Un encuentro inesperado (Asking Alexandria)

Capitulo 7. Acampada (Parte 1)

Paramos en un claro en el bosque, era grande y verde, la verdad es que era muy bonito, aunque estaba bastante lejos de la casa, tube que cargar con mis cosas y con una de las tiendas de campaña, que pesaba una barbaridad. Por suerte Brian se ofreció a llevar una de las mochilas que me habían dado a mi también, a no ser por eso ahora mismo estarían planeando mi funeral.

Me eché sobre el suelo cansada y Jimmy no tardó en ponerme otra vez en pie para que fuera a buscar leña junto a Synyster para encender una hoguera.

Él y yo comenzamos a andar sin rumbo fijo, iba cogiendo palos y dándoselos a Syn para que los llevara.

Tube la suerte de que él decidió estar callado y no molestar pero no duró mucho.

-Sam -me llamó-.

Decidí pasar de él, a parte él estaba con Michelle, tenía que hablar con él.

-Con respecto a lo de ayer Brian, hagamos como si no hubiera pasado nada, a Michelle no le gustaría lo que pasó -le dije-.

-Sam...yo...lo dejé con Michelle hace cuatro meses.

-Vaya, lo siento -realmente lo sentía-.

-Sam, ya no la quería, tendrías que sentirlo por ella.

-Bueno, parecía que os queríais mucho -dije-.

-Y lo hacíamos, ya no, pero prefiero no hablar del tema, ¿vale? -dijo Syn-

-Vale.

Me callé, estaba ya harta de buscar leña como una idiota, no había apenas nada de leña por allí y me senté en una piedra.

-¿Te pasa algo? -preguntó Syn-.

-Estoy cansada, me canso de buscar.

Brian soltó la leña y se sentó a mi lado, pasó su brazo por mi cintura atrayéndome a él.

-¿Qué haces? -le pregunté-.

-¿Qué edad tiene tu amigo? -me preguntó-.

-Brian, eso a ti no te importa.

-Dimelo, no es nada malo -dijo él-.

-Cumple veinticinco en octubre.

-Sam, yo no debería ser quien te dijera esto, pero es muy mayor para ti, te saca ocho años -dijo él-.

-No me importa Brian, déjalo.

Brian por suerte lo dejó pasar, tal y como le dije, sacó de su pantalón un paquete de tabaco y sacó un marlboro.

-¿Me das uno? me he dejado mi paquete en la mochila.

-¿Te dejan fumar? -me preguntó-.

-Mi madre no, Jimmy si; te recuerdo que fumabas siendo menor que yo.

-Toma -dijo dándome el suyo-.

Cuando nos acabamos el cigarrillo nos levantamos y repentinamente Brian pasó sus brazos por mi cadera, me abrazó y me atrajo a él.

-Brian, no hagas esto de nuevo -dije poniéndole las manos en el pecho para alejarlo de mi-.

-Déjame intentarlo, si no sientes nada no lo vuelvo a hacer -me dijo él-.

-No lo hagas Brian -dije en tono amenazante, pero pasó de mi-.

Me atrajo por el cuello, apenas estaba a un centímetro de Brian cuando susurró.

-Sólo intentalo -dijo sensualmente-.

Se acercó un poco más y juntó nuestros labios en un cálido y tierno beso.

Comenzó a jugar con mis labios, mordiéndolos, lamiéndolos, me encantaba que hiciera eso, quité mis manos de su pecho y las lleve a su cuello, una de ellas subió y comencé a acariciar su pelo.

De pronto nos separamos y me puse roja sin poder evitarlo.

Me acarició la cara con las llemas de sus dedos y me sonrió.

-Vamos, nos estarán esperando -dijo él-.

Agarró la leña y volvimos a donde se encontraban todos, ya habían dos tiendas montadas, sólo quedaba una más.

-Bueno, dormiremos de esta forma -comenzó Jimmy- Valary y Matt juntos, en otra tienda Zacky y Johnny y en la más grande Syn, Sam y yo.

-Bien-susurré-.

Syn sonrió victoriosamente y yo le eché una mirada ácida.

A saber lo que nos esperaba en esa tienda, bueno, por suerte estaría Jimmy.