Capítulo 38.

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Capítulo anterior...

Al rato decidi ir al baño, fui y al salir me encendí un cigarillo dentro del backstage, escuché unos pasos pesados acercándose por detrás de mi.

-Aquí no se puede fumar, ¿eres una chica desobediente? -dijo una voz masculina que nunca antes había escuchado-.

Capítulo 38.

Sigue narrando Samantha...

Me giré bruscamente, allí había un chico muy alto, mediria como más de treinta centimetros que yo, tenía muchos tatuajes, iba sin camisa, estaba extremadamente delgado y en su pecho se alcanzaba a ver una cicatriz enorme, lo que decía que había tenido una operación de corazón.

-¿Quién eres? -le pregunté asustada-.

-¿Eso qué mas da? -dijo recorriendome con la mirada-.

-¿Sabes que esto es privado no? -le pregunté-.

-Yo mañana actuo aquí, Sullivan -dijo riendo, aquel chico me daba miedo-.

-¿Cómo sabes mi nombre? -le pregunté-.

-¿No me recuerdas? -dijo riendo- soy amigo de tu hermano desde que tengo doce años.

Intenté recordar pero no lo hacía, aquel chico no lo recordaba de nada en absoluto.

-Me voy -dije intentado zafarme de aquel chico pero no lo conseguí-déjame-le grité-.

-¿Dónde crees que vas? -dijo riendo maliciosamente-.

Estaba asustada, muy asustada, aquel chico parecía que iba a hacer lo que le apeteciera conmigo; entró otro chico al backstage, más bajo que el que me acosaba, era pelirrojo y se imaginó lo que pasaba.

-Austin, ¿qué haces? -dijo apartándolo de mi-vete -me ordenó-.

Me quedé allí parada, asustada, mi cuerpo no reaccionaba, el chico pelirrojo me miraba de una forma rara.

-¿No escuchas? -preguntó- vete, este estúpido es capaz de hacerte cualquier cosa, está borracho.

-Lo...lo siento -dije mientras salía de allí corriendo-.

Austin...no recordaba aquel nombre del todo...;llegué corriendo junto a Ben, me senté a su lado y me dio su mano.

-¿Qué te pasa, Sam?-me preguntó- pareces asustada.

-Nada -me limité a hablar-.

Me miró preocupado, pero se obligó a si mismo a no preguntarme, sabía perfectamente que no le iba a decir la verdad y que sólo me cabrearía con él.

La tarde pasó, tocaron Asking Alexandria y Avenged Sevenfold, los chicos iban a salir de fiesta, bueno, Danny, Cameron, James, Sam(bajista de AA), Zacky, Synyster, Matt y Johnny. Yo me quedaría con Ben en el bus y Jimmy con Emma en su bus.

El chico de antes, Austin, no volvió a aparecer por allí, lo que fue un alivio.

Sigue narrando Jimmy...

Tenía más que claro que lo quería intentar con la pelirroja, ¿por qué no? quizás me dejara dolorido, pero quizás no y aquello era un riesgo que estaba bastante dispuesto a asumir.

Habíamos acabado ya el concierto, todos los chicos habían salido de fiesta, yo me quedé con Emma en el autobús.

-Estoy pringoso -dije protestando-debería de ir a ducharme.

-Ve, te espero aquí -dijo Emma acurrucándose en uno de los sofás- no me quedaré dormida.

-Más te vale -le advertí sonriendo-.

Entré al baño para darme una rápida ducha pero cuando sali me encontré a Emma dormida sobre el sofá, le eché una manta por encima y salí a la calle a fumarme un cigarro cuando alguien se me enganchó a la espalda.

-¿No estabas durmiendo? -le pregunté dándole una calada al cigarro-.

-Si, pero me he despertado -dijo quitándome el cigarro entre los dedos-.

Narrador.

Jimmy pensaba, ¿qué dirían los padres de la pelirroja al enterarse de que estaba con un hombre mayor que ella y que vivía la vida sin preocuparse de nada? seguramente no dirían nada bueno.

Jimmy no se cortó en preguntarle a la pelirroja, pero no directamente.

-¿No se preguntaran tus padres donde estás?

-No creo que se den cuenta de mi ausencia en casa -respondió ella con sinceridad-.

Jimmy no preguntó más, no le hacía falta, si no se preocupaban por su hija, no se iban a preocupar por quien estuviera.

El peli negro se dio la vuelta para abrazar a Emma, que le miraba atentamente.

-¿Qué piensas? -preguntó él-.

Ella negó con la cabeza y volvió a entrar al bus después de tirar la colilla.

Él entro al autobús detrás de ella, se sentaron en el sofá y Jimmy acarició la cara de ella, se acercó y la besó, el beso se fue tornando cada vez más agresivo, las manos de Jimmy se perdian por el cuerpo de Emma y las manos de ella se entretenían en quitarle el cinturón a él.

-Emm...-dijo Jimmy en casi un gemido-.

Ella se colocó sobre él, que ya se encontraba sin pantalones, comenzó a moverse sensualmente sobre Jimmy, calentándolo, su erección era más que notable.

Jimmy se separó de los labios de ella y le quitó la camiseta, dejándola con el brassier.

-¿Tu..qu...quieres? -preguntó él agitado-.

Emma se limitó a asentir, realmente estaba un poco asustada, pero había lubricado bien con las caricias de Jimmy, él se desprendió de sus boxer y la pelirroja quiso jugar un poco más con él.

Jimmy se encontraba totalmente desnudo sentado en uno de los sofás, ella, en ropa interior estaba sobre él, presionaba su zona contra la de él, haciendo que Jimmy muriera de ganas de hacerla suya.

Sigue narrando Jimmy..

No aguantaba que la maldita mocosa siguiera jugando conmigo, llegué a la conclusión de que si me acostaba con ella quizás se me quitaba el deseo que sentía hacia ella.

La eleve con mis brazos, no pesaba mucho, le quité sus bragas de un tirón, estaba cansado de jueguecitos, le arranqué el brassier y comencé a morderle los pezones mientras me colocaba en su entrada.

-Esto te va a doler...-dije con malicia-.

-Jimmy, ten cuida....-dijo antes de gritar-.

Comencé a moverme dentro de ella rápidamente, sé que la hacía daño pero no me importaba, notaba sus paredes cerradas y aquello me gustaba más.

Sólo pensaba en hacerla mía y tirarla, pero salí de mis pensamientos y la escuché sollozar.

La miré a los ojos, lloraba.

Me sentía el mayor monstruo de la tierra.

-Lo siento...-fue lo único que pude decir antes de salir de ella para marcharme de allí-.

Emma me agarró del brazo y me atrajo a ella, «acaba, por favor» fue lo único que me pidió, pero negué con la cabeza. «Por favor» me suplicó «te quiero dentro de mi».

La hice caso, no sé por qué, pero esta vez fui con cuidado, entre en ella lentamente, notaba que le dolía. Me coloqué dentro de ella y la senté sobre mi para abrazarla.

-Lo siento, no sé que he hecho -dije casi que llorando, era un monstruo-.

Un encuentro inesperado (Asking Alexandria)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora