Capítulo 40.

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Aquí tenéis nuevo capítulo!!! quiero 8 comentarios y 15 estrellas y subo el siguiente!! espero que os guste preciosas:)

~sigue narrando Ben~

A las ocho de la tarde Sam se marchó de mi casa para que me arreglara para ir a celebrar la navidad con su familia, por lo que me había dicho iban a venir familiares suyos desde lejos y a veces eso me resultaba bastante desagradable, no me gustaba ser observado por gente, excepto en los conciertos.

A las nueve tenía que estar en su casa, por lo que me metí a la ducha, me desenredé mi pelo, lo sequé con una toalla y me vestí con un traje negro, con camisa azul oscura y una corbata negra, con sus correspondientes zapatos negros, quería dar buena impresión.

Cuando acabé eran las nueve menos diez, por lo que salí con el coche a la calle, estaba nevando y hacía mal tiempo. 

Poco después estaba llamando a la puerta de la casa de Sam. La puerta fue abierta por una chica, de unos veintidos años, que se daba un aire a Sam, pero en plan barbie de plástico.

-¿Te puedo ayudar preciosura? -habló con una voz irritante-.

-Aparta Rosalie, yo me encargo de él -dijo Sam empujando a la barbie y casi dejándola en el suelo-.

Yo reprimí una risa por no quedar mal, me acerqué a Sam, aquella chica estaba casi tumbada en el suelo mientras miraba con cara de odio a Sam.

-Siempre has sido tan bruta y poco femenina -dijo levantándose del suelo-.

-Pues para mi es lo más sexy del mundo -dije abrazándola-.

-Oh, ¿dónde están mis modales? -preguntó Sam- Ben ella es mi prima Rosalie, la puta, puta, él es mi novio.

Escondí mi rostro entre el largo pelo de Sam reprimiendo la risa, mientras le susurré: "eres mala"

-Ven -dijo tomándome la mano- te voy a presentar a mis padres y a mi hermana mayor.

Me llevó hasta el salón de su casa, allí estarían unas veinte personas; localicé enseguida a Jimmy, ya que le acompañaba una pequeña bolita de pelo de color del fuego. Nos acercamos hacia ellos, allí había otra chica, muy parecida a Jimmy pero mucho más baja que él. Y una pareja que parecían sus padres, nada más me vieron se quedaron mirándome fijamente, yo desvié la mirada al suelo, aquello era la situación más embarazosa que había tenido en mucho tiempo.

Sam me llevaba de la mano hasta pararnos justo donde estaban ellos.

-Ben, ella es mi hermana Bridget, Bridget él es Ben -nos presentó Sam-.

Puse una sonrisa y le di dos besos a aquella chica, que tendría unos veinti y cinco años.

-Encantada de conocerte, tenía ya ganas de conocer al misterioso novio de mi hermana -dijo ella con una sonrisa-.

-Igualmente -dije con una sonrisa- aquí estoy.

-Mi padre Joseph y mi madre Danielle.

-Encantado de conocerlos -dije dándole dos besos a su madre y estrechándole la mano a su padre-.

-El placer es nuestro -dijeron ambos sonriendo- vamos a la mesa para cenar.

Sam me presentó a un par de chicas de su edad, había también, niñas y niños, adultos, ancianos y también adolescentes, era una gran familia.

Cenamos todos tranquilamente, celebramos la navidad, a la mañana siguiente le daría mi regalo a Sam.

No podía dejar de mirarla, se había puesto guapísima, llevana un vestido estilo "corsé" pero mucho más largo como a unos diez centímetros por encima de la rodilla, unas medias negras, con unos tacones negros y una chaqueta también negra.

-¿Te he dicho que estás preciosa? -dije sonriéndole-.

-Tú también estás -dijo devolviéndome la sonrisa-.

Me aguanté las ganas de besarla, no quería faltarles el respeto a sus padres, sabía que aquello les molestaría.

Jimmy se levantó con Emma anunciando que iba a fumar.

-Ben, ¿nos acompañas?

Yo asentí, tomé a Sam de la mano y salimos de su casa.

-No sabes las ganas que tenía de abrazarte -le susurré-.

Ella sonrió, nos encendimos un cigarro cada uno, Sam se dedicó a contarle a Jimmy la broma que le haríamos a mis padres y aceptó encantado, él lo iba a pasar mejor que nadie.

Cuando acabamos de fumar todos, después de darle unos cuantos besos a Sam volvimos a entrar a la casa, donde todos estaban bebiendose copas.

-Chico, ¿quieres una copa? -me preguntó el padre de Sam-.

-No, gracias, tengo que irme conduciendo.

-Ya veo que eres responsable -dijo con una sonrisa- ¿por qué no te quedas a dormir? está nevando mucho.

-No se preocupe señor, no quiero causar molestias.

-No es ninguna molestia, ¿qué quieres tomar?

-Jack Daniels con Coca-Cola -le respondí- gracias.

No bebí mucho, sólo lo suficiente como para entrar en calor y tener que desprenderme de la chaqueta del traje y tener que subir las mangas de mi camisa.

Sam estaba bien, no había bebido prácticamente nada, raro en ella.

-Sam, ¿me acompañas a fuera a fumar?

Ella asintió y salimos a la puerta de su casa a fumar, como tenía una especie de tejado en las escaleras nos pudimos sentar en ellas sin mojarnos.

La senté sobre mis piernas y la abracé con fuerza, se dirigió a mi boca y comenzamos a besarnos tranquilamente cuando escuchamos como alguien nos llamaba la atención.

Nos separamos y miramos hacia la puerta de la casa, donde estaba el padre de Sam, y yo pensando: Tierra tragame, me va a arrancar los huevos.

Sam se ruborizó y encondió su cabeza en mi pecho mientras acababa de fumarme mi cigarro.

Un encuentro inesperado (Asking Alexandria)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora