Un encuentro inesperado (Asking Alexandria)

Capítulo 47. (Maratón 4/4)

En este capítulo la historia dará un vuelco y por eso mismo quería hacer el maratón, con este, quedan 4 capítulos y un epílogo.

Para el siguiente quiero 5 comentarios y 10 estrellas.

~narra Ben~

Me desperté y Sam no estaba conmigo, bajé a desayunar y le pregunté a mi madre por ella.

-Se fue, dijo que tenía algo importante que hacer, que volvería pronto, que no te preocupes -me contestó-.

Obviamente me preocupé por ella y salí de casa para llamarla.

No tardó mucho en contestar.

Llamada telefónica.

-Ben, ya voy para tu casa, no te preocupes.

Fin de la llamada.

¿Por qué tanto misterio? No me había dejado ni contestarle, comenzaba a preocuparme.

Justo cuando iba a entrar en la casa Sam se colgó de mi por la espalda.

-Me has asustado -dije suspirando- ¿a dónde has ido?

-A comprarte una sorpresa -dijo con una sonrisa-.

-¿Por qué? -pregunté extrañado-.

-Porque me sentí mal comprandote una pua de plata.

-Que tonta eres, no importaba, lo importante es que era de ti.

-Bueno, igualmente, ¿ésta tarde me acompañaras a ir a por la sorpresa? -preguntó con una preciosa sonrisa-.

-Vale, ¿pero qué es?

-Una sorpresa -dijo sacando la lengua y aproveché para mordersela-.

~narra Emma~

Cuando desperté Jimmy estaba tirado en medio de suelo, con un bote de pastillas en su mano, donde no quedaba ni una y una botella de Jack Daniels en el suelo, esturreada por el suelo.

-Jimmy -grité ya con lagrimas en los ojos-.

Tome su cara entre mis manos y estaba helado, ¿estaba muerto? no podía ser.

Llamé rápidamente a un ambulancia, lo llevaron al hospital, donde me avisaron que había muerto.

Jimmy, el hombre que me había querido, que me había ayudado, que me alegró la vida, el que se preocupó cada segundo por mi, había muerto y nunca más sentiría sus caricias, sus besos, su cariño. Esto era el fin.

Me tiré al suelo, las piernas se me doblaron por las rodillas involuntariamente y me arriconé en una pared del hospital.

-Emma, ¿qué ha pasado? -dijo la voz llorosa de Sam-.

-Ésta mañana...estaba muerto en el suelo -me costó decirlo- lo siento Sam.

Sam se tiró a mi lado y se abrazó a mi, llorando ambas.

Todo pasó muy rápido, enterraron a Jimmy, su familia y amigos estaba destrozada y yo, volvía a estar sola.

~narra Sam~

Mi vida ahora era una mierda sin Jimmy, era mi hermano, mi mejor amigo y la persona más grande de la tierra. Había pasado dos meses de la muerte de Jimmy, yo estaba muy distanciada de Ben, ya no era lo mismo, lo amaba, pero el dolor que sentía era horrible.

Me encontraba en una terraza, tomandome un café, con las gafas de sol puestas para ocultar mis ojeras y ojos llorosos.

-¿Cómo estás pequeña Sullivan? -sonó la voz de Brian, hacía tantísimo tiempo que no hablaba con él-.

Se sentó delante de mi, pude ver en su pecho un enorme REV tatuado.

Me encogí de hombros.

-Le echo de menos -susurré-.

-Todos lo echamos de menos -dijo tomando mi mano-.

Me quitó las gafas de sol con su mano libre y me miró a los ojos.

-Joder Sam, no puedes estar así.

Yo retiré mi mirada al suelo, evitando su mirada.

-Brian, no es fácil lo sabes -dirigí mi mirada a su pecho-.

-Me tatué, Forever -dijo acariciándose el pecho-.

Sonreí levemente.

-¿Tú cómo estás? -pregunté-.

Brian se encogió de hombros.

-Es el primer día que he salido de casa desde que murió.

-Igual que yo.

-¿Y Ben? -preguntó mirandome a los ojos-.

-Llevo una semana sin hablar con él, nos hemos distanciado mucho.

-Lo siento, Sam.

Negué rápidamente con la cabeza.

-¿Mañana que vas a hacer? -preguntó-.

-Me voy de viaje, mis padres nos regalaron unos billetes de avión para el Caribe para Ben y para mi, pero me iré yo sóla.

El sonrió de lado, decepcionado, con dolor, estaba muy cambiado. Se había cortado su melena, dejándola de modo que parecía que se había electrocutado.

-Bueno Sam, me vuelvo a casa, ya nos veremos, si necesitas algo, no dudes en llamarme.

Se levantó de la mesa para marcharse pero le agarré de la muñeca.

-¿Te vienes conmigo?