Capítulo 9: Difícil decisión

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Mis ojos decidieron a abrirse finalmente, molestos ante la luz que se colaba por la ventana. Respiré profundamente, en un estúpido intento por despejarme. El olor de Harry me invadió por completo, solo entonces mi mente reconoció el lugar, dormir en el cuarto de mi primo comenzaba a convertirse en una rutina.

Me alcé perezosamente, mis pies guiándome al baño ciegamente. Mi mente dispersa cuando me topé con un cuerpo. Me tambaleé breves segundos. Sus fuertes brazos me mantuvieron en el aire evitando un inesperado roce de mi trasero con el frío mármol.

"Gracias" sugerí ante su heroico acto. Una dura mirada como respuesta. Aún estaba enfadado.

No sentí la necesidad de palabras, sus ojos me ordenaron tomar asiento en el salón. Asentí sin cuestionar nada.

"Alexia" comenzó con voz firme. Odiaba que dijeran mi nombre completo, pero hacía tiempo que de sus labios no había salido otra palabra para nombrarme. Asentí invitándole a continuar. "Eres una inútil buscando trabajo" Su sinceridad hirió mi orgullo. Asentí de nuevo, esta vez cabizbaja. Ni un ápice de humor en su tono.

"Lo siento" repetí una vez más.

"Eso no me sirve" aclaró lo evidente. Mi mirada fija en mis sudorosas manos, que jugaban nerviosamente.

"Dime, ¿en qué te gustaría trabajar?" preguntó curiosamente. La frialdad había desaparecido de sus palabras. Alcé la vista para toparme de nuevo con sus ojos, mirada fija en mi, intensidad reflejada en ellos.

"Mmm...no te lo diré" admití avergonzada. El rubor acudió a mis mejillas. Mechones de pelo caían sobre mi frente, tratando de ocultar mi sonrojo.

"Dilo" Ordenó de nuevo con aquel horrible tono. Le observé apenada, odiaba que fuera así de cruel conmigo. Después de todo aún seguía esperando un cambio en el que sabía que jamás llegaría.

"Realmente no lo sé" Mentí descaradamente. Mi ceño fruncido le dio a entender que estaba molesta.

"Piénsalo" aclaró simplemente antes de levantarse alejándose de mí. Sus pasos rondando por toda la casa, ignorando mi presencia. Mi mirada perdida en una taza de café mientras el aire fresco acariciaba mi rostro, absorto en mis pensamientos.

Mi vida no podía seguir en aquel punto muerto. Harry había dejado clara su objeción ante la idea de que volviera a buscar trabajo, dado que vivía de su techo y por la cara, debía respetarlo.

Pero debía centrarme en el motivo por el cual me marché de casa alejándome de todo lo que una vez había amado y conocido. Mi principal función ahora mismo era conocer a mi madre biológica, todos mis sentidos debían centrarse en ello, mi mayor deseo. Conocer a la persona que me dio la vida, y sobre todo, conocer el motivo por el cual no quiso estar a mi lado para vivirla conmigo.

La puerta se abrió, mis sentidos se dispararon manifestándose en un pequeño repullo. Los ojos de Harry fijos en mí, una pequeña sonrisa burlona dibujada en su rostro.

"No tiene gracia" exclame molesta, eso tan solo acentuó su risa. Mi ceño fruncido mientras mi cuerpo se alzaba para encararle juguetonamente. "Idiota" aclaré uniéndome a sus risas.

"¿No saldrás verdad?" preguntó de nuevo con su semblante serio

"A buscar trabajo no" sonreí dulcemente. Recuperó ese aire relajado que segundos antes lucia. "¿tu a dónde vas?" mi curiosidad habló por mi

"Paul dice que tenemos que hablar" admitió encogiéndose de hombros. No parecía demasiado centrado en su trabajo como cantante, parecía ser totalmente inconsciente de la suerte que tenía. Asentí. Una pequeña sonrisa tristona se dibujó en mis labios, los ojos de Harry fijos en mí, no ajenos al detalle. Sus dedos deslizándose hasta atrapar mi barbilla entre ellos, para después alzarla con delicadeza. Su ceño fruncido dibujando la duda que sus labios prefirieron callar. Le sonreí, amaba cuando su rostro mostraba esa expresión de ignorancia.

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