Vale.
-¿Tú quieres aprender?
-Sí.
-Pues yo te enseñó. Pero tu madre no puede saber nada.
-Te quiero tío Marc.
-Y yo a ti enano. Pero ahora cuando volvamos con los demás le dices a mamá que te he dicho que eso es muy peligroso y que no puedes hacerlo. ¿Vale?
-Vale tíoMarc.

Volvemos con los demás. Va a ser complicado mantenerlo en secreto, pero no voy a dejar a mi sobrino sin cumplir su sueño. Laia me va a matar el día que se entere pero me da igual. Ese niño es como mi hermano devuelto a la vida y no pienso dejarlo sin cumplir su sueño.

-Mami el tío me ha dicho que eso es muy complicado y peligroso. Mejor no.
-¿Ves campeón? Anda vete a jugar con tus primos.
El niño se va corriendo no sin antes saltar a mis brazos y darme un beso. Para el soy como un padre. Y en ausencia de su padre para mi es un orgullo.
-Gracias Marc.- Dice Laia cuando ya se ha ido Àlex.

Si ella supiera...

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