Capítulo 29

15 1 0
                                    


Mack: Hola.

Min: Hola.

Mack: ¿Cómo estás?

Min: Bien. ¿Tú?

Mack: Bien. Ten un buen día.

Min: Sí, como sea.

Aplauso para Min Jones, señores. Desde que había ido a visitar a mi hermano a Nueva York, las cosas habían empeorado. Él era el idiota y yo la perra egoísta que estaba destrozando la familia.

El álbum de One Direction salió la semana pasada, debutando entre los primeros diez lugares de popularidad. Y sí, fue el cierre con broche de oro.

Ahora ya sólo nos quedaba el último plan: México. Premios Telehit.

Por esa razón, el grupo y yo nos estábamos portando de maravilla. Obedecíamos a Matt en todo y fingíamos ser los artistas que están de acuerdo con todo.

Y finalmente, ya era oficial que grabaríamos un álbum.

Nuestro álbum contaba con 13 canciones y en el deluxe edition, eran 15 canciones.

13 canciones y sólo habíamos grabado dos.

Genial.

Así que nos encontrábamos en Londres. En el estudio donde el mismísimo Zayn Malik cantó alguna vez.

"Ya vas a empezar. ¡Supéralo, Min!"

La canción se llama "Last flight home".

Así que después de repetir la canción 14 veces, beber 7 botellas de agua y discutir 3 veces con Peter, la canción ya está terminada.

Al menos ya podíamos decir que llevábamos 3 canciones.

Demonios, somos un maldito desastre.

Mi relación con Derek había mejorado día con día. Habíamos regresado a ser amigos con derechos, porque sí, aún no me había pedido que fuera su novia (de nuevo).

Ya no había secretos entre la banda, bueno, casi no. Había algo que todavía no les contaba a los chicos. Y es que no sé si era la pena, o el hecho de no querer retrasar el proceso de la banda. Ya adivinarán que es: mi (y si es que puedo llamarla así) enfermedad. Sólo lo sabía Jay, y lo sabía porque eso lo habíamos agregado al video.

Así que mi vida estaba un poco jodida, pero no oficialmente.

El plan ya estaba perfectamente diseñado. Habíamos juntado suficientes videos acerca de cómo era la vida de un famoso y de cómo nos manipulaban. El video duraba cinco minutos exactos, los suficientes para que todo mundo los viera. Nosotros mismos hablábamos en el video, sólo nosotros. Hablábamos en nombre de todos los artistas al hacerlo.

La cosa estaba así: Subíamos, cantábamos unas cuantas canciones. Y luego, Nick, se encargaría de filtrar ese video en las pantallas gigantes. No me sorprendería si terminara en You Tube.

¿Qué más podíamos perder? 

On top of the world (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora