Capítulo 10

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(N/a: Por favor, leer nota al final. Es súper importante. Gracias, disfruten el capítulo. )

Peter mandó al chofer por mí a las seis de la mañana. Seis de la mañana. Maldita sea, seis de la mañana.

Así comenzó mi día, a las seis de la mañana y con un licuado asqueroso en mi estómago. Y las rutinas… ¿de verdad serán así todos los días?

Es mi primer día y me siento a desfallecer.

Necesito azúcar, no me importa si es procesada, necesito azúcar. Yo solía desayunar café y pan con nutella, eso me mantenía de buen humor por un buen rato.

Y con la actitud de Peter, no creo que mi humor mejore.

En estos momentos detesto a la disquera por hacerme esto, a Peter por es estúpido licuado y los entrenamientos y a mis compañeros de banda, que están durmiendo plácidamente en sus camas mientras yo sudo como puerco.

A las ocho de la mañana, que más o menos comenzamos la rutina, somos interrumpidos por Louis.

―Hola, Peter. Hola, Min. Lamento interrumpirlos, pero Mathew requiere a Min en su oficina lo más pronto posible. Es probable que se tomen un tiempo.― dice.

Mathew quiere hablar conmigo. Oh, no.

Peter asiente y dice que tomara un descanso. ¿Descanso de qué? Se la ha pasado gritándome toda la mañana mientras se toma una malteada.

Ruedo los ojos y me levanto del tapete donde estaba haciendo pilates. Louis me espera en la puerta. Una vez que salimos, tomamos el elevador.  Ya le estoy perdiendo el miedo.

― ¿Para qué me quiere Mathew?― le pregunto preocupada.

―Oh, nada. Es solo algo que invente para salvarte un rato de las rutinas.― me dice divertido y yo le abrazo.

Este chico está haciendo muchas cosas por mí.

―Gracias. Te debo una.― le digo agradecida.

―Ya estás haciendo mucho al integrarte a nuestro plan.― me dice.

Bajamos hasta la entrada del edificio, sintiéndonos espiados.

Louis me abraza por los hombros mientras caminamos a su auto. Subimos a él.

Louis conduce hasta una cafetería. Bajamos del auto después de estacionarlo cerca de un árbol.

Nos sentamos en alguna mesa lejana. Nos atienden rápidamente. Louis pide café, pan tostado y huevos. Yo, por mi dieta, pido ensalada y té sin azúcar.

Louis trata de convencerme de que rompa la dieta, pero de otro modo, nunca perderé el peso deseado.

―Bien, te traje aquí para que te relajes. Y para decirte que estoy molesto con Zayn. De verdad, creí que su descanso seria en su casa con su familia, no haciendo música con un barril de grasa― me dice malhumorado.

Yo escupo mi te al escuchar eso. Louis es oficialmente el Rey de los Bardos.

Por eso amo a este fandom.

―Min. Llamaras la atención. ― Me reprende Louis mientras que con una exagerada  mueca de asco, limpia el té que escupí en la mesa.

―Perdón. Pero creo que comparto opinión contigo― le digo resentida.

Me cuesta superar las cosas fácilmente. No odio a Zayn, nunca o haría. Prometí apoyar su carrera, pero no demasiado pronto. Estoy resentida. Eso es todo.

On top of the world (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora