Un encuentro inesperado (Asking Alexandria)

Capítulo 16. Solos.

SYNYSTER'S POV 

Me alegraba de que todo con Sam siguiera bien, era lo que más me importaba en este momento. 

Se había dormido apoyada en mi pecho mientras pasaba uno de sus brazos por mi cintura abrazándome. 

Yo jugaba con su pelo divertido, me encantaba verla dormir, parecía una chica buena, cosa que estaba claro que no era. 

La puerta de mi dormitorio se abrió, el bello se me erizó, era Jimmy, y esto no iba a acabar bien, o eso creía, antes de que gritara cabreado hablé yo. 

-Shh...-susurré- no grites, está dormida. 

-Brian, tenemos que hablar ya de una vez, no podemos estar peleados por esto -habló él algo alto y Sam se movió-. 

Esta se soltó de mi y se acurrucó hacia el otro lado, me levanté de la cama y saqué a Jimmy de la habitación. Jimmy se apoyó contra la pared, se cruzó de brazos y miró al suelo, tenía la mirada perdida. Levantó su mirada y me sonrió, él con resaca era jodidamente muy bipolar, esta mañana me gritó, insultó y un largo etcétera y ahora ¿me sonreía? bueno, era mejor a que me metiera un puñetazo, creo. 

-Brian, no quiero seguir peleado contigo, eres mi mejor amigo y esto me molesta -hizo una pausa- y veo que de mi hermana no te vas a separar, así que, tengo que aceptarlo, aunque me cueste. 

-Vale -susurré por lo bajo-. 

-Perdoname Brian, lo siento, te prometo que no lo volveré a hacer. 

-No importa Jimmy, yo también fui un poco capullo anoche, estaba borracho y no sabía lo que hacía. 

-Dejémoslo pasar y ya está -me dijo con una sonrisa- bajad dentro de una hora, para almorzar y eso. 

-Claro para entonces la despertaré -sonreí-. 

Jimmy se fue de allí y volví a entrar en la habitación, Sam seguía dormida, acurrucada y abrazada a la almohada, no pude evitar sonreir, me acerqué a la cama y me tumbé junto a ella, y como si estuviera despierta se soltó de la almohada y se acercó a mi para abrazarme.

SAMANTHA'S POV 

Notaba como Synyster me hablaba intentando despertarme y me acariciaba el pelo. 

Abrí lentamente los ojos y me lo encontré ahí tumbado mientras yo lo abrazaba y él me miraba con su preciosa sonrisa en la boca. 

-Hola preciosa-me dijo-tenemos que bajar a almorzar, tu hermano nos espera. 

-No pienso estar con él, es idiota -protesté-. 

-Sam -dijo cogiéndo mi cara entre sus manos- he hablado con él y lo hemos solucionado. 

-Bueno, pero sigo cabreada con él. 

-Vale cabezota -dijo tomándome en brazos-. 

Bajamos las escaleras así y me dejó en el suelo lentamente con delicadeza. Nos sentamos a la mesa, estaba al lado de Jimmy y de Brian. 

-Lo siento -me susurró Jimmy- lo aceptaré. 

Lo ignoré, miré a Brian y me regaño con la mirada, «puto Brian»pensé. Miré a Jimmy y le dediqué una sonrisa, quizás algo forzada. 

-Hoy volvemos a casa, ¿cierto? -preguntó Johnny-. 

-Si -susurró Jimmy- hoy es el último día, pero -se giró hacia mi- quedate tu con Brian un par de días, así tendreis tiempo para vosotros. 

-Pero -dije mirándole- mamá va a sospechar. 

-Tranquila Sam, me quedaré en casa de Zacky hasta que volvais -dijo suspirando-. 

A él no le gustaba la idea, aunque le molestase tenerme que dejar a solas con Brian, lo haría y sacrificaría por mi, se lo tenía que agradecer, estaba poniendo de su parte, y se lo agradecía. Justo después de almorzar los chicos se fueron y Brian y yo nos quedamos a solas. 

-Por fin tu y yo solos -dijo abrazándome por la cintura y atrayéndome a él- te necesito para mi. 

-Estás loco -dije riéndome y poniendo mis manos en su nuca- pero me encantas. 

Se acercó hasta mi y comenzó a besarme tiernamente, nos fuimos recostando en el sofá hasta quedar yo encima de él. 

Comencé a moverme sobre él, rozando nuestros cuerpos mientras nos besábamos y su amiguito comenzaba a despertarse. 

-No juegues con fuego Sam -me dijo con la voz agitada y acompañado de un gemido-. 

-¿Te gusta Brian? -dije provocándole-. 

-Para Sam -dijo echándome a un lado y tapándose su erección con un cogín- no quiero esto de ti. 

-Pensaba que querías -dije sintiéndome humillada y encogiéndone sobre mi misma- lo siento. 

-No es eso Sam, claro que quiero -buscó mi mirada y sonrió- pero no quiero ir rápido contigo. 

-¿Synyster Gates diciendo que no quiere ir rápido?, ¿eso desde cuándo Gates?-le pregunté incredula-. 

-Desde que sé que no quiero cagarla contigo y mucho menos perderte -dijo mirándome a los ojos-. 

-Nunca nadie me había dicho eso -susurré-. 

-Pues ve acostumbrándote a ello -me robó un rápido beso y se levantó del sofá- tu te mereces mucho más que un maldito sofá. 

Le sonreí y me levanté también, en el fondo el Gates cursi no era tan jodidamente ridículo como recordaba, ahora se había vuelto demasiado adorable.